El lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini), el escinco de la isla (Chalcides sexlineatus) y la lagartija ibicenca (Podarcis pityusensis) han pasado a estar en peligro por culpa de especies invasoras de serpientes, según la última actualización de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Concretamente, el lagarto gigante y el escinco de la isla han pasado de estar 'en preocupación menor' a tener un estatus de 'en peligro crítico' y 'en peligro' respectivamente en la Lista Roja del organismo. Según la UICN, la población de estas especies ha disminuido en más de la mitad desde 2004. Ambas son presa de la serpiente real invasora de California (Lampropeltis californiae), que fue introducida en la isla en 1998.

Además, la lagartija ibicenca ha pasado de estar 'casi amenazada' a 'en peligro'. En este sentido, el organismo ha avisado de que la población de la especie ha disminuido en un 50% desde 2010 debido a la serpiente látigo de herradura invasora (Hemorrhois hippocrepis).

En otro orden de cosas, la UICN ha puesto en valor las acciones de conservación que se han llevado a cabo en Canarias para impulsar las poblaciones del lagarto gigante de La Gomera (Gallotia bravoana) "a pesar de las continuas amenazas". Tras la puesta en marcha de cría en cautiverio y reintroducción, la especie ha mejorado su estado de 'en peligro crítico' a 'en peligro'.

Por esta parte, el organismo ha recordado que la especie estuvo a punto de extinguirse debido a los gatos invasores, las ratas y la caza humana durante varios siglos. Sin embargo, puntualiza la especie todavía está muy amenazada por los gatos salvajes, así como por los deslizamientos de tierra "que probablemente se volverán más frecuentes con el cambio climático".

 

El elefante de Borneo, en peligro

 

Por otro lado, la UICN ha anunciado que el elefante de Borneo pasa a estar 'en peligro' tras su primera evaluación como una subespecie distinta en la Lista Roja del organismo, que ha concluido en que se estima que quedan 1.000 ejemplares en estado salvaje.

Así, ha detallado que la población ha disminuido en los últimos 75 años, inicialmente debido a la tala extensiva de los bosques de Borneo, que destruyó la mayor parte de su hábitat. Tal y como señala la UICN, el futuro de la especie está amenazado por una mayor pérdida de hábitat debido a la agricultura (especialmente el aceite de palma), las plantaciones madereras, la minería y grandes proyectos de infraestructura como la autopista Pan Borneo. Asimismo, el organismo también señala como motivo de preocupación la caza furtiva de marfil, la ingestión accidental de agroquímicos y las colisiones de vehículos.

 

El cactus Copiapoa, amenazado por el comercio ilegal

 

Por último, la UICN ha avisado sobre la situación de los cactos copiapoa, endémicos del desierto costero de Atacama (Chile). Así, ha advertido que el 82% de las especies de este cactus están actualmente en riesgo de extinción, en comparación con el 55% en 2013 y que la moda que tienen como especies ornamentales en Europa y Asia ha llevado a un aumento en comercio ilegal, facilitado por las redes sociales.

Asimismo, el organismo detalla que el desarrollo de carreteras y viviendas ha atraído a más personas a la zona, haciendo que las plantas sean más accesibles a los cazadores furtivos y destruyendo su hábitat desértico. Por otro lado, el cambio climático amenaza aún más a estos cactus, ya que la niebla oceánica que necesitan para hidratarse se mueve con los cambios de temperatura global y estas especies longevas no pueden reproducirse lo suficientemente rápido como para reubicarse en consecuencia.

En este marco, la UICN indica que la colaboración entre países es "clave" para evitar que las plantas cazadas furtivamente se transporten a través de las fronteras. Además, el cultivo de copiapoa en invernaderos tiene el potencial de proporcionar una alternativa sostenible para suministrar cactus al mercado mundial.