El Ayuntamiento de Tarifa (Cádiz), presidido por el Partido Popular con el apoyo del Partido Andalucista (PA), ha aprobado un plan urbanístico que prevé la construcción de un complejo turístico con 1.400 plazas hoteleras y 350 viviendas en la playa de Valdevaqueros, uno de los últimos rincones vírgenes del litoral de la provincia.

Durante el pleno, al que asistieron un centenar de opositores al proyecto, se registraron momentos de tensión y discusiones acaloradas. PP (siete concejales), PSOE (cinco) y Partido Andalucista (dos) votaron a favor del plan, el grupo local Unión Liberal por Tarifa (ULT, con dos regidores) se abstuvo y solamente el único concejal de IU votó en contra.

El proyecto, surgido en los años 90, promovido por la empresa GMT y que cuenta también con el visto bueno de la Junta de Andalucía, afectará a una superficie de 700 hectáreas con una edificabilidad de 84.000 metros cuadrados junto a una playa del estrecho de Gibraltar de cuatro quilómetros de longitud y 120 metros de anchura enmarcada por las dunas y muy frecuentada por los aficionados al surf por la calidad de sus olas.

 

Apoyos en las redes sociales



Una plataforma ciudadana lucha desde hace años contra la iniciativa y cuenta con numerosos apoyos en las redes sociales. Su portavoz, Noelia Jurado, cree que este plan "quiere conseguir un aprovechamiento urbanístico en un suelo que se encuentra entre el Parque Natural del Estrecho y el Parque Natural de Los Alcornocales". Jurado sostiene que "la zona afectada es Reserva de la Biosfera por la Unesco" y anunció que habrá nuevas movilizaciones y denuncias ante la fiscalía.

"Se están tergiversando los datos sobre el Plan Parcial de Valdevaqueros, ya que se trata de una actuación urbanística de carácter moderno, actual y en la línea de un desarrollo blando e integrado en el medio físico", afirma el alcalde de esta ciudad andaluza de 18.000 habitantes, Juan Andrés Gil.

Organizaciones como Equo o Greenpeace se han sumado a la lucha por defender la playa. "El cordón dunar de Valdevaqueros es una de las últimas joyas vírgenes de España y se encuentra en una zona conocida mundialmente por su modelo turístico sostenible", defiende la responsable de la campaña de Costas de esta organización ecologista, Pilar Marcos, para quien "reavivar el ladrillazo no es modo de solucionar la crisis".