Varias ONG ambientales piden a la Unión Europea una intervención urgente para que la protección las especies que habitan en la Red Natura 2000 sea real ya que en la actualidad la mayoría de hábitat y especies en ella se encuentran en un estado "pésimo".
Laxa aplicación" de las leyes
Con motivo del 30 aniversario de la creación de la Red Natura 2000, las ONG denuncian la "laxa aplicación" de las leyes de la Unión Europea por parte de los Estados Miembro así como una "alta permisividad" con la pesca destructiva y por ello quieren una intervención urgente para equilibrar la situación que incluya medidas como prohibir el arrastre de fondo en áreas protegidas para lograr una protección efectiva de la biodiversidad marina más valiosa y amenazada.
Así, lamentan que los países europeos se han centrado en designar nuevas áreas "a la carrera" a expensas de implantar medidas de gestión adecuadas para las mismas. En los últimos 20 años, aunque la superficie marina protegida total en Europa se ha multiplicado por seis, el 57 por ciento de los hábitats atlánticos, y el 75 por ciento y el 40 por ciento de las especies bálticas y mediterráneas, siguen consideradas en mal estado de conservación.
Los métodos de pesca más dañinos
Varios millones de horas de pesca destructiva tienen lugar dentro de las áreas Natura 2000.
La directora senior de políticas y comunicación de Oceana, Vera Coelho, ha instado a hacer un análisis más honesto de la realidad, ya que en la actualidad la protección marina de Europa es un "sinsentido". A su juicio, la mayoría de los espacios marinos Natura 2000 son "simplemente líneas en un mapa" donde se permiten los métodos de pesca más dañinos, como el arrastre de fondo. "Denominarlas Áreas Marinas Protegidas es cuestionable dada su falta de protección real", ha apuntado.
Por su parte, el asesor de Política Marina de Seas At Risk, Marc-Philip Buckhout, ha subrayado que 30 años después de la Red Natura 2000, la pesca de arrastre de fondo todavía ocurre en el 86% del área designada para proteger los hábitats de fondo, lo que dificulta su conservación y recuperación. "Prohibir la pesca de arrastre de fondo en las áreas marinas protegidas ayudaría a revertir la pérdida de biodiversidad, contribuyendo a mitigar el cambio climático, con claros beneficios socioeconómicos", valora.
En concreto, piden a los Veintisiete que prohíban la pesca más destructiva en todas las áreas marinas protegidas existentes y designen zonas de protección estricta para alcanzar el objetivo de la UE del 10 por ciento.
Falsa imagen de éxito
La científica marina senior de Oceana Silvia García considera que la falta de gestión de ciertas actividades dañinas en áreas Natura 2000 significa que los propios gobiernos están permitiendo la destrucción de ecosistemas marinos en lugares en los que se ha invertido mucho dinero público para su protección. "Esta autodestrucción no beneficia a nadie", ha añadido García, que alardear de superficie marina protegida es "arriesgado" porque se da una imagen de éxito falsa.