La tercera edición del Atlas de las Aves en Época de Reproducción en España, presentado hoy por SEO/BirdLife, da a conocer la distribución, las tendencias y las poblaciones de las 302 especies que se reproducen en nuestro territorio y de otras 148 presentes en primavera.
España cuenta con ocho endemismos de aves a escala mundial, diez a escala europea y 32 especies con más del 75 % de su población europea en nuestro país; todo un reto y una responsabilidad a la hora de conservar el patrimonio natural.
Tras el análisis de la distribución de 450 taxones registrados en la época reproductora en España, compendiados en más de 2.182 mapas, 931 gráficas y 230 tablas, los resultados desvelan el efecto que el cambio climático ya está ejerciendo sobre la biodiversidad, lo que ha originado cambios en la distribución de estos animales.
España cuenta con ocho endemismos de aves a escala mundial, diez a escala europea y 32 especies con más del 75 % de su población europea en nuestro país
Los datos también muestran el impacto que ha supuesto la transformación del campo por actividades humanas, como la intensificación e industrialización de la agricultura y ganadería o el despliegue desordenado de las energías renovables, con proyectos planteados directamente sobre las escasas cuadrículas donde sobreviven algunas de las especies amenazadas de nuestro país.
Fotografía de la desaparición de la biodiversidad
El atlas divide el territorio nacional en 5.600 cuadrículas de 100 kilómetros cuadrados, analiza la presencia de aves en cada una de ellas y compara los datos con los de la segunda edición, que cubrió el periodo 1998-2002. Por tanto, en un número importante de casos, los nuevos resultados suponen una fotografía de la progresiva desaparición de aquellas especies en peor estado de conservación.
En apenas 20 años, la cerceta padilla ha contraído su área de distribución en nuestro país en un 40 % y ya ha desaparecido en la Región de Murcia
Ese es el caso de la cerceta pardilla –especie catalogada en peligro crítico– que desaparece en el 52 % de las cuadrículas en las que anteriormente tenía presencia y que no puede compensar con las nuevas áreas de ocupación, un 19 % del total analizado. De hecho, en apenas 20 años, esta ave que habita en humedales como Doñana, ha contraído su área de distribución en nuestro país en un 40 % y ya ha desaparecido en la Región de Murcia.
Otros ejemplos que siguen una tendencia similar son el urogallo cantábrico y el alcaudón chico, ambos también en situación crítica. El atlas constata, además, la situación extrema en la que se encuentran especies como el arao común, la gaviota tridáctila y el torillo andaluz, que podrían considerarse extintas en poco tiempo.
Mapa de la distribución de la alondra ricotí recogida en el III Atlas de las Aves en Época de Reproducción en España. / SEO/Birdlife
Intensificación agraria y cambio climático
Esta tercera edición del Atlas de las Aves en Época de Reproducción en España ofrece nueva información sobre la precaria situación de las aves esteparias –perdices, codornices, sisones…–, probablemente el grupo de pájaros terrestres más amenazado de la península ibérica. Estas especies se ven muy afectadas por la intensificación agraria, especialmente la conversión de cultivos de secano en regadío, y el desarrollo de infraestructuras energéticas en sus zonas de nidificación y alimentación.
El sisón, que próximamente será catalogada como una especie en peligro, ha perdido un 15 % de su área de distribución en los últimos 20 años. En el caso de la codorniz común, ha desparecido del 14 % de las áreas que ocupaba.
Además, los datos corroboran una tendencia que la comunidad científica viene observando en los últimos 20 años: los cambios en las áreas que ocupan las aves representan uno de los primeros y más evidentes impactos del cambio climático.
Las aves esteparias se ven muy afectadas por la intensificación agraria y el desarrollo de infraestructuras energéticas en sus zonas de nidificación y alimentación
La subida de la temperatura global genera en la avifauna ibérica ganadores y perdedores. Por ejemplo, la curruca cabecinegra, que se concentraba en la mitad sur y la costa mediterránea, ha aumentado su área de distribución en 400 cuadrículas −la mayoría de ellas en el norte, donde hasta ahora no era habitual por la gran diferencia térmica− desde que se publicó la edición anterior del atlas. Por el contrario, el gorrión alpino −muy vinculado a la alta montaña− ha perdido 29% de su área de distribución.
