A finales de 2005, los científicos encontraron una nueva especie de vertebrado propia de Cataluña: el tritón del Montseny. Tras la alegría inicial, llegó la preocupación. Porque el anfibio estaba –y sigue estando– en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Ahora, después de años de trabajo, la reciente aprobación de un programa LIFE puede ser su salvación: en los próximos cuatro años la especie contará con un proyecto de conservación y protección promovido por la Unión Europea.
Las primeras poblaciones de este anfibio se hallaron en 1978 y en un principio se identificaron erróneamente como tritones pirenaicos (Calotriton asper). Sin embargo, posteriormente, los investigadores descubrieron que ambas especies se habían separado hace 1,5 millones de años. El tritón del Montseny (Calotriton arnoldi), de unos 11 centímetros de longitud como máximo y unos cinco gramos de peso, es uno de los dos anfibios más amenazados de Europa, junto con una rana endémica de la isla griega de Karpatos (Pelophylax cerigensis).
Es una especie con poca capacidad de adaptación a los cambios ambientales
El tritón del Montseny vive en torrentes de agua fría, muy limpios y con fondos pedregosos, en zonas con bosques bien conservados. De día se esconde bajo las piedras que hay en el agua y de noche, protegido de los depredadores por la oscuridad, se mueve poco a poco y caza pequeñas larvas de invertebrados acuáticos. Su ciclo de actividad se desarrolla de marzo a noviembre e hiberna el resto del año.
Precisamente, el deterioro constante de estos hábitats como consecuencia del calentamiento global y las actividades humanas está detrás de la disminución de ejemplares. Porque el tritón del Montseny es un animal con poca capacidad de adaptación a los cambios ambientales, lo que le convierte en vulnerable ante los efectos del cambio climático.
Actualmente, se calcula que la población de este anfibio se reparte en tan sólo siete torrentes, aislados y repartidos en dos zonas diferentes del Parque Natural y Reserva de la Biosfera. Su distribución se extiende en una zona inferior a los cinco kilómetros lineales y con un área total menor de 8 kilómetros cuadrados. La población está fragmentada y es pequeña: es inferior a los 1.500 tritones adultos. La mayoría de estos grupos parecen estables, aunque alguno está en estado muy desfavorable.
Buena salud de los medios acuáticos
Ante tal escenario, el programa LIFE Tritón del Montseny busca mejorar el estado de conservación del anfibio mediante la gestión de su hábitat, de su población y educación ambiental. El plan está dotado con un presupuesto de 2,97 millones de euros: un 60% proviene de la Unión Europea y el 40% restante de la Diputación de Barcelona, la Generalitat de Cataluña, la Diputación de Girona y el Zoo de Barcelona.
Para lograr el objetivo, se desarrollarán casi una cincuentena de líneas de trabajo. Destacan la elaboración de un Plan de Recuperación del tritón del Montseny y la inclusión de la especie en la Directiva Hábitats; la remodelación de los sistemas de captación y distribución del agua para asegurar un caudal ecológico mínimo en la zona donde viven durante los meses más secos; la instalación de un sistema de recogida de agua de lluvia y aguas grises; la implementación de filtros verdes de aguas residuales en casas aisladas para mejorar la calidad de las aguas de los torrentes; así como favorecer la conectividad ecológica de los torrentes en su cruce con las infraestructuras viarias, mejorar el hábitat de ribera autóctono y promover buenas prácticas forestales.
Asimismo, el proyecto prevé la compra de terrenos o la compensación de los derechos de uso donde viven poblaciones del anfibio endémico con amenazas evidentes. También se implementarán acuerdos de custodia del territorio con los propietarios.
Un zoo de Reino Unido se suma al programa de cría y reproducción en cautividad del animal
Por otra parte, está previsto mantener el programa de cría en cautividad del tritón del Montseny que se desarrolla en los centros de fauna de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), El Pont de Suert (Lleida) y el Zoo de Barcelona, con el fin de asegurar el mantenimiento de una reserva genética de la especie y obtener suficientes ejemplares para ampliar su área de distribución. Se divide en dos: uno para la población oriental y otro para la occidental. En 10 años se han criado en cautividad casi 2.000 tritones. Y se han liberado más de 500 individuos, entre larvas y juveniles.
A principios de abril, el Reino Unido se sumó al programa de cría y reproducción de este anfibio: un total de 24 tritones del centro de fauna de Torreferrussa se han trasladado al zoo de Chester, en la región del Noroeste de Inglaterra. Se trata del primer centro de fuera de Cataluña que dedicará una instalación a la reproducción en cautividad del animal. Las crías que nazcan se reintroducirán en el Parque del Montseny, tal y como informa la Generalitat catalana.
El programa LIFE no ayudará únicamente a éste tritón, también a otras especies de anfibios, porque en el Parque Natural del Montseny viven cerca de una docena, que necesitan la buena salud de los medios acuáticos para poder sobrevivir.
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