Los parques y reservas naturales del mundo reciben nada menos que 8.000 millones de visitantes anuales, lo que podría elevar el impacto económico del turismo de observación de la naturaleza hasta unos 600.000 millones de dólares (528.000 millones de euros) al año. Por ello, debe incentivarse cualquier inversión que contribuya a potenciar un sector que hace posible conjugar la sostenibilidad y la rentabilidad económica.
Esta enorme generación de recursos justifica con creces los 10.000 millones de dólares (unos 8.800 millones de euros) invertidos anualmente en la conservación de estos espacios en el conjunto del planeta, de acuerdo con las estimaciones el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en sus siglas en inglés).
América del Norte es el continente que alcanza las mayores cifras de 'ecoturistas'
Son las conclusiones del primer estudio global sobre el turismo de naturaleza en áreas protegidas, acometido por investigadores de las universidades de Cambridge (Reino Unido), Princeton, Nueva Jersey y Washington (Estados Unidos).
Los autores del informe abogan por un incremento sustancial de las partidas dedicadas por los gobiernos a la conservación de espacios naturales –que consideran “claramente insuficientes” – y por la extensión de la superficie de las zonas protegidas, y recuerdan que, además de proporcionar tan fuertes ingresos materiales por medio del turismo, ello permitiría salvaguardar paisajes y ecosistemas únicos y la biodiversidad que contienen.
Y hay todavía muchas más razones para conservarlas y ampliarlas. “Los espacios naturales nos proporcionan beneficios incalculables, desde la estabilización del clima, frenando el calentamiento del planeta, a la regulación de los flujos del agua o la protección de un enorme número de especies amenazadas. Y ahora hemos demostrado que, a través del turismo, también contribuyen en gran medida a la economía global”, destaca el profesor de Zoología en Cambridge Andrew Balmford.
Además, los autores del informe señalan que sus resultados se han obtenido utilizando “cálculos conservadores” en un intento de no exagerar en sus conclusiones. “Las cifras reales de visitas son probablemente mucho mayores”, advierte el también investigador de Cambridge Andrea Manica.
“Cuando empezamos a investigar, nos dimos cuenta de que nadie había reunido todos los datos de visitas a nivel global. Así que nos pusimos a ello. Y aunque nuestra base de datos es limitada, hoy por hoy es la mejor que existe”, presume Balmford.
El mejor negocio
Tras consultar las cifras de visitantes de 550 grandes espacios naturales protegidos en todo el mundo, los autores de la investigación diseñaron modelos de ecuaciones que les permitieron extrapolar esos datos a 140.000 áreas naturales diseminadas por toda la geografía planetaria.
Los datos finales se obtuvieron aplicando a los cálculos variables correctoras como la extensión de los parques, su proximidad o lejanía a grandes ciudades, el nivel de renta de cada país y las cifras medias regionales de gasto de los turistas en transporte y alojamiento, entre otras.
Porque el trabajo no se refiere únicamente a los famosos y exóticos grandes parques naturales repartidos por los cinco continentes, como el Kruger (Sudáfrica), Yellowstone (Estados Unidos) o la Gran Barrera de Coral australiana, sino también a los miles y miles de pequeños espacios y reservas situados en ocasiones a las puertas de grandes ciudades y apenas conocidos por los habitantes de las mismas, pero recorridos por muchos de ellos casi cotidianamente.
El Área Recreativa Nacional Golden Gate es el espacio natural más visitado del globo
América del Norte es el continente que alcanza las mayores cifras de visitas a los parques y reservas naturales, con 3.000 millones, y el que menos, África, que solamente consigue atraer a los mismos a unos 100.000 turistas anuales.
De acuerdo con los datos recabados para el trabajo, el Área Recreativa Nacional Golden Gate, junto a San Francisco (Estados Unidos), es el espacio natural más concurrido del globo, con 13,7 millones de visitas al año, seguida por el Parque Nacional del Distrito de los Lagos, con 10,5 millones, y el Parque Nacional del Distrito Peak, ambos en el Reino Unido, con 10,1 millones.
Sus imponentes cifras contrastan con la de los apenas 148.000 turistas que se aproximaron durante el periodo del estudio al mítico Parque Nacional Serengueti (Tanzania), que reúne una de las mayores concentraciones de gran fauna de sabana del continente africano.
Aunque los 600.000 millones de dólares calculados puedan parecer una cantidad colosal de dinero, “son sólo una fracción de los beneficios que pueden proporcionar los espacios naturales protegidos”, subrayan los firmantes del estudio. Proteger la naturaleza y el medio ambiente es, lo sabemos desde hace ya bastante tiempo, el mejor negocio. Esperemos poder recoger a tiempo sus dividendos.
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