Los análisis del atlas podrían estar reflejando también el impacto de la desertificación en el sur de la península ibérica, que puede ser un factor para que aves africanas, habituadas a este medio y a altas temperaturas, no solo hayan alcanzado el territorio de España y Portugal, sino que han podido reproducirse y expandirse con éxito. Es el caso del vencejo moro, sin presencia hace dos décadas y que ahora ha ganado un 1.800 % de ocupación; o el vencejo cafre, que gana un 132 % en áreas de ocupación.
Una pieza clave de la conservación
Este atlas aporta información clave para conocer el estado de conservación de la avifauna ibérica y, a partir de ahí, establecer medidas de conservación y de recuperación de las especies amenazadas.
Toda la información recogida en el Atlas ha sido fundamental para la elaboración del último Libro Rojo de las Aves de España
Además, los datos que recoge son fundamentales para la elaboración de otros documentos, como por ejemplo las actualizaciones del Libro Rojo de las Aves en España, que categoriza a la avifauna ibérica según su riesgo de extinción.
“Este atlas ofrece una valiosa información para que los usos del campo sean compatibles con la biodiversidad, sin la que no tendremos ni seguridad alimentaria ni podremos poner freno a la dependencia energética, dos cuestiones claves en el contexto actual”, indica Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. “Hay una crisis económica y humanitaria que afrontar, y una de las herramientas para hacerlo es frenar la crisis de naturaleza que estamos atravesando. No podemos permitirnos seguir fotografiando la reducción de la biodiversidad”.
Otra de las aportaciones del III Atlas ha sido la posibilidad de determinar que España cuenta con ocho especies endémicas, únicas en el mundo. Todas ellas se encuentran en los archipiélagos balear y canario y son la curruca balear, el mosquitero canario, la paloma rabiche, la paloma turqué, la pardela balear, el pinzón azul de Gran Canaria, el pinzón azul de Tenerife y la tarabilla canaria.
Además, otras 10 especies cuentan en España con las únicas poblaciones europeas, de las que siete presentan una categoría de amenaza importante según el Libro Rojo de las Aves de España. Son la alondra ricotí, la avutarda hubara, la focha moruna, la ganga ortega, el herrerillo canario, el vencejo cafre, el corredor sahariano, el zarcero bereber, el bulbul naranjero y el vencejo moro.
Foto de una ganga ortega. Esta ave es una de las diez especies endémicas de España a escala europea. / SEO/BirdLife
Ciencia ciudadana
Este atlas ha considerado también el trabajo realizado en otros programas de seguimiento de aves de SEO/BirdLife que proporcionan información sobre el tamaño y evolución de la población de numerosas especies, como son los programas de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife Sacre, Noctua y diferentes censos.
“Más de 3.000 voluntarios y colaboradores han pateado nuestro país para conocer la realidad de las 302 aves reproductoras en España. Su trabajo y esfuerzo, recogido en esta obra tan completa, no puede quedarse en el papel. Es el turno de que las administraciones y los sectores económicos apliquen la información del atlas en sus normativas, autorizaciones, proyectos y actividades”, subraya Ruiz.
Es el turno de que las administraciones y los sectores económicos apliquen la información del atlas en sus normativas, autorizaciones, proyectos y actividades
ASUNCIÓN RUIZ, directora de SEO/BirdLife
La información que se recoge de cada especie de ave, que cuenta con ilustraciones del artista de la naturaleza Juan Varela, incluye la distribución y el área de ocupación, el tamaño poblacional y su evolución, así como el hábitat propio de cada una. En su conjunto se puede conocer el estado de conservación de las 450 especies de la avifauna española que se encuentran en primavera.
“Este nuevo atlas de las aves que habitan en España en primavera constituye una herramienta clave para conocer las prioridades de conservación de este grupo faunístico en nuestro país y sienta un nuevo precedente de la importancia del trabajo colaborativo de personas voluntarias, personal científico y las oenegés de nuestro país”, concluye Juan Carlos del Moral, coordinador de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife.