Los macacos de Berbería (Macaca sylvanus), también conocidos como macacos de Gibraltar, son la única especie de primate endémica de Marruecos y Argelia. La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha clasificado a esta especie como “en peligro de extinción"desde 2008, por lo que está prohibido venderlos o mantenerlos como mascotas.
A pesar de las restricciones, estos macacos se utilizan como accesorios fotográficos para los turistas, principalmente en la famosa plaza Jemaa el-Fna de Marrakech, así como en otras ciudades marroquíes y de Argelia.
Investigadores de la Universidad Napier de Edimburgo (Reino Unido) encuestaron a 513 visitantes nacionales e internacionales en esta plaza durante las vacaciones de Semana Santa, cuando el turismo estaba en su apogeo, utilizando un cuestionario de 25 elementos para evaluar su percepción de estos primates como accesorios fotográficos. Los resultados se publican en la revista Anthrozoös.
“Muchos de los animales que se usan como accesorios fotográficos son bebés y es difícil saber qué les sucede cuando crecen. Algunos se venden como mascotas y se introducen de contrabando en Europa. Esto lo sabemos por informes sobre el comercio ilegal de mascotas y por los refugios de animales europeos cuando las mascotas no deseadas se abandonan posteriormente”, explica a Sinc Jay MacKinnon coautor del estudio e investigador de la Universidad Napier de Edimburgo.
Un sueldo mensual en cuatro días
Un macaco infantil actúa como apoyo fotográfico, de media, unas dieciocho veces por hora y la imagen puede llegar a costar a los visitantes hasta 100 dírhams, algo más de 9€. Esta práctica podría proporcionar unas ganancias equivalentes a un ingreso mensual promedio de una familia marroquí en tan solo 3 o 4 días hábiles. “La captura de macacos infantiles en la naturaleza en Marruecos es más de lo que las poblaciones pueden soportar”, subraya el experto.
Según los resultados del trabajo, el 88% de los encuestados no tenía la intención de usar los apoyos fotográficos ni lo hizo y más de 200 personas lo encontraron “inaceptable” debido a razones éticas o de bienestar animal.
“A lo que más se oponían los visitantes era la forma en la que se les trataba a los animales. Muchos también pensaron que los macacos deberían estar en la naturaleza, no en cautiverio, y algunos describieron su uso para las fotos como ‘crueles’ y ‘explotadoras’. Un pequeño número de personas reconoció que el contacto cercano con los monos podría conducir a la transmisión de la enfermedad. Algunos también se molestaron por el comportamiento persistente de los cuidadores de monos, pero la mayoría de las objeciones se basaron en razones éticas”, argumenta MacKinnon.
Por otro lado, la mayoría de las personas entrevistadas manifestó desconocer que la especie se encuentra en peligro de extinción. “Tal vez ver que se utilizan varios macacos con fines de lucro en una plaza del mercado contribuye a esta percepción errónea”, añade.
El número de macacos de Berbería se ha desplomado en más de un 50% desde la década de 1980 debido a la pérdida de hábitat y la venta ilegal de juveniles como mascotas. “Solo uno de cada cuatro participantes en la encuesta sabía que esta especie está en peligro de extinción", enfatiza Kristina Stazaker, autora principal de la investigación en la misma universidad.
Para los científicos, aunque la proporción de turistas que usan a los animales como ‘accesorios’ en sus fotos es muy pequeña, todavía es suficiente para crear un comercio ilegal lucrativo. En el estudio, las personas que declararon haberse sacado una foto con un macaco, en su mayoría asumían hacerlo porque les gustaban los animales.
"Ver a los primates como mascotas o accesorios fotográficos, ya sea en los medios de comunicación o en destinos turísticos, puede llevar a suponer erróneamente que hay muchos de ellos y es adecuado para mantenerlos como mascotas", concluye.