Las poblaciones de peces migradores han caído un 76% desde 1970 y las poblaciones de especies de mayor tamaño, se han reducido en un "catastrófico" 94%, según datos de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) que recoge un informe de 16 ONG, entre ellas WWF, en el que alertan de que un tercio de las especies de todos los ríos del mundo están en riesgo de extinción.
La ONG advierte de que el declive de los peces de agua dulce en los últimos 50 años es un indicador claro de la crisis ecológica que enfrenta el planeta. A nivel global, la lista roja de especies amenazadas de la UICN ha declarado "extinguidas" 80 especies de peces.
Además, la Lista Roja de la UICN señala que en España, más de 20 especies de peces continentales están amenazadas, como el Samaruc, la Loina o el Fartet y están oficialmente extintas el Esturión europeo y la Lamprea de río.
Estas especies representan el 51% de todas las especies de peces y son vitales para la humanidad pero, a pesar de ello, un tercio se enfrenta a su extinción.
El informe refleja que 2020 fue un año "sombrío" con la extinción de 16 especies de peces de agua dulce. En tan solo un año, el icónico pez espátula chino, un gigante endémico del río Yangtze y otras 15 especies de Filipinas acabaron en la Lista Roja de la UICN, organismo que ha declarado extinguidas en total a 80 especies de peces de agua dulce.
Ríos, lagos y humedales
El líder global de agua dulce de WWF, Stuart Orr, ha denunciado que "en ninguna parte, la crisis mundial de la naturaleza es más grave que en nuestros ríos, lagos y humedales, y el indicador más claro del daño que estamos haciendo es la rápida disminución de las poblaciones de peces de agua dulce".
Esta situación pone en peligro la seguridad alimentaria
Además de poner en peligro la biodiversidad, esta situación pone en peligro la seguridad alimentaria y el sustento económico de millones de personas, ya que estos peces son la fuente principal de proteína para 200 es de personas en Asia, África y América del Sur, además de proveer empleo y medios de subsistencia para 60 millones de personas.
El estudio refleja la "devastadora combinación de amenazas" a las que se enfrentan los ecosistemas acuáticos y los peces que viven en ellos, incluida la destrucción de hábitats, las presas hidroeléctricas, la obstaculización de los caudales de los ríos que aún fluyen libremente, la sobreexplotación de los recursos hídricos para el riego o la contaminación por los usos urbanos, agrícolas e industriales.
Asimismo, advierte de otras amenazas como la sobrepesca, la expansión de las especies exóticas invasoras y los impactos del cambio climático, así como la insostenible extracción de gravas y arenas y los delitos contra la fauna silvestre.
El año 2021 supone una "esperanza real"
La responsable del programa de Agua de WWF España, Teresa Gil, confía en que el año 2021 supone una "esperanza real" de que el mundo "puede cambiar el rumbo y empezar a revertir décadas de declive de especies de peces de agua dulce" si se adopta un nuevo acuerdo para la naturaleza y las personas.
"El mundo debe aprovechar la oportunidad de asegurar un ambicioso acuerdo global de biodiversidad en la Conferencia de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) en Kunming, China. Este acuerdo debe prestar la misma atención a proteger y restaurar nuestros sistemas de agua dulce que a los bosques y océanos", ha manifestado.
A su juicio, es necesario reconocer el valor de las especies de agua dulce y que los gobiernos se comprometan a aplicar nuevos objetivos y soluciones, así como priorizar los ecosistemas de agua dulce que deben ser prioritarios para ser protegidos y restaurados.
A nivel nacional, el informe observa un alto grado de endemismo de peces, prácticamente cada cuenca hidrográfica tiene sus propias especies de ciprínidos, como el barbo, debido al aislamiento geográfico, por lo que la ONG considera "necesaria una especial responsabilidad en su conservación y evitar que desaparezcan del planeta".