Las jirafas de África oriental pueden estar aún más amenazadas de lo que se pensaba, según un nuevo estudio, publicado en la revista Ecology and Evolution (1), que ha revelado que poblaciones de jirafas masai separadas geográficamente por el Gran Valle del Rift no se han cruzado ni intercambiado material genético en más de mil años, y en algunos casos cientos de miles de años.
Por ello, el equipo, dirigido por investigadores e investigadoras de la Penn State (Estados Unidos), recomiendan que las dos poblaciones se consideren por separado a efectos de conservación, con esfuerzos de conservación separados pero coordinados para gestionar cada población.
Las poblaciones de jirafas han disminuido rápidamente en los últimos treinta años, quedando menos de 100.000 ejemplares en todo el mundo
Las poblaciones de jirafas han disminuido rápidamente en los últimos treinta años, quedando menos de 100.000 ejemplares en todo el mundo. El número de jirafas masái, una especie de Tanzania y el sur de Kenia considerada en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ha disminuido en torno al 50% en este periodo debido a la caza ilegal y otras actividades humanas que invaden su hábitat, y sólo quedan unos 35.000 ejemplares.
Pérdida de hábitats silvestres
"El hábitat de las jirafas masái está muy fragmentado, en parte debido a la rápida expansión de la población humana en África oriental en los últimos 30 años y la consiguiente pérdida de hábitats silvestres", afirma Douglas Cavener, catedrático de Genética Evolutiva Dorothy Foehr Huck y J. Lloyd Huck, profesor de Biología en Penn State y jefe del equipo de investigación.
"Además, el Gran Valle del Rift atraviesa África Oriental y las empinadas laderas de sus escarpes son barreras formidables para la migración de la fauna salvaje --añade--. Examinamos los genomas de 100 jirafas masái para determinar si las poblaciones a ambos lados del rift se han cruzado para reproducirse entre sí en el pasado reciente, lo que tiene importantes implicaciones para la conservación".
Según los investigadores / investigadoras, las jirafas son notoriamente malas trepadoras. Utilizando datos de satélite de alta resolución, sólo encontraron dos lugares en los que el ángulo de las laderas de la grieta era lo bastante bajo como para que las jirafas pudieran trepar, pero no hay constancia de que lo hicieran.
Para comprender mejor el intercambio histórico de información genética, investigadoras e investigadores combinaron la secuenciación completa del genoma nuclear, que incluye la información genética transmitida por ambos progenitores, con la del genoma mitocondrial, que sólo incluye la información transmitida por línea materna.
El mestizaje entre poblaciones diferentes da lugar al intercambio de información genética, a menudo denominado flujo genético, y suele considerarse beneficioso porque puede mejorar la diversidad genética general y ayudar a proteger a las poblaciones pequeñas de enfermedades y otras amenazas
LAN WU-CAVENER, profesora adjunto de biología y miembro del equipo de investigación
"El mestizaje entre poblaciones diferentes da lugar al intercambio de información genética, a menudo denominado flujo genético, y suele considerarse beneficioso porque puede mejorar la diversidad genética general y ayudar a proteger a las poblaciones pequeñas de enfermedades y otras amenazas", explica Lan Wu-Cavener, profesor adjunto de biología y miembro del equipo de investigación.
"Para comprender el posible flujo genético a través de la grieta, secuenciamos los más de 2.000 millones de pares de bases que componen el genoma nuclear completo, así como los más de 16.000 pares de bases que componen el genoma mitocondrial completo --prosigue--. Estos complejos datos plantearon diversos retos computacionales y de almacenamiento de datos a nuestro pequeño equipo, pero el uso de todo el genoma en lugar de una pequeña porción nos permitió investigar definitivamente el alcance del flujo genético entre estas poblaciones".
Los investigadores / investigadoras identificaron varios bloques de genes dentro del genoma mitocondrial que suelen heredarse juntos, lo que los investigadores denominan haplotipos, en las dos poblaciones y realizaron un análisis de redes basado en patrones de similitud entre esos haplotipos.
Las hembras no han migrado en los últimos 250.000-300.000 años
Comprobaron que las jirafas del lado oriental de la grieta no presentaban haplotipos coincidentes con las jirafas del lado occidental, lo que sugiere que las hembras no han migrado a través de la grieta para reproducirse en los últimos 250.000-300.000 años.
"El flujo genético mediado por hembras entre las dos poblaciones no se ha producido en cientos de miles de años, o probablemente nunca --subraya Cavener--. Esto planteó una nueva cuestión que no habíamos previsto sobre el origen de estas poblaciones. Al principio pensábamos que se fundó una población y luego algunos individuos cruzaron al otro lado de la grieta para establecer la segunda población. Pero ahora pensamos que las dos poblaciones se fundaron de forma independiente hace más de 200.000 años".
El análisis del genoma nuclear sugiere que el flujo genético a través del movimiento de machos pudo producirse hace tan sólo mil años
El análisis del genoma nuclear sugiere que el flujo genético a través del movimiento de machos pudo producirse hace tan sólo mil años. Los investigadores / investigadoras planean tomar muestras de animales adicionales de ambas poblaciones para comprender mejor cuándo y por qué pudo detenerse este flujo genético.
"En conjunto, estos resultados sugieren que las poblaciones de jirafas a cada lado de la grieta son genéticamente distintas, y que cada población tiene menos diversidad genética que si fueran una sola población interconectada más grande", indica Cavener.
Aumento de la caza furtiva de jirafas
"Hay muy pocas posibilidades de que las jirafas crucen la grieta por sí solas, y la translocación es muy poco práctica en el caso de las jirafas --reconoce--. Esto sugiere que las jirafas masái están más amenazadas de lo que pensábamos, y que los esfuerzos de conservación de cada población deben considerarse de forma independiente pero coordinada. Esperamos que los gobiernos de Tanzania y Kenia aumenten la protección de las jirafas de Masai y sus hábitats, especialmente dado el reciente aumento de la caza furtiva de jirafas en la zona", sugiere.
Hallaron indicadores alarmantemente altos de endogamia --un proceso que disminuye la diversidad genética y la aptitud general de la población-- tanto en el lado este como en el oeste
Los investigadores / investigadoras también hallaron indicadores alarmantemente altos de endogamia --un proceso que disminuye la diversidad genética y la aptitud general de la población-- tanto en el lado este como en el oeste de la grieta.
Hay mucho que no sabemos sobre cómo se aparean las jirafas
Ahora tienen previsto seguir estudiando las poblaciones de jirafas masái a ambos lados de la grieta, incluidas las que están especialmente aisladas, para comprender mejor el peligro que supone la endogamia. También planean investigar cómo se desplazan las jirafas entre los grupos del lado este de la grieta, donde el hábitat está particularmente fragmentado, para entender mejor cómo priorizar los esfuerzos de conservación para mantener la conectividad entre ellos.
"También nos gustaría utilizar la genética para aclarar las relaciones parentales y entre hermanos en las jirafas de Masai --anuncia Cavener--. Hay mucho que no sabemos sobre cómo se aparean las jirafas, por ejemplo, ¿se reproducen con éxito sólo unos pocos machos en una población local a lo largo de muchos años o se reproducen varios machos en esa población? Estas preguntas son de vital importancia para estimar la población reproductora real de las poblaciones y seguirán guiando nuestros esfuerzos por proteger y conservar estos majestuosos y carismáticos animales".
Referencias
- (1) Genetic evidence of population subdivision among Masai giraffes separated by the Gregory Rift Valley in Tanzania. Ecology and Evolution.