Entidades ecologistas de Baleares y Canarias han reclamado este lunes prohibir colonias felinas en espacios protegidos del ecosistema insular al considerar que los gatos depredan la fauna de la comunidad.

 

Los gatos

 

En concreto, la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC), el Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GOB) y la Sociedad de Historia Natural de Baleares (SHNB), entidades científicas y conservacionistas de los dos grandes archipiélagos, pretenden "un enfoque que tenga en cuenta la singularidad de los sistemas insulares en el diseño de la gestión de colonias felinas, para evitar impactos especialmente graves sobre las faunas isleñas.

 

Directriz técnica para la gestión de colonias felinas

 

"Un enfoque que tenga en cuenta la singularidad de los sistemas insulares en el diseño de la gestión de colonias felinas, para evitar impactos especialmente graves sobre las faunas isleñas"

De este modo se han expresado ante la propuesta del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, a través de la Dirección General de Derechos de los Animales, que ha elaborado una Directriz técnica para la gestión de colonias felinas para orientar a los ayuntamientos (administración competente en esta materia) en la implantación de lo que dispone la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales.

Las entidades conservacionistas han considerado que la iniciativa oficial "debería tener en cuenta la vulnerabilidad de las faunas insulares y el impacto que generan los gatos". En este sentido, han puntualizado que el texto actual "ignora esta característica clave para la conservación de la biodiversidad de los archipiélagos".

Los gatos "son una de las mayores amenazas para las faunas autóctonas a nivel global, con un efecto más importante que el que tienen los roedores u otros depredadores introducidos"

Además, han señalado que la Directriz actual se centra en la gestión de las colonias de gatos, presentes en la mayoría de pueblos y ciudades, y que hasta la fecha se han manejado "por parte de personas o entidades animalistas con unas medidas de control administrativo prácticamente inexistentes".

La crítica de estos grupos se ha centrado en que los gatos "son una de las mayores amenazas para las faunas autóctonas a nivel global, con un efecto más importante que el que tienen los roedores u otros depredadores introducidos".

Además, han recordado que la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) incluye el gato entre las 100 especies invasoras más perjudiciales del mundo.

La Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) incluye el gato entre las 100 especies invasoras más perjudiciales del mundo

Como ejemplo han expuesto que los gatos depredan sobre más de 2000 especies silvestres, el 90% de las cuales son vertebrados. "Mientras que en los ecosistemas continentales el 8,6% de las especies consumidas tienen problemas de conservación, en los ecosistemas insulares, esta cifra asciende a más del 25%. Esta diferencia en los impactos puede explicarse por el hecho de que en los ecosistemas continentales el gato puede ser una especie autóctona que junto con otros mamíferos depredadores han evolucionado conjuntamente en las poblaciones de sus presas a lo largo de cientos de miles de años o más, por tanto están adaptadas a la presión de depredación que ejercen los gatos".

En cambio, en los archipiélagos, concretamente en Canarias y Baleares, el gato "es una especie introducida por los humanos".