La organización SEO/BirdLife comienza este miércoles, 1 de diciembre, una nueva edición del programa de ciencia ciudadana 'Noctua', con el que busca conocer la situación de las aves nocturnas en España y poder desarrollar medidas para su conservación a través del seguimiento y censos realizados durante tres días, entre los meses de diciembre y junio.

 

Programa Noctua

 

Según informa la ONG, algunas rapaces nocturnas como el búho chico, el búho real y el cárabo común empiezan su periodo reproductor en invierno y es "más fácil" que sean detectadas por su canto. En cambio, en el mes de marzo son el autillo europeo, la lechuza común y el mochuelo europeo las especies a censar mientras que los últimos meses de la primavera se dirigen a los chotacabras, sin que se descarten alguna de las anteriores especies nombradas.

En cada temporada se realizan 3 visitas a 5 puntos de muestreo establecidos por el participante en la zona asignada que deben realizarse en el mismo orden: la primera visita, del 1 de diciembre al 15 de febrero; la segunda visita, del 1 de marzo al 15 de mayo y la tercera visita, del 16 de abril al 30 de junio.

Para poder participar, es necesario poder identificar mediante los sonidos a las aves nocturnas por lo que se pone a disposición de los voluntarios herramientas para entrenarse previamente. Además, pueden inscribirse en la web del Programa Noctua.

 

Ciencia ciudadana

 

El programa 'Noctua' se inició en el año 2006 y ha dado a conocer que poblaciones como la del alcaraván común, autillo europeo, chotacabras cuellirrojo, lechuza común y mochuelo europeo están en "descenso", según denuncia SEO/BirdLife, debido a la "intensificación agrícola" y el tipo de gestión de los campos de cultivo.

Por el contrario, las poblaciones de búho real y cárabo común están en "aumento", porque el abandono en zonas rurales y el pastoreo extensivo permiten que los medios forestales no sufran la gestión del medio agrícola y las aves ligadas a este hábitat "aumenten".

La coordinadora del Programa 'Noctua' de SEO/BirdLife, Virginia Escandell, afirma que "el seguimiento a largo plazo de poblaciones de aves mediante el programa permite determinar su evolución y saber qué especies tienen estado de conservación favorable o desfavorable". "Es un indicador clave para identificar las especies que tienen problemas de conservación, además de señalar los lugares y hábitats afectados", ha apostillado.