¿Forma parte el medio ambiente de tus preocupaciones cotidianas?
Absolutamente, es una de las primeras.
¿Cuánto te preocupa en una escala de 0 a 10? (siendo 10 lo que más te preocupa y 0 algo que te tiene absolutamente sin cuidado)?
Pues un 8. Tengo otras muchas cosas que me preocupan especialmente, pero el medio ambiente me resulta muy prioritario.
¿Cuál de estos problemas te inquieta más: el cambio climático, la contaminación ambiental y los residuos, la desaparición de las especies, el agotamiento de recursos del planeta, la destrucción de mares o bosques, o algún otro?
Es que todo está muy relacionado. El cambio climático produce la deforestación, la desaparición de especies, es prácticamente todo lo mismo, es un tótum revolútum. Tiene que ver con una vorágine de gastar mucho más de lo que el planeta produce, con la sobreexplotación agrícola, el monocultivo…, todo lo cual reduce mucho la biodiversidad. Se está consumiendo de un modo irresponsable, con envases de plástico que producen residuos no reciclables. A mí me parece que todo ello forma parte de una actitud del primer mundo, por así llamarle, que está ejerciendo una locura colectiva.
¿Sabrías decir qué es el protocolo de Kioto?
Una propuesta en la que había el compromiso de mantener una serie de medidas éticas y respetuosas con el planeta, que teóricamente tenían que suscribir todos los gobiernos. Me parece que estaba muy focalizada en la emisión de gases y el efecto invernadero. Grandes países como Estados Unidos y otros de la economía emergente, como China, no lo suscribieron.
¿Qué acciones cotidianas realizas en favor del medio ambiente?
El reciclaje de basuras. Yo echaba el tetrabric, el plástico y las latas a un contenedor, pero también echaba otras cosas que no correspondían, y ahora que en Catalunya han hecho la campaña del Envàs, on vas? (Envase, ¿a dónde vas?) me fijo más. También practico el reciclaje de papel, vidrio y tengo un cubito para los residuos orgánicos. A veces me río de mí misma cuando separo en los sobres acolchados el papel de las burbujas. Me horroriza ver vertederos y basureros enormes en los que está todo mezclado. Nunca compro productos en bandejitas. Mira, ahora voy a comprar y utilizo una bolsa específica. En casa, tengo un cajón lleno de bolsas de plástico para reciclar; las pequeñas se las doy a mi hermana para la caca de los perros.
¿Y en qué crees que podrías mejorar en este terreno?
Seguro que en muchas cosas. Ahora mismo no se me ocurre ninguna cosa y se me ocurren mil.
¿Sigues algún criterio social o ambiental a la hora de comprar?
Procuro comprar productos de cercanía, porque el transporte contamina, consume energía y produce muchos efectos colaterales indeseables.
¿Tienes algún dispositivo de ahorro energético o fuente de energía renovable en tu domicilio o empresa?
Tengo un cargador de pilas renovables, pero cada vez intento utilizar menos productos a pilas. Compro pocos electrodomésticos, y los que he comprado en los últimos años siguen un criterio ecológico y de ahorro energético. Estoy pensando en instalar alguna pequeña placa solar en la terraza, que pueda alimentar algo y todavía no sé qué, que no sea ni muy complicado ni muy caro. En la cisterna del retrete tengo un aparato para que consuma menos agua. Y utilizo bombillas de bajo consumo.
¿Usas habitualmente el transporte público, te desplazas a pie o en bicicleta?
Me gusta más el autobús porque vas viendo la calle, pero uso más el metro: ¡es tan rápido, tan práctico, tiene una red tan bien establecida!
¿Crees que el progreso económico, tal y como lo conocemos, es compatible con la sostenibilidad?
No, en absoluto. Tenemos que ir a un cambio de paradigma. Podemos hacer mucho a nivel individual y algo a través de los partidos políticos si alguna vez nos gobierna uno que sea responsable, pero en esto soy muy pesimista, porque los que tienen la sartén por el mango ya no son ni los gobiernos. Ahora mismo, los sistemas democráticos son un poco como paños calientes. Los verdaderos amos del mundo son los mercados y las finanzas, y ellos no van a hacer nada para intentar llegar a un equilibrio ni para la protección del planeta ni de las especies. Al contrario, miran de usarnos como esclavos.
¿Colaboras con alguna organización que trabaje en favor del medio ambiente?
De un modo económico y activo, no. Con las que colaboro son de tipo humanitario, Amnistía, Acnur, y alguna otra eventualmente. En cambio, sigo mucho la Revista Soberanía Alimentaria, biodiversidad y culturas, y el blog de Gustavo Duch, Palabre-ando, que recomiendo mucho.
¿Realizas alguna actividad habitual profesional o de ocio en la naturaleza? ¿Cuál?
Poco, la verdad. En verano voy a la playa a nadar y, cuando puedo, paseo por el monte, pero entre mi vida profesional, que es muy urbana, y que luego cuando puedo descansar soy perezosa y me quedo en la ciudad… aquí tengo un déficit, la verdad. Lo lamentable es que hay que ir a buscar la naturaleza afuera, hay que salir de ciertos límites urbanos. Pero el contacto con la naturaleza es balsámico y enriquecedor. Cuando estás rodeado de verde o de mar te pones a pensar de otra manera, te transmite una energía muy positiva.
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