El pasado mes de septiembre, la Comisión Europea lanzaba una nueva consulta sobre la rebaja de las normas de protección de los lobos. “La concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real para el ganado y, potencialmente, también para los seres humanos. Insto a las autoridades locales y nacionales a que tomen medidas cuando sea necesario. De hecho, la legislación vigente de la UE ya les permite hacerlo”, argumentó entonces Úrsula von der Leyen.
Fredirk Dalerum, científico titular del CSIC es experto en el comportamiento de los procesos de depredación de los carnívoros, así como en la conservación de especies como el lobo y el oso.
En España, se aprobó la prohibición de la caza del lobo al entrar en 2021 en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). ¿Qué le parece que la Unión Europea revise su estatus de protección?
No veo problema en reevaluar el estado de conservación de esta especie. Sin embargo, un problema específico de los lobos es que provocan una respuesta emocional en las personas, ya sea positiva o negativa, que dificulta cualquier evaluación objetiva. Para la gente que quiere protegerlos, nunca habrá suficientes argumentos que justifiquen la regulación de la población, y para aquellos que están en contra, siempre habrá demasiados. Por lo tanto, cualquier evaluación estará plagada de presiones políticas.
Un problema específico de los lobos es que provocan una respuesta emocional en las personas, tanto positiva como negativa
Como científico especializado en su comportamiento y en los conflictos que se generan, ¿qué les diría a los europarlamentarios que modelan las leyes?
Cualquier fundamentalismo me parece antiproductivo. La gestión de los recursos medioambientales, incluida la de animales como el lobo, incluye decisiones multidimensionales que a menudo van mucho más allá de la ecología. Por tanto, no creo que debamos considerar "intocable" a ningún organismo biológico.
La coexistencia entre humanos y otros organismos biológicos es casi siempre posible, pero tendrá un coste. Por eso, probablemente la medida de gestión más importante sea garantizar que esos costes se repartan entre los miembros de una sociedad, y que la gente se ponga de acuerdo colectivamente sobre cuáles son los costes aceptables de la coexistencia.
En su último trabajo sobre lobos y osos en la Cordillera Cantábrica estudia sus cambios de comportamiento por la presencia humana. ¿Por qué es importante saber más sobre este aspecto?
Este interés se debe a dos razones. Primero de todo, los grandes depredadores, como los lobos y los osos, influyen en muchos otros organismos. Por lo tanto, para poder evaluar plenamente nuestra influencia en los ecosistemas, no solo tenemos que medir los impactos directos de nuestras propias actividades, sino también los indirectos que podemos causar al cambiar su comportamiento. Además, estas dos especies son propensas al conflicto y, por tanto, difíciles de gestionar. Es importante comprender cualquier cambio de comportamiento provocado por el hombre que pueda influir en dicha tarea.
Los lobos suelen perseguir a sus presas y cazan principalmente al amanecer, al atardecer y por la noche.
Mantener un control estricto del ganado, sobre todo durante esas horas, es un método eficaz para restringir los daños, pero no es el único
Hicieron un seguimiento de su actividad nocturna y diurna. ¿Cómo se comporta el lobo a la hora de cazar y qué podemos aprender de ellos para que los ganaderos no tengan pérdidas?
Los lobos suelen perseguir a sus presas y cazan principalmente al amanecer, al atardecer y por la noche. Por ello, mantener un control estricto del ganado, sobre todo durante esas horas, es un método eficaz para restringir los daños, pero no es el único. Sin embargo, todos los métodos para evitar pérdidas incurren en costes, lo que puede impedir que los ganaderos los adopten.
Fredrik Dalerum. / Foto cedida por el investigador
¿Qué papel tiene el lobo en los hábitats europeos en los que vive?
La fuerza relativa de la depredación como mecanismo regulador disminuye con el descenso de la productividad. En entornos de productividad media a baja, como los de Europa, esta fuerza como mecanismo regulador de los ecosistemas es relativamente limitada. Esto se pone de manifiesto, por ejemplo, en las zonas bastante extensas con hábitats relativamente funcionales, pero donde los grandes depredadores se han extinguido. Las Islas Británicas son un buen ejemplo.
Personalmente, creo que los lobos no llegarán a ser fuerzas reguladoras fuertes en los ecosistemas europeos. Sin embargo, esto no es un argumento para no intentar mantener poblaciones viables.
¿Cuál es el estado de conservación actual en Europa?
Si la pregunta se refiere al estado de la población de lobos europeos, no me gustaría adelantarme a una posible evaluación formal. Sin embargo, está bien documentado que los lobos están presentes en casi toda Europa, pero con hábitats fragmentados.
Un informe reciente de la UE sugiere que aproximadamente la mitad de los estados miembros declaran una protección legal estricta del lobo
¿Qué países son los que tiene una mejor política de conservación?
El lobo está protegido en toda Europa, pero se permiten excepciones a esta norma general. Un informe reciente de la UE sugiere que aproximadamente la mitad de los estados miembros declaran una protección legal estricta del lobo, aproximadamente una cuarta parte lo protegen pero permiten su caza en circunstancias excepcionales, y la otra cuarta parte lo declara especie cinegética.
¿Qué podría ocurrir si se quitase la protección a esta especie?
En un escenario ideal, desaparecería toda o, al menos, parte de la persecución ilegal no regulada actualmente hacia el lobo, sería regulada y, por tanto, controlada. En el peor de los casos, se producirían muchas extinciones locales. Esto llevaría nuevamente a la retirada de la especie de la lista de especies cinegéticas.
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