BioCultura de Madrid 2024, organizada por la Asociación Vida Sana, celebra su 40º aniversario en esta edición que se lleva a cabo entre el 21 y el 24 de noviembre en el IFEMA de Madrid, marcado este año por la visita inesperada de la reina Letizia. Esta feria, una de las más relevantes en el ámbito de los productos ecológicos y otras temáticas, cuenta con la participación de más de 400 empresas expositoras y espera la asistencia de 50.000 visitantes.
En el acto inaugural de ayer jueves, el director general de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, destacó la colaboración con el sector ecológico y la campaña Aquí somos eco-lógicos. Nada que esconder, diseñada para visibilizar la producción ecológica y sensibilizar al público sobre su importancia.
Sin embargo, detrás del discurso de "lo natural", "lo sano" y "lo ecológico", que BioCultura proyecta al público, se esconde una historia sombría. Atrae a miles de personas interesadas en los beneficios de un estilo de vida saludable y sostenible, pero pocos conocen los oscuros secretos que guarda la organización detrás de la feria: la "secta Vida Sana".
- Recluidos en la comuna de la “secta Vida Sana”
- Mecanismo de victimización: “las sectas se presentan como víctimas ante la sociedad”
- Un grupo “destructivo”, con orígenes en Francia
- “Captada por el grupo Vida Sana”
- “Deriva sectaria pseudo-filosófico-ecologista”
- Destrucción y eliminación de la identidad
- Pseudoterapias: en contra de la vacunación y la medicina
- Explotación infantil: “Éramos esclavos”
- Maltrato físico y palizas cotidianas en “un régimen de terror permanente”
- Abusos sexuales, también a menores
- El lavado de cerebro y el control mental
- “Me lo arrebataron todo”
- Una asociación Declarada de Utilidad Pública (DUP)
- Incluir la “persuasión coercitiva” de las sectas en el Código Penal
Este es un reportaje de investigación, de una serie, en los que se examinará el desarrollo de las actividades realizadas por la Asociación Vida Sana, las ferias BioCultura y otras iniciativas comerciales promovidas por este grupo.
Para ello, entrevistamos a exmiembros de esta agrupación y recopilamos testimonios directos que revelan los abusos y trabajos forzados que habrían marcado sus vidas al formar parte de este colectivo en una comuna a las afueras de Barcelona y otra en el sur de Francia. También exploraremos las conexiones entre las figuras clave de su cúpula administrativa y sus interrelaciones.
Para comprender mejor el alcance del fenómeno, hemos consultado a los principales expertos en sectas coercitivas a nivel nacional e internacional y a diversos cuerpos de seguridad del Estado y de Catalunya, quienes tienen una amplia experiencia en las agrupaciones coercitivas y sus efectos
Para comprender mejor el alcance del fenómeno, hemos consultado a los principales expertos en sectas coercitivas a nivel nacional e internacional y a diversos cuerpos de seguridad del Estado y de Catalunya, quienes tienen una amplia experiencia en las agrupaciones coercitivas y sus efectos. A través de análisis exhaustivos, buscamos arrojar luz sobre la realidad oculta tras esta organización y los impactos sobre quienes cayeron bajo su influencia.
Recluidos en la comuna de la “secta Vida Sana”
Corre el año 1989, y faltan solo seis meses para la caída del Muro de Berlín, que marcará el comienzo del fin de una era y el desmoronamiento de un mundo tal como se conoce. Pero, a las afueras de Barcelona, para un pequeño grupo de personas no tendrá efecto alguno en sus vidas, ya que viven recluidas en una pequeña comunidad al margen de los avatares de la actualidad.
Sobre todo, para las niñas y niños que habitan en aquel rincón, desde donde el exterior de la comuna que los recluye, es algo completamente ajeno a sus vidas. No están escolarizados, aunque algunos legalmente deberían estarlo por edad. Desde allí, la realidad que los rodea se siente tan lejana como si formara parte de un mundo diferente, irreal, como si de una distopía se tratara.
En las afueras de la capital catalana, dos agentes de los Mossos d'Esquadra, de la policía de Catalunya, redactan un acta en una finca donde alrededor de sesenta personas habitan en una comuna vinculada a lo que se conoce como la "secta Vida Sana"
Son las 10.15 horas de la mañana del 25 de mayo de aquel histórico año. En las afueras de la capital catalana, dos agentes de los Mossos d'Esquadra, de la policía de Catalunya, redactan un acta en una finca donde alrededor de sesenta personas habitan en una comuna vinculada a lo que se conoce como la "secta Vida Sana".
Nos referiremos en ese término, en alusión al empleado por varios exmiembros con quienes hemos conversado y que han sido parte de ella, en algunos casos, durante más de 25 años, y que han optado por el anonimato por temor a represalias de la organización y sus empresas.
Los agentes, en cumplimiento de un mandato judicial, llegan a las instalaciones para realizar un registro, donde encuentran a más de 20 menores que confirman su residencia en el lugar y entre ellos, encuentran a al menos 10 niños y niñas de entre 6 y 12 años que, a pesar de estar en edad escolar obligatoria, no asisten a la escuela.
La intervención de los Mossos d’Esquadra ha sido provocada por la denuncia de familiares de miembros del grupo, lo que lleva a las autoridades a verificar que los menores no están siendo escolarizados. Tras varios requerimientos de la Fiscalía de Menores, las criaturas, finalmente son inscritas en la escuela.
Inmediatamente, por parte del grupo, intentan crear un centro privado de Educación General Básica (EGB), llamado “Escuela Vida Sana”, que sería titularidad y gestionado por la Asociación Vida Sana. Sin embargo, el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya deniega la solicitud, y el recurso presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), también lo rechaza.
Durante los años de escolarización obligatoria de estos pequeños, el grupo idea diversas estrategias para interrumpir su asistencia a la escuela, alegando un supuesto "derecho legal" a la "formación integral" de los menores según los valores del grupo. Entre sus tácticas, se incluyen no participar en las salidas escolares por afirmar que interfieren con su "alimentación naturista", o dejar de asistir durante varios cursos bajo la excusa de que sus "hábitos alimentarios se ven alterados significativamente" debido a la falta de "transporte público que cubra el trayecto" a la escuela durante el mediodía.
Más de tres décadas después, conversamos con algunos de esos –entonces– niños y niñas nacidos y recluidos en la comuna de la “secta Vida Sana” y donde pasaron largos e interminables años de su vida
Más de tres décadas después, conversamos con algunos de esos –entonces– niños y niñas nacidos y recluidos en la comuna de la “secta Vida Sana” y donde pasaron largos e interminables años de su vida. Sus testimonios son conmovedores y dolorosos, incluyendo el relato de una de las niñas, entonces confinada, que accede a hablar con nosotros. Martina (nombre ficticio para proteger su identidad), rememora su experiencia que describe como “infernal” y asevera que con el tiempo se ha dado cuenta de que “se trata, en efecto, de una secta”.
Se identifica como “una víctima de la secta Vida Sana” y sostiene que era “un grupo coercitivo que sometía a sus miembros a la voluntad del líder y de sus allegados más cercanos”.
Mecanismo de victimización: “las sectas se presentan como víctimas ante la sociedad”
A principios de julio de 2024, tuvo lugar el Congreso Internacional de ICSA (Asociación Internacional de Estudios sobre Sectas, por sus siglas en inglés), en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona.
El evento contó con la participación de expertos internacionales y españoles en manipulación psicológica y sectas coercitivas, reuniendo a unos 250 asistentes. Entre los participantes se encontraban profesionales de la ayuda en este ámbito, investigadores, abogados, educadores, exmiembros de grupos de persuasión coercitiva y familiares.
María Rosa Boladeras, fue honrada como "la madrina de todas las asociaciones españolas que trabajan en el ámbito de los grupos que practican la coerción sectaria"
Durante el encuentro, se rindió un cálido homenaje a María Rosa Boladeras, en reconocimiento a su destacada trayectoria. Fue honrada como "la madrina de todas las asociaciones españolas que trabajan en el ámbito de los grupos que practican la coerción sectaria".
La pionera y reconocida experta en sectas, la Sra. Boladeras, confiesa que lo “pasó muy mal cuando su hijo se hizo adepto de la secta Hare Krishna durante varios meses”, a inicios de la década de 1980. A sus 93 años, recuerda que pensó que “eso no podía ser”. Motivada por su experiencia, fundó desde la ciudad condal, AIS Pro Juventud (Asesoramiento e Información sobre Sectas) con el objetivo de combatir este tipo de grupos coercitivos y ofrecer apoyo a las víctimas y sus familiares.
Desde AIS Pro Juventud, la entonces directora del proyecto, Boladeras, declara que “tenía un amplio conocimiento del grupo Vida Sana, así como de las actividades comerciales dedicadas al mercado de productos ecológicos”, un sector que era prácticamente desconocido o inexistente en gran parte del territorio en esa época.
Coincidiendo con el inicio de la década de 1990, la Asociación Vida Sana –perteneciente a la agrupación que le da nombre– interpuso acciones legales civiles y penales contra María Rosa Boladeras por una publicación en la revista Infosect de marzo de 1990, destinada a los socios de AIS Pro Juventud.
M.C.C. afirma haber sido "miembro de una secta durante más de 15 años, que actualmente se ampara bajo la cobertura de la Asociación Vida Sana" en referencia a otro grupo afincado a las afueras de Niza, en el sur de Francia, y que al parecer sería la matriz del “grupo Vida Sana”
El artículo, titulado Testimonio personal Vida Sana, de una autora que se identificaba como M.C.C., que afirmaba haber sido "miembro de una secta durante más de 15 años, que actualmente se ampara bajo la cobertura de la Asociación Vida Sana" en referencia a otro grupo afincado a las afueras de Niza, en el sur de Francia, y que al parecer sería la matriz del “grupo Vida Sana” –tal como profundizaremos en el correspondiente reportaje–, y que se hacía conocer como grupo “Esterista”.
En la demanda contra el artículo, se habría solicitado que la Sra. Boladeras y la víctima –M.C.C. que denunciaba los hechos en el artículo– pagaran más de 300.000 euros (hasta 50 millones de las antiguas pesetas). La Asociación Vida Sana, en calidad de demandante, advertía que, de no cumplirse con las condiciones previamente señaladas, procederían a ejercer las acciones legales pertinentes, tanto penales como civiles, contra las demandadas.
Dos años después, la resolución judicial desestimatoria de la demanda fue confirmada en segunda instancia, al considerar que existía una colisión entre dos derechos fundamentales: “El derecho al honor y el derecho a expresar libremente y difundir el pensamiento, ideas y opiniones, recogidos en los artículos 18 y 20 de la Constitución Española”, y que debía prevalecer el derecho de las denunciadas a manifestar su opinión.
Actualmente y desde hace dos décadas, la Asociación Vida Sana, es una entidad Declarada de Utilidad Pública (DUP) por el Ministerio del Interior y se beneficia de exenciones tributarias, ventajas financieras y administrativas, y tiene la capacidad de acceder a diferentes ayudas y subvenciones.
El psicólogo clínico experto en sectas, Miguel Perlado, y fundador de la asociación especializada en cuestiones de sectas y abuso psicológico la AIIAP (Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico), señala que “en las agrupaciones con características sectarias, es común que aquellos que desempeñan el papel de inductores, ya sea el líder o su círculo más cercano, adopten una postura de victimismo. Esta dinámica les permite eludir la responsabilidad por sus acciones y, a la vez, proyectar la culpa en los demás”.
Se presentan como víctimas de una supuesta incomprensión o incluso de una persecución sistemática. Este mecanismo de victimización no solo pretende desdibujar la realidad de sus acciones, sino que también busca ganar simpatía y justificar su comportamiento ante el resto. Este tipo de sectas coercitivas se presentan como víctimas ante la sociedad
MIGUEL PERLADO, psicólogo clínico experto en sectas
Cuando enfrentan críticas o cuestionamientos sobre sus prácticas, suelen revertir la situación. “Se presentan como víctimas de una supuesta incomprensión o incluso de una persecución sistemática. Este mecanismo de victimización no solo pretende desdibujar la realidad de sus acciones, sino que también busca ganar simpatía y justificar su comportamiento ante el resto. Este tipo de sectas coercitivas se presentan como víctimas ante la sociedad”, sentencia Perlado.
Desde este medio, consideramos con un alto grado de certeza que el citado grupo de personas y empresas mantendrá el mismo patrón de conducta que ha demostrado en el pasado, esta vez en respuesta a la difusión de la presente información. No obstante, en cumplimiento de nuestro compromiso con el derecho a la información y la libertad de prensa, procedemos a su publicación.
En el artículo de InfoSect mencionado, la autora que se identifica como M.C.C., y en alusiones a la Asociación Vida Sana, señalaba que "esta asociación está compuesta por restaurantes vegetarianos, granjas de cultivos biológicos, tiendas de productos dietéticos y de belleza". A pesar de ciertas imprecisiones comerciales en cuanto a las personas que desempeñaban estas actividades a través de las diversas entidades, la autora parece no haber estado desencaminada.
Tal como hemos mencionado anteriormente, este es el primero de una serie de reportajes de investigación que nos permitirá adentrarnos en este grupo: sus orígenes, el inicio y desarrollo de sus actividades, así como las interrelaciones entre algunos de sus miembros y las figuras clave de su cúpula administrativa.
Para ello, llevaremos a cabo entrevistas con testigos directos y recogeremos las opiniones de destacados expertos en sectas coercitivas, tanto a nivel nacional como internacional. También consultaremos a diferentes cuerpos de seguridad del Estado y de Cataluña sobre su relación con este tipo de agrupaciones.
Un grupo “destructivo”, con orígenes en Francia
El perito y psicólogo clínico especializado en grupos sectarios desde hace tres décadas, Miguel Perlado, asegura a este medio que, a finales de la década de 1990, tuvo acceso a un expediente de la Unión Nacional de Asociaciones de Defensa de las Familias y Personas Víctimas de Sectas (UNADFI, por sus siglas en francés). Este archivo contenía documentación detallada sobre las actividades de la “organización Vida Sana". Perlado accedió a esta información en el marco de su colaboración durante dos lustros con AIS Pro Juventud y con UNADFI, una entidad con más de 50 años de trayectoria y con una sólida presencia en toda Francia.
"A través de la Asociación Vida Sana, también se ofrecían cursos de dietética, naturismo, consultas y conferencias, lo que facilitaba la captación de nuevos miembros”, que en muchos casos “eran personas con graves problemas personales, como discapacidades, adicciones, desempleo o conflictos familiares, etc”, desglosa el análisis
Esta parte ha tenido acceso a esa misma información, y resulta especialmente revelador el nivel de detalle con que se describe el funcionamiento y los orígenes de “Vida Sana”. Según el análisis de la documentación de UNADFI, la organización empezó a ganar relevancia en España a partir de 1975, cuando su líder, junto con un grupo de seguidores en Barcelona, puso en marcha un ambicioso proyecto que incluía la apertura de “restaurantes vegetarianos, tiendas de productos dietéticos y la promoción de cultivos ecológicos. A través de la Asociación Vida Sana, también se ofrecían cursos de dietética, naturismo, consultas y conferencias, lo que facilitaba la captación de nuevos miembros”, que en muchos casos “eran personas con graves problemas personales, como discapacidades, adicciones, desempleo o conflictos familiares, etc”, desglosa el análisis.
El documento también menciona que varios de los seguidores de "Vida Sana" trabajaban en diferentes áreas del grupo, mientras que otros eran enviados a la sede en Francia para recibir tratamiento o participar en curas. Algunos, después de pasar por el grupo, se establecían en las cercanías con el objetivo de encontrar trabajo y contribuir económicamente.
Sin embargo, la información de UNADFI reconoce que determinar el número exacto de adeptos es complicado debido a la constante movilidad entre las sedes de Niza y Barcelona. El reporte también señala la presencia de seguidores tanto en la capital de la Costa Azul (del francés, Côte d'Azur), como en París.
Uno de los episodios más trágicos relatados en dicha documentación describe el suicidio de un hombre en la década de 1980. “Intentó suicidarse en varias ocasiones” hasta que, finalmente, el 20 de mayo de 1986, a la edad de 32 años, “se arrojó desde su habitación al vacío. Estaba casado y tenía una hija”
Uno de los episodios más trágicos relatados en dicha documentación describe el suicidio de un hombre en la década de 1980, tras su vinculación con el grupo instalado en la región meridional del país galo. Este individuo habría entrado en contacto “a través de la Asociación Vida Sana en 1981” y, tras asistir a varios congresos, “fue contratado como cocinero en una de las oficinas de la empresa Vida Sana”. A medida que pasaba el tiempo, su estado emocional se deterioró: cayó en una profunda depresión, sintiéndose atrapado en un ciclo destructivo. Se afirma que “intentó suicidarse en varias ocasiones” hasta que, finalmente, el 20 de mayo de 1986, a la edad de 32 años, “se arrojó desde su habitación al vacío. Estaba casado y tenía una hija”.
El texto califica al grupo como una “secta destructiva”, destacando el impacto negativo que su influencia podía tener en los miembros más vulnerables, quienes en muchos casos sufrían graves consecuencias emocionales y psicológicas tras su paso por el grupo. También destaca que los niños y niñas "no estaban escolarizados ni vacunados".
Asimismo, relata que “Vida Sana generaba muchos beneficios, buena parte de los cuales pasaba a Francia” y que no tienen claro cómo ni por qué, ya que “es muy difícil detectar la evasión de divisas y el destino final de los fondos”.
“Captada por el grupo Vida Sana”
Agnès, que usa un pseudónimo para proteger su identidad, declara que “fue captada por el grupo Vida Sana a finales de la década de 1970, cuando tenía poco más de 20 años”. Su llegada al grupo fue facilitada por un familiar que ya formaba parte de él. Desde Barcelona, Agnès relata que, al principio, veía a Vida Sana como un colectivo moderno, abierto y democrático, donde todos podían expresarse y actuar según sus capacidades.
Las dinámicas incluían sesiones nocturnas para fomentar el conocimiento mutuo, en las que se debatían supuestos temas filosóficos y se realizaban ejercicios que parecían artísticos. Sin embargo, con el tiempo, esa aparente libertad se convirtió en un control absoluto sobre sus acciones y pensamientos.
De la misma manera M.C.C. cuenta que, al principio de su participación en la comunidad situada en las afueras de Niza, en la costa gala, que dio origen al "grupo Vida Sana", “le pareció liberarse y conducirse hacia su propia liberación”.
El psicólogo especialista en sectas, Miguel Perlado, cuenta con una amplia experiencia atendiendo a más de una decena de pacientes y familiares vinculados al grupo, incluidas algunas de las personas entrevistadas en este reportaje, mientras que otras han declinado por "no querer revivir el trauma"
El psicólogo especialista en sectas, Miguel Perlado, con amplia experiencia atendiendo a más de una decena de pacientes y familiares vinculados al grupo, incluidas algunas de las personas entrevistadas en este reportaje –mientras que otras han declinado por "no querer revivir el trauma"–, asegura que “muchos de los afectados se unieron al grupo atraídos por un programa que, al principio, parecía interesante, estimulante, alternativo e incluso loable en ciertos aspectos, como ocurre con muchos otros grupos de persuasión coercitiva”.
La mayoría de las experiencias de ingreso al grupo que hemos podido recopilar seguían el mismo patrón: una vez plenamente integrados en la comunidad, conforme se adentraban en esa nueva vida, comenzaban a percibir dinámicas que les resultaban cada vez más alarmantes. Las expectativas con las que llegaron al grupo acabaron contrastando bruscamente con la realidad del entorno en el que se encontraban.
Una de las cosas que más le impactó a M.C.C. fue cuando se les dijo que “se trataba de un grupo hermético y ‘esotérico’ y que, por tanto, tenía que guardar el secreto y no difundir nada ‘fuera’ ya que esta actitud le ayudaría a su desarrollo interior personal y del grupo"
M.C.C., en su testimonio sobre el grupo en el sur de Francia, señala que una de las cosas que más le impactó fue cuando se les dijo que “se trataba de un grupo hermético y ‘esotérico’ y que, por tanto, tenía que guardar el secreto y no difundir nada ‘fuera’ ya que esta actitud le ayudaría a su desarrollo interior personal y del grupo”.
Por su parte, Agnès recuerda que poco tiempo después de unirse a la comuna del “grupo Vida Sana” en Barcelona, sentía una enorme presión por parte del líder para que tuviera hijos, al igual que todo el resto de las mujeres del grupo. “No quería ser madre, pero la presión era constante. Según ellos, ‘si una mujer no tenía hijos, no estaba completa’. Durante mucho tiempo, experimenté una presión abrumadora.”
Nadie tenía relaciones de ningún tipo libremente, las relaciones que teníamos eran controladas e impulsadas por el líder, y al final terminé teniendo hijos. Hacían lo mismo con todas las mujeres; utilizaban a los hijos como una forma de mantenernos dentro del grupo, asegurándose de que aportáramos todos nuestros bienes, ingresos y nuestro trabajo sin recibir ninguna remuneración
AGNÈS, exadepta de la "agrupación Vida Sana"
“Nadie tenía relaciones de ningún tipo libremente, las relaciones que teníamos eran controladas e impulsadas por el líder, y al final terminé teniendo hijos. Y en ese momento, ya quedé completamente atrapada para siempre en esa ‘tribu’ como les gustaba llamarla. Hacían lo mismo con todas las mujeres; utilizaban a los hijos como una forma de mantenernos dentro del grupo, asegurándose de que aportáramos todos nuestros bienes, ingresos y nuestro trabajo sin recibir ninguna remuneración, ‘para garantizar el futuro de nuestros hijos’, decían. Después de todo, ¿qué madre no querría lo mejor para sus hijos? Con esos recursos, se fueron creando diversas empresas y proyectos, como la Asociación Vida Sana y las ferias de BioCultura”, rememora Agnès.
Según su experiencia M.C.C. sostiene que en aquel lugar “unos se convertían en unos desarraigados, sin miramientos ni sentimientos, en los que una mentalidad fría y calculadora les llevaba al éxito, mientras que otros se convertían en unos pobres enfermos de espíritu y alma, incapaces de llegar a nada por ellos mismos y propensos a estados mentales depresivos o neuróticos”. “Este fue mi caso, del cual tardé varios años en salir”, confiesa. También explica cómo “allí el dinero no faltaba y para muchos de los seguidores se convertía en uno de los principales objetivos de sus vidas”.
“Deriva sectaria pseudo-filosófico-ecologista”
El doctor en Derecho Penal y experto en sectarismo criminal, Carlos Bardavío, subraya que las sectas y los grupos de control coercitivo abarcan una amplia variedad de perfiles y no se limitan a un solo ámbito social. Establece que los líderes sectarios o abusadores pueden encontrarse en cualquier sector de la sociedad y en diferentes profesiones.
Plantea que es necesario cambiar la forma en que entendemos a las sectas, ya que su influencia va “más allá del ámbito espiritual o esotérico”. Él prefiere hablar de "mercados" en lugar de grupos específicos, y enumera una serie de sectores donde se desarrollan estas organizaciones, como los sectores de la salud y el bienestar, las finanzas y el coaching financiero, las criptomonedas y la tecnología blockchain, la formación y el desarrollo personal, el emprendimiento, la vida sana y la alimentación, la educación alternativa, y el crecimiento emocional, entre un largo etcétera.
Bardavío, adiciona que “esto indica que la manipulación y el abuso pueden surgir en distintos contextos y sectores, lo que hace necesario un análisis más profundo del fenómeno”.
Por otro lado, la exdirectora de AIS Pro Juventud, Maria Rosa Boladeras, subraya la necesidad de "diferenciar entre los grupos más abiertos y las sectas destructivas", y reconoce que, aunque ambos pueden compartir elementos coercitivos, existen distinciones.
Las sectas destructivas, caracterizadas por su naturaleza hermética y restrictiva, recluyen a sus miembros en espacios de convivencia como comunas, limitando su libertad más allá de las actividades comerciales
MARIA ROSA BOLADERAS, experta en sectas, exdirectora y fundadora de AIS Pro Juventud
Según la experta, los grupos más abiertos permiten a sus miembros conservar una mayor autonomía, ya que mantienen "su propia casa" y solo participan en determinados actos. En cambio, “las sectas destructivas, caracterizadas por su naturaleza hermética y restrictiva, recluyen a sus miembros en espacios de convivencia como comunas, limitando su libertad más allá de las actividades comerciales”.
Miguel Perlado, en este sentido, define a la “organización Vida Sana como una agrupación de deriva sectaria con pretensiones pseudo-filosófico-ecologistas” y explica que “en sus orígenes hacían planteamientos que supieron encontrar mucha resonancia con las inquietudes sociales del momento entre las décadas de 1970 y 1980, en todo el ámbito español, desde Barcelona”.
El especialista en sectas, resalta que “en los orígenes de este grupo existe una mezcla de pensamiento vago de corte teosófico, pseudofilosófico, espiritualista y esotérico, que era parte de lo que se estilaba en la época, así como predicar propuestas de una vida sana o vegetariana al margen de la sociedad, mezclado con pseudoterapias, asociadas a la idea de un despertar espiritual y una armonía con la naturaleza”.
Tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, España experimentó una apertura social, política y cultural que permitió la llegada de nuevas corrientes ideológicas y espirituales, muy presentes ya en otros países de Europa occidental o en Estados Unidos.
En esas décadas los movimientos New Age (del inglés, Nueva Era) fueron especialmente activos en promover una mezcla de creencias y prácticas alternativas, muchas veces alejadas de las religiones tradicionales. Encontraron mucha acogida en las inquietudes sociales del momento, especialmente entre quienes buscaban nuevas formas de espiritualidad y bienestar personal en una época marcada por crisis sociales y un creciente interés en lo holístico y lo ecológico.
Destrucción y eliminación de la identidad
Otra de las víctimas que no se quiere identificar y nacida en la “comuna Vida Sana”, Oriol, declara notablemente afectado: “En ese entorno, se inculcaba la idea de que no debías formar ningún tipo de lazo, ni con otros miembros internos, ni con el mundo exterior. Cualquier conexión que surgiera era atacada con ferocidad, destruyendo todo vínculo que pudiera ofrecer un rayo de esperanza o apoyo”.
Y qué pasaba con los lazos familiares? Al parecer eran inexistentes. Según Martina otra de las víctimas nacidas en el seno de la “comuna Vida Sana” asegura que “esos vínculos solo se usaban como herramientas de manipulación y extorsión. Los hijos eran tratados como objetos, sin que comprendieran las devastadoras repercusiones de las acciones de sus padres”.
Oriol agrega: “La identidad familiar se desdibujaba y se destruía hasta eliminarse, y en la mayoría de casos nunca supimos quiénes eran realmente nuestros padres y en muchos casos incluso nuestras madres, ya que suplantaban a la auténtica, también. Supuestamente ‘todos éramos hijos e hijas del líder’. Era un vacío emocional, un abismo que nos dejaba sin rumbo y sin pertenencia. Realmente, fue muy duro”.
“Todo el afecto, si en realidad existía de algún tipo, tenía que pasar por el líder o sus personas de confianza, pero nunca podía existir ningún tipo de relación o vínculo entre los individuos dentro del grupo, y fuera del grupo, todavía menos. El problema es que tales afectos en realidad eran otra cosa”, declara Martina.
Una de las principales expertas de la Policía Nacional –que también nos pide que no desvelemos su identidad–, y responsable en el Plan Operativo de actuación y coordinación policial contra las sectas coercitivas destructivas, responsable en el Plan Operativo de actuación y coordinación policial contra las sectas coercitivas destructivas, señala que según su experiencia “la situación es especialmente delicada cuando se trata de menores que han estado recluidos en grupos sectarios desde su nacimiento. Estos niños han normalizado comportamientos sin haber recibido pautas previas de valores o principios, más allá de los que les han inculcado en el interior del grupo”.
El adoctrinamiento de menores es un proceso diferente al de los adultos, ya que los niños son como un cuaderno en blanco sin principios previos que puedan adaptar o cambiar. Esto significa que su desarrollo se puede moldear completamente según las enseñanzas de la agrupación, lo que complica aún más la intervención a nivel psicológico o psiquiátrico
EXPERTA EN SECTAS DE LA POLICÍA NACIONAL, anónima
“El adoctrinamiento de menores es un proceso diferente al de los adultos, ya que los niños son como un cuaderno en blanco sin principios previos que puedan adaptar o cambiar. Esto significa que su desarrollo se puede moldear completamente según las enseñanzas de la agrupación, lo que complica aún más la intervención a nivel psicológico o psiquiátrico”, concluye la oficial de la Policía Nacional.
Es pertinente señalar que, mediante el correo [email protected], las personas tienen la posibilidad de informar de manera anónima y confidencial a agentes especializados sobre presuntas actividades ilícitas vinculadas a sectas destructivas.
A los niños se les separa de sus padres y se les mantiene en espacios cerrados, privados de cuidados básicos, lo que termina quebrantando su espíritu. Cuando estos niños son reclutados por grupos coercitivos, quedan atrapados en situaciones que limitan sus derechos y desarrollo
REPRESENTANTE DE UNADFI, SUR DE FRANCIA , anónima
Una representante de UNADFI en el sur de Francia, quien ha optado por mantener el anonimato, comparte su experiencia directa con los grupos de persuasión coercitiva. Afirma que en estos colectivos, tanto las prácticas abusivas como el maltrato y la negligencia son frecuentes, especialmente hacia los menores. "A los niños se les separa de sus padres y se les mantiene en espacios cerrados, privados de cuidados básicos, lo que termina quebrantando su espíritu", asegura.
Enfatiza la importancia del “derecho que tienen a disfrutar de su infancia y a vivir con sus familias. Los adultos, padres y madres, deben asegurar que los niños puedan desarrollar su potencial y convertirse en ciudadanos normales. Cuando estos niños son reclutados por grupos coercitivos, quedan atrapados en situaciones que limitan sus derechos y desarrollo”, sentencia.
Pseudoterapias: en contra de la vacunación y la medicina
La que fuera una niña nativa de la "comunidad Vida Sana”, Martina, recuerda cómo ella y las demás criaturas les “alimentaban principalmente de avena con agua o manzana hervida. Si teníamos suerte, podíamos acceder a otros cereales caducados, restos de la empresa que distribuía alimentos y otras, o cuando accidentalmente caía algún saco en los almacenes, lo recogían y lo reservaban para nuestras dietas. Algunos llegaron a romperse dientes porque a veces había piedras mezcladas en la comida. Vivíamos en un estado de hambre permanente y enfermábamos constantemente".
Oriol recuerda que, "después de las comidas, solíamos escondernos para comer migajas de pan mohoso y viejo, que se utilizaba para alimentar a las gallinas en fincas que producían huevos ecológicos para la venta. Si nos descubrían, a quienes consideraban responsables de estos actos eran castigados, a menudo recluidos en un cuarto, muchas veces bajo llave, a oscuras y sin comida durante días o incluso semanas, sobreviviendo solo con jugos de frutas".
Nuestro comportamiento se consideraba un problema de salud. Hablaban de 'falsa personalidad'. Si enfermabas, no encajabas en alguna dinámica o no podías trabajar por agotamiento, te aislaban durante días o semanas, según el caso, y solo te proporcionaban jugos de limón, cebolla o agua, recluyéndote bajo llave en una habitación. Supuestamente, esto formaba parte de un sistema naturista de sanación, terapia o algo así
MARTINA, niña nacida en la "comuna Vida Sana"
Martina se reitera en los hechos y señala que "nuestro comportamiento se consideraba un problema de salud. Hablaban de 'falsa personalidad'. Si enfermabas, no encajabas en alguna dinámica o no podías trabajar por agotamiento, te aislaban durante días o semanas, según el caso, y solo te proporcionaban jugos de limón, cebolla o agua, recluyéndote bajo llave en una habitación. Supuestamente, esto formaba parte de un sistema naturista de sanación, terapia o algo así".
También explica que “en el grupo estaban totalmente en contra de la vacunación y de la medicina. Todo giraba en torno a la idea de una vida alternativa supuestamente natural y saludable. Si te enfermabas, simplemente te ponían a dieta de jugos y esperaban que te mejoraras solo".
La entonces pequeña Martina, recuerda haber “estado semanas enferma, sin tratamiento, hasta que la enfermedad cedía. No importaba si era una gastroenteritis, apendicitis, neumonía u otra cosa; todo se trataba igual. Hubo casos graves de daños muy severos. Si no había más remedio, acudían al hospital”. No recuerda haber tomado jamás ningún medicamento, igual que el resto de niños, ya que “estaban estigmatizados y prohibidos”. “Ninguno de nosotros estaba vacunado, debido a la postura antivacunas y antimedicamentos del grupo. Muchos probablemente siguen sin vacunarse, aunque algunos, años después de escapar del control del grupo, nos vacunamos por conciencia propia", declara.
Aunque se seguía una dieta vegetariana y naturista, eso no evitaba que la gente enfermara, y en muchas ocasiones era necesario acudir al médico. Hubo casos de hepatitis y otras enfermedades infecciosas, y ella misma relata haber sufrido una pleuroneumonía que la llevó al borde de la muerte
M.C.C., exadepta de la comuna del sur de Francia
Según M.C.C., refiriéndose al grupo de las cercanías de Niza, en la parte meridional de Francia, “la tiranía y la injusticia que reinaba no producían los mismos efectos en todos los adeptos”. Explica que "aunque se seguía una dieta vegetariana y naturista, eso no evitaba que la gente enfermara, y en muchas ocasiones era necesario acudir al médico. Hubo casos de hepatitis y otras enfermedades infecciosas, y ella misma relata haber sufrido una pleuroneumonía que la llevó al borde de la muerte".
La documentación de UNADFI, en relación al grupo afincado en la Costa Azul, en el país galo y por extensión a la sede de Barcelona, describe que “uno de los puntos más importantes es que los niños no estaban escolarizados ni vacunados”.
Explotación infantil: “Éramos esclavos”
Martina, quien vivió cerca de 20 años en reclusión desde su nacimiento en la comuna del "grupo Vida Sana", afirma que “era una organización que empleaba extorsión, maltrato físico y psicológico, así como diversos abusos de forma metódica, sistemática y automatizada para obtener sumisión y recursos económicos, afectando principalmente a menores y mujeres mediante explotación infantil y otras prácticas”.
Bajo el lema ‘cada día es lunes’, los días se sucedían sin fin, hasta perder la noción del tiempo. Reemplazábamos a trabajadores de baja o ausentes, o cubríamos necesidades de aumento de producción y ventas de las distintas empresas. Nosotros llegábamos antes que los trabajadores y nos íbamos muchas horas después. Éramos esclavos
MARTINA, niña nacida en la "comuna Vida Sana"
Rememora con enorme dureza su infancia y adolescencia, que describe como extenuantes y aterradoras. “No existían horarios fijos para las comidas ni momentos de descanso; bajo el lema ‘cada día es lunes’, los días se sucedían sin fin, hasta perder la noción del tiempo. Reemplazábamos a trabajadores de baja o ausentes, o cubríamos necesidades de aumento de producción y ventas de las distintas empresas. Nosotros llegábamos antes que los trabajadores y nos íbamos muchas horas después. Éramos esclavos”, denuncia.
También revive cómo, “desde altas horas de la madrugada, debíamos ir a trabajar en alguna de las empresas del grupo, quedarse en la comuna cocinando o limpiando para el resto, trabajar en obras de construcción en alguna de las muchas propiedades que poseían –que supuestamente eran de todos–, o realizar labores en campos de cultivo y restaurantes o almacenes de productos biológicos, según las demandas empresariales del momento”. Y espeta con voz entrecortada por la angustia: “Era un infierno de abusos y trabajos forzados”.
En documentos que ha accedido esta parte, se evidencia cómo, en un escrito firmado por varios niños y niñas que crecieron confinados en el "grupo Vida Sana", dirigido a la cúpula de dicha organización, se relatan los abusos y explotación a los que fueron sometidos durante su infancia y adolescencia. En el escrito, describen con detalle los "severos trabajos" en nombre de la "creación y desarrollo de Vida Sana".
Los testimonios indican que, durante los años en los que deberían haber estado escolarizados –pero no lo estaban–, se les forzaba a realizar diversas "tareas equivalentes a jornadas laborales e incluso más", bajo el pretexto de “talleres laborales”. Así lo confirma Oriol, el exmiembro nativo que pasó 23 años en la “comuna Vida Sana”, quien detalla: “Estas labores incluían desde trabajos agrícolas en los campos explotados por el grupo, hasta tareas en diversas empresas creadas por la organización, como almacenes de distribución de alimentos, panaderías y pastelerías ecológicas, entre otras”.
Agrega: “Participábamos activamente en las ferias de BioCultura organizadas por la Asociación Vida Sana en toda España, lo que implicaba ausentarnos de las clases regulares incluso en los pocos períodos en que estábamos escolarizados, y, por supuesto, sin recibir ningún tipo de remuneración. Decían que era para el ‘proyecto del que algún día seríamos beneficiarios’”. Los firmantes, al igual que Oriol, denuncian haber sido utilizados como mano de obra en actividades puramente comerciales, “violando su derecho a la educación durante el período de escolarización obligatoria”, denuncia la víctima.
Un catedrático y un doctor en economía y finanzas, quienes han sido consultados para esta investigación, tras un análisis exhaustivo de los hechos y la documentación, aseguran que los testimonios confirmarían que "la agrupación Vida Sana empleó a menores de edad durante largos períodos en diversas tareas comerciales, lo cual evidenciaría una obtención irregular de recursos
Un catedrático y un doctor en economía y finanzas –que declinan identificarse–, quienes han sido consultados para esta investigación, tras un análisis exhaustivo de los hechos y la documentación, aseguran que los testimonios confirmarían que "la agrupación Vida Sana empleó a menores de edad durante largos períodos en diversas tareas comerciales, lo cual evidenciaría una obtención irregular de recursos. Al integrar estas actividades en su supuesto sistema educativo bajo el nombre de 'talleres laborales', la agrupación evitaba compensar económicamente a los menores, y aun si lo hubiera hecho, seguiría siendo un claro caso de explotación infantil".
Estos mismos especialistas en la materia también señalan que "esta práctica ilegal es común en organizaciones vinculadas a estafas coercitivas, tal como han evidenciado los diversos testimonios que han surgido en los últimos años".
Martina, por su parte, cuenta que cuando el grupo enfrentaba presión por no escolarizar a los niños y niñas, utilizaban el argumento de la "escuela en casa". En ese contexto, “durante algunos meses contrataron a una profesora, pero en realidad no se ofrecían clases regulares, excepto al principio, durante unas pocas semanas”, aclara.
Explica que esa supuesta educación "nunca se concretó en nada" y que el grupo solo realizaba acciones aisladas para defender públicamente la educación en el hogar como un derecho reconocido en algunos países europeos
Asimismo, explica que esa supuesta educación "nunca se concretó en nada" y que el grupo solo realizaba acciones aisladas para defender públicamente la educación en el hogar como un derecho reconocido en algunos países europeos. Sin embargo, la realidad era muy distinta: "Durante mucho tiempo no tenía ni la educación primaria ni la secundaria, y muchos otros en mi situación tampoco", destaca la que entonces fuera una niña dentro de la comuna de la “agrupación Vida Sana”.
Oriol denuncia que "en numerosas ocasiones, cuando algunos de nosotros nos negábamos a trabajar en este régimen de esclavitud porque ya no podíamos soportarlo, éramos golpeados y recluidos durante días o semanas en habitaciones oscuras, donde solo nos daban jugo de frutas o agua para ‘corregir nuestra falsa personalidad’. La misma situación se presentaba cuando enfermábamos, y muchas veces necesitábamos hospitalización porque sus ‘remedios naturales’ no eran efectivos, lo que en algunos tuvo consecuencias que persisten hasta hoy".
Y advierte, que “estos hechos hoy día serían constitutivos de delitos de trata de seres humanos según el Artículo 177.bis del Código Penal vigente, en vigor desde 2010, que prohíbe la captura y explotación de personas, especialmente menores, sobre todo si se utilizan medios de engaño o violencia
Un jurista también preguntado por este medio –que prefiere también mantener el anonimato–, y una vez analizado los hechos que se habrían producido y la documentación, señala que “el grupo habría actuado obteniendo recursos de manera irregular y promoviendo la explotación infantil a través de coacciones y maltrato”. Y advierte, que “estos hechos hoy día serían constitutivos de delitos de trata de seres humanos según el Artículo 177.bis del Código Penal vigente, en vigor desde 2010, que prohíbe la captura y explotación de personas, especialmente menores, sobre todo si se utilizan medios de engaño o violencia. También subraya que “se considera irrelevante el consentimiento de la víctima, sobre todo si son menores y por ende especialmente vulnerables y sobre todo si se vulnera su derecho a la educación en la edad obligatoria”.
"Si la explotación laboral infantil ocurrió antes de la entrada en vigor de la Ley Orgánica 5/2010, que incorporó la tipificación específica de la trata de personas en el Código Penal español, estos actos quedarían impunes. Sin embargo, habrían sido juzgados bajo otros delitos ya contemplados en el Código Penal vigente en ese momento. Antes de 2010, la explotación infantil en forma de trabajos forzosos o condiciones análogas a la esclavitud podría haberse procesado en base a las leyes de protección de menores y los derechos fundamentales de los trabajadores en relación al Código Penal vigente de la época y normativa internacional", analiza.
Desde una perspectiva amplia, la trata de seres humanos es un problema grave que afecta a numerosos países, tanto pobres como en los más desarrollados. Si bien la mayoría de los casos que llegan a los tribunales en España (85,1%) están relacionados con la explotación sexual, la explotación laboral, también parte de este delito, permanece en gran medida invisibilizada. De hecho, esta solo representa un 10% de los casos conocidos, una cifra que no refleja la magnitud de “la esclavitud del siglo XXI”, tal como señala el comité español de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Según estimaciones de Naciones Unidas, en Europa la explotación sexual representa menos del 40% de los casos de trata, lo que sugiere que la explotación laboral es mucho más frecuente de lo que indican los datos oficiales
Según estimaciones de Naciones Unidas, en Europa la explotación sexual representa menos del 40% de los casos de trata, lo que sugiere que la explotación laboral es mucho más frecuente de lo que indican los datos oficiales. Investigaciones apuntan a que en España existen más casos de trata laboral que los que actualmente se denuncian.
Maltrato físico y palizas cotidianas en “un régimen de terror permanente”
Lamentablemente, la violencia constante era la realidad cotidiana en las instalaciones del “grupo Vida Sana”. Martina describe al líder de la comuna y a la cúpula de este grupo como personas extremadamente violentas. Explica que “por cualquier motivo y sin razón aparente te daban golpes y palizas constantes”.
La que entonces era una niña, relata cómo el día a día dentro de la “comuna Vida Sana” se había convertido en “un régimen de terror permanente”, especialmente “durante el día, cuando las madres y los padres estaban ausentes. Ella recuerda que, en algunas ocasiones, cuando llegaban y veían a sus hijos en ese estado tras episodios de brutalidad extrema, algunas madres y padres incluso se desmayaban o sufrían ataques de pánico. En algunos casos, estas reacciones eran respondidas con aún más violencia, mediante palizas dirigidas a los progenitores. En otras ocasiones, intentaban aplacar la situación convocando a todos los miembros de la comuna en plena noche, para reprenderles por no estar de acuerdo con la violencia extrema que el líder y la cúpula ejercían sobre sus hijos e hijas.
Oriol, otro testimonio cuenta que uno de los motivos que le llevaron a presentar una denuncia fue una paliza brutal de varias personas de la “comuna Vida Sana” hacia él, tras negarse a trabajar. “Me tomaron por sorpresa varios adultos y me golpearon duramente, entre varios de ellos. Me arrastraron a una zona trasera de la comuna y siguieron golpeándome con puñetazos en la cara y el estómago. Cuando caí al suelo de cemento, me propinaron innumerables patadas en el estómago, las costillas; pisoteaban mi cabeza, con patadas frontales en la cara. Solo querían que le diera un beso al líder, que participaba activamente en la paliza, como muestra de disculpas por negarme a trabajar, y que le prometiera que seguiría trabajando”.
No sucumbí a sus peticiones, y la paliza y el ensañamiento continuaron. Estaban como locos, fuera de control. Había sangre por todas partes. Entonces, recurrieron a unas barras de hierro y comenzaron a golpearme con ellas. En ese momento pensé que iba a morir
ORIOL, niño nacido en la "comuna Vida Sana"
“No sucumbí a sus peticiones, y la paliza y el ensañamiento continuaron. Estaban como locos, fuera de control. Había sangre por todas partes. Entonces, recurrieron a unas barras de hierro y comenzaron a golpearme con ellas. En ese momento pensé que iba a morir. Con mucho esfuerzo, levanté la mano y les rogué que pararan, aceptando hacer lo que me pedían. Les costó un tiempo detenerse, hasta que perdí el conocimiento. Al despertar, les dije que sí a todo lo que me pidieron”, admite.
Su recuperación llevó meses, durante los cuales no recibió ningún medicamento y le resultaba imposible dormir de noche por el dolor. “Hasta hoy, aún conservo una desviación en el tabique nasal que me impide respirar con normalidad, debido a aquel episodio”.
Testigos rememoran cómo estos episodios no eran aislados, sino que formaban parte de la rutina diaria. Al caer la noche, cuando los padres regresaban y encontraban a los niños en esos estados, se les decía que era una “cura contra la falsa personalidad”. Por eso, para muchos de esos pequeños, trabajar en las empresas del “grupo Vida Sana” representaba una suerte, ya que les permitía escapar temporalmente de las golpizas y abusos diarios a los que el líder y su círculo sometían a todos en la comuna durante el día.
Aseguran que las palizas no solo eran constantes, sino que “comenzaban desde la infancia, incluso con bebés de menos de un año”. El líder y sus personas de confianza justificaban estas brutalidades hacia los neonatos, argumentando que era necesario actuar antes de que desarrollaran un “falso yo y una falsa personalidad”.
También detallan cómo todo estaba meticulosamente planeado: el líder y la cúpula de la comuna decidían quién y cómo debía ser castigado, en lo que parecía un “exorcismo” continuó contra el “falso yo”, que imponían a través de una violencia extrema y constante, basada en lo que ellos consideraban la conducta y evolución adecuada dentro de la “comuna Vida Sana”.
Según los testimonios, toda la comunidad vivía paralizada por el miedo, sin atreverse a cuestionar nada. La incertidumbre de no saber por qué ni cuándo se desataría otra paliza o castigo mantenía a todos en una obediencia absoluta.
Abusos sexuales, también a menores
Agnès recuerda como “estar en la secta era una pesadilla. La presión psicológica para que me acostara con el líder era abrumadora; te acosaba sin parar. Si te negabas, te forzaba. Era aterrador. Pasé tanto tiempo sintiéndome atrapada, lidiando con el horror de lo que me pedía, cuestionando si lo que pensaba era correcto
AGNÈS, exadepta de la "comuna Vida Sana"
Agnès recuerda como “estar en la secta era una pesadilla. La presión psicológica para que me acostara con el líder era abrumadora; te acosaba sin parar. Si te negabas, te forzaba. Era aterrador. Pasé tanto tiempo sintiéndome atrapada, lidiando con el horror de lo que me pedía, cuestionando si lo que pensaba era correcto. Cada día era un dilema entre mi voluntad y su control. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero me sentía completamente impotente”.
En el documento de UNADFI ya mencionado con anterioridad, y referido al grupo instalado a las afueras de Niza, en Francia, se asegura que existía un “plan sexual” y que el líder del grupo “nunca dudaba en acostarse con cualquier chica menor o mayor de edad”.
M.C.C. confirma que se trataba una práctica normalizada: “El sexo jugaba un papel importante, allí, en aquel mundo hermético, se convertía en algo obsesivo. El líder no se privaba de acostarse con la chica o la mujer que él deseaba”.
M.C.C. confirma que se trataba una práctica normalizada: “El sexo jugaba un papel importante, allí, en aquel mundo hermético, se convertía en algo obsesivo. El líder no se privaba de acostarse con la chica o la mujer que él deseaba”
Para los más pequeños, al haber crecido en ese entorno aislado y no estar escolarizados, tal como explica Oriol, "no conocíamos otra realidad y vivíamos con un miedo profundo que nos inculcaron desde el nacimiento: fuera del grupo, todos estaban infectados con el SIDA, y nos decían que ‘las relaciones solo eran seguras dentro del grupo’". Además, señala que "para introducir a los más pequeños, menores de edad, en esta dinámica, había personas designadas, que eran el propio líder o miembros de la cúpula".
Visiblemente afectado por el recuerdo, revive con profundo dolor sus propias experiencias de abusos, así como las de otras niñas y niños. "Después de cada una de esas experiencias, ya no volvías a ser el mismo. Incluso en ese entorno, donde parecía que era algo normal, terminaba siendo de una violencia extrema para quienes lo sufríamos. Algo dentro de ti se rompía para siempre. La reacción inmediata de muchos de nosotros era quedarnos absortos durante largo tiempo, aislándonos del resto. Estos episodios solían ocurrir cuando la mayoría de los adultos estaban trabajando en las diferentes empresas, y el líder, junto con sus cargos de confianza, nos asaltaban".
Desgarrado y con un tono de profunda tristeza, Oriol nos confiesa: "Aún siento un gran sufrimiento por lo que nos hicieron, y me duele profundamente recordar a esos otros niños y niñas completamente destrozados por dentro, sin saber qué hacer ni a dónde acudir. En algunos casos, intentaron quitarse la vida o se obsesionaron con esa idea".
Martina se reitera sobre estas declaraciones. Siendo también menor de edad en el grupo, no olvida como “el abuso físico, sexual y verbal era habitual y cotidiano”. Explica, severamente afectada, que ella huyó sola varias veces, siendo menor, a principios de la década del 2000: “Empecé a sufrir agresiones sexuales continuadas, con más frecuencia, durante mi adolescencia”.
Estos abusos fueron cometidos por varios miembros, y casi siempre bajo la dirección del líder o de otros miembros de la cúpula. Ellos consideraban estos actos como algo legítimo, nos trataban como si fuéramos una creación de su obra maestra naturista que no se podía ser contaminada por el mundo exterior, meras propiedades suyas, concebidas para satisfacer sus deseos, y la de sus allegados
MARTINA, niña nacida en la "comuna Vida Sana"
“Estos abusos fueron cometidos por varios miembros, y casi siempre bajo la dirección del líder o de otros miembros de la cúpula. Ellos consideraban estos actos como algo legítimo, nos trataban como si fuéramos una creación de su obra maestra naturista que no se podía ser contaminada por el mundo exterior, meras propiedades suyas, concebidas para satisfacer sus deseos, y la de sus allegados”, relata la víctima.
A lo que agrega: “Dado que no teníamos ningún tipo de vínculo con nuestros padres biológicos, en la mayoría de los casos ellos lo ignoraban. Nosotros no buscábamos su ayuda ni acudíamos a ningún otro lugar. No sabíamos dónde ir. Era un verdadero infierno”.
Entre 1995 y 1996, se presentaron denuncias de algunas de esas criaturas, ya en su adolescencia, a las que esta parte ha tenido acceso. En ellas se describían los hechos relatados en este reportaje, siempre con mucha cautela, conscientes de que sus hermanos, hermanas, progenitores y otros familiares seguían formando parte del grupo y ellas no tenían a dónde ir, lo que las obligaba a regresar, aunque no desearan hacerlo bajo ninguna circunstancia. Posteriormente, bajo el seguimiento de los servicios sociales, aunque solo fuera por unas semanas, encontraban un pequeño alivio en medio de aquel infierno.
En una de las denuncias citadas, dos menores y una adulta exponen que ponen en conocimiento las irregularidades con las que han convivido dentro del “grupo Vida Sana” y relatan cómo el líder tenía relaciones sexuales con todas las chicas que había dentro del grupo y que incluso con chicos.
El psicólogo clínico especializado en sectas coercitivas, Miguel Perlado, quien ha trabajado con hasta una decena de exmiembros del "grupo Vida Sana", afirma a este medio que muchos de sus pacientes coincidieron en describir los abusos sexuales como una práctica común dentro de la vida en la comuna. Estos abusos afectaban tanto a adultos como a menores de ambos sexos y eran perpetrados por el líder y personas de su confianza dentro de la cúpula administrativa"
El psicólogo clínico especializado en sectas coercitivas, Miguel Perlado, quien ha trabajado con hasta una decena de exmiembros del "grupo Vida Sana", afirma a este medio que "muchos de sus pacientes coincidieron en describir los abusos sexuales como una práctica común dentro de la vida en la comuna. Estos abusos afectaban tanto a adultos como a menores de ambos sexos y eran perpetrados por el líder y personas de su confianza dentro de la cúpula administrativa", –sin revelar las identidades de las víctimas en cumplimiento del secreto profesional y de la legislación de protección de datos vigente–. De hecho, subraya que, "precisamente, un contexto sectario se caracteriza por la institucionalización del abuso como medida de transformación personal o espiritual".
Michel Gilbert es el presidente de la Red Parental Europa, organización cofundadora de la Federación RedUne en 2003, y lidera una incansable lucha contra el sectarismo y los abusos, con un enfoque particular en la protección de menores frente a la pedocriminalidad, que abarca delitos como abuso sexual, explotación y tráfico de niños.
En declaraciones para EcoAvant.com, Gilbert subraya la relevancia de fechas como el 18 de noviembre, Día Mundial de Concienciación sobre las Sectas y Día mundial contra la explotación, los abusos y la violencia sexuales contra los niños y niñas; y el 20 de noviembre, aniversario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Aunque esta convención, firmada en 1989, ha sido ratificada por casi todos los países, Gilbert denuncia que sus principios “no se aplican ni respetan adecuadamente, ni en Europa ni en España”.
Aplicar los derechos recogidos en la Convención permitiría detener a gurús, desmantelar sectas y proteger a los menores retenidos. No se tomaron medidas oportunas para amparar a los menores –de la “agrupación Vida Sana”–, incumpliendo los compromisos de protección infantil
MICHEL GILBERT, presidente de Red Parental Europa
El presidente de la Red Parental Europa estima que en España hay alrededor de 100.000 menores atrapados en sectas y lamenta la falta de acción gubernamental para combatir estas situaciones. “Aplicar los derechos recogidos en la Convención permitiría detener a gurús, desmantelar sectas y proteger a los menores retenidos”, afirma. Gilbert pone como ejemplo el caso de la “agrupación Vida Sana” –de la que tiene conocimiento por su paso por AIS Pro Juventud–, donde considera que “no se tomaron medidas oportunas para amparar a los menores, incumpliendo los compromisos de protección infantil”.
Además, advierte que el sectarismo ha evolucionado, diversificándose hacia movimientos como los antivacunas, esquemas piramidales de marketing multinivel y otras formas de manipulación y control mental. Para Gilbert, estas nuevas expresiones del sectarismo representan un desafío urgente que las autoridades no pueden seguir ignorando. En este contexto, la Red Parental Europa señala un desafío fundamental para la educación, "instando a los Ministerios de Educación a incorporar desde la escuela primaria la enseñanza del pensamiento crítico y el manejo responsable de los medios".
El lavado de cerebro y el control mental
A lo largo del tiempo, diversos expertos y expertas han introducido una variedad de términos para describir grupos que operan bajo patrones de control psicológico. Conceptos como “secta”, “secta coercitiva”, “grupo de deriva sectaria”, “sectas destructivas”, “de manipulación psicológica” o “de persuasión coercitiva” se han empleado para definir este tipo de comportamiento. Aunque varían en su denominación, todos coinciden en un aspecto fundamental: el control mental ejercido sobre sus miembros.
Conversando con la exdirectora y fundadora de AIS Pro Juventud, María Rosa Boladeras, enfatiza la relevancia de las palabras y su significado para definir las cosas con precisión. Extrae un tríptico informativo y nos señala que fue creado por la entidad que dirigía. “Aquí se describe perfectamente el significado de una secta destructiva, y por más que se intente modificar, sigue siendo vigente para identificar a estas organizaciones”, señala.
¿Qué es una secta destructiva? Es un movimiento totalitario que se presenta bajo la apariencia de una asociación o grupo religioso, cultural, científico, terapéutico, etc., que exige devoción absoluta de sus miembros hacia una persona o idea. “Esta definición continúa siendo vigente”, sentencia Boladeras
En la introducción del folleto se puede leer: “¿Qué es una secta destructiva? Es un movimiento totalitario que se presenta bajo la apariencia de una asociación o grupo religioso, cultural, científico, terapéutico, etc., que exige devoción absoluta de sus miembros hacia una persona o idea. Utiliza técnicas de manipulación, persuasión y control para alcanzar los objetivos del líder o grupo (poder y dinero), provocando en los adeptos una dependencia total del grupo y/o líder, en detrimento de sus relaciones familiares y sociales". “Esta definición continúa siendo vigente”, sentencia Boladeras.
El experto en Salud Mental y doctor en Influencia Indebida por la Universidad Fielding (California), Steven Hassan, y uno de los mayores expertos mundiales en el estudio de las sectas, con casi cinco décadas de trayectoria, afirma –en conversaciones también para este medio– que “aunque muchos consideran el control mental como algo ambiguo o místico, en realidad se trata de un conjunto de técnicas que determinan cómo una persona piensa, siente y actúa”.
Como investigador, el Dr. Hassan ha desarrollado lo que denomina como el modelo BITE (del inglés Comportamiento, Información, Pensamiento y Emociones; Behavior, Information, Thought and Emotion). Este método de análisis describe cómo los grupos manipuladores ejercen control sobre las personas en cuatro áreas: regulan y dominan el comportamiento de sus miembros; controlan el flujo de información mediante la censura de perspectivas externas; manipulan el pensamiento de sus adeptos utilizando técnicas psicológicas que moldean creencias y actitudes, suprimiendo el pensamiento crítico y promoviendo la conformidad; y finalmente, manipulan las emociones para crear dependencia y lealtad, la culpa y el adoctrinamiento basado en el miedo.
Uno de los principales obstáculos es que las víctimas a menudo no se reconocen como tales. Muchas normalizan comportamientos coercitivos, convencidas de que actúan de forma voluntaria, aunque en realidad su voluntad ha sido manipulada
EXPERTA EN SECTAS DE LA POLICÍA NACIONAL, anónima
La experta de la Policía Nacional del Plan Operativo de actuación y coordinación policial contra las sectas coercitivas destructivas señala cómo enfrentan diversas dificultades en la investigación de delitos relacionados con este tipo de grupos. “Uno de los principales obstáculos es que las víctimas a menudo no se reconocen como tales. Muchas normalizan comportamientos coercitivos, convencidas de que actúan de forma voluntaria, aunque en realidad su voluntad ha sido manipulada. Este manejo se basa en técnicas de control que distorsionan su percepción de la libertad, lo que les dificulta identificarse como víctimas a pesar de que sus decisiones no son realmente libres”, analiza.
El Sargento del Área de Análisis de la Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra de Catalunya –que tampoco quiere desvelar su identidad–, acumula también mucha experiencia sobre el terreno del ámbito de las sectas, en todo el territorio catalán. Nos explica desde su punto de vista profesional especializado cómo “el principal objetivo de las estrategias de abuso psicológico es conseguir subyugar la voluntad de los miembros del grupo a la voluntad del líder y sus cargos de confianza, y a partir de aquí se derivan otros objetivos como el económico, la explotación laboral e incluso la inducción a los miembros a cometer todo tipo de delitos, aunque no todos los grupos tienen los mismos objetivos o prioridades”.
La psicóloga clínica, Margarita Barranco, es otra de las voces expertas en sectas coercitivas en todo el territorio español. Lleva décadas investigando grupos de manipulación psicológica, tanto en su ámbito profesional como a través de RedUne (Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de Debilidad), desde donde colabora activamente con diversas fuerzas de seguridad, entre ellas, la estrecha cooperación con el suboficial de los Mossos d’Esquadra que hemos entrevistado.
Reflexiona sobre el hecho de que el término "secta" sigue siendo el más conocido, al referirse a este tipo de grupos, a pesar de intentos de cambiarlo por parte de diferentes especialistas. Asegura que, al margen de la denominación, el punto en común de todos ellos y “el principal objetivo de quienes fundan estas agrupaciones es el poder". En un sentido amplio el control sobre las personas, el económico y la información que existe dentro de estos”.
Para los líderes, la mayor satisfacción radica en tener control total sobre sus adeptos, logrando que estos hagan lo que quieran, cuando, como y donde lo deseen. El líder y sus personas de confianza son las que mandan y los adeptos son sometidos a esa lógica de poder. Es el máximo objetivo que tienen este tipo de grupos
MARGARITA BARRANCO, psicóloga clínica especializada en sectas y miembro de RedUne
“Para los líderes, la mayor satisfacción radica en tener control total sobre sus adeptos, logrando que estos hagan lo que quieran, cuando, como y donde lo deseen. El líder y sus personas de confianza son las que mandan y los adeptos son sometidos a esa lógica de poder. Es el máximo objetivo que tienen este tipo de grupos”, arguye la psicóloga.
Barranco argumenta de manera concluyente que “a partir de este punto de control absoluto, las agrupaciones de orientación sectaria, utilizan cualquier medio basándose en que ‘el fin justifica los medios’. Todo vale, ya que todo se acaba justificando. Los métodos son brutales”, sentencia.
Por otro lado, el Sargento de los Mossos d’Esquadra, advierte sobre algunos de los principales indicadores que presentan las personas que estarían siendo influenciadas por algún tipo de grupo de deriva sectaria. Considera que el proceso varía en función de la persona: “Normalmente se suele observar su distanciamiento de la familia, de las amistades y la adquisición de un nuevo entorno de referencia”.
Pueden producirse cambios en la forma de vestir, en los hábitos alimenticios, en los temas de conversación e incluso en el lenguaje, con la adopción de un nuevo vocabulario que el grupo define de manera particular, distinto al uso común
SARGENTO DE LOS MOSSOS D'ESQUADRA EXPERTO EN SECTAS, anónimo
Aduce que “pueden producirse cambios en la forma de vestir, en los hábitos alimenticios, en los temas de conversación e incluso en el lenguaje, con la adopción de un nuevo vocabulario que el grupo define de manera particular, distinto al uso común”.
La psicóloga clínica Barranco, se reitera sobre las palabras del suboficial. Expone que “para detectar si alguien está siendo influenciado por una secta, se debe estar atenta a si se observan cambios en sus hábitos, amistades, apariencia y aislamiento. Asimismo, indica que “aunque algunas de estas señales son comunes en la adolescencia, es importante ser precavidas”.
“En la actualidad, las redes sociales facilitan la captación, presentando contenidos atractivos y secretos que hace que los miembros se sientan especiales y aislados de su entorno. Las sectas manejan una doble fachada: una imagen externa accesible y otra interna muy cerrada. Salir de una secta es difícil debido al control emocional y psicológico que ejercen sobre sus miembros”, examina.
Al respecto de esta cuestión, Steven Hassan ha investigado profundamente el fenómeno y subraya la importancia de comprender cómo las personas abandonan sus creencias para adoptar otras nuevas. Hassan, resalta que “el lavado de cerebro no anula a la persona, sino que establece un nuevo sistema de creencias y una identidad diferente, que en muchos casos deja una profunda huella psicológica y grandes secuelas difíciles de sanar, como resultado del adoctrinamiento”.
Steven Hassan nos describe cómo a los 19 años fue captado por la Iglesia de la Unificación, también conocida como la Secta Moon. Al recordar su salida del grupo, describe su vivencia como un "despertar de una pesadilla". En sus propias palabras, afirma: “¡Yo sé que el lavado de cerebro es real! Lo viví cuando fui parte de la Secta Moon en mi juventud. ¡Me habría suicidado si me lo hubieran ordenado! Así es como operan”
Él mismo nos describe cómo a los 19 años fue captado por la Iglesia de la Unificación, también conocida como la Secta Moon. Al recordar su salida del grupo, describe su vivencia como un "despertar de una pesadilla". En sus propias palabras, afirma: “¡Yo sé que el lavado de cerebro es real! Lo viví cuando fui parte de la Secta Moon en mi juventud. ¡Me habría suicidado si me lo hubieran ordenado! Así es como operan”. Lo que pone de manifiesto la gravedad de la manipulación psicológica ejercida por este tipo de organizaciones.
El psicólogo clínico experto en sectas coercitivas, Miguel Perlado, ha identificado varias secuelas comunes en personas que dejan de formar parte de una comunidad o grupo sectario, y muy concretamente en exmiembros del “grupo Vida Sana”. Destaca “efectos frecuentes como un daño profundo en la identidad, con traumas permanentes, que dificultan la vida fuera del grupo: en definitiva, efectos postraumáticos muy severos”.
“Me lo arrebataron todo”
Carlos Bardavío, afirma que “cualquier persona puede ser captada por estas sectas”. Los grupos de orientación sectaria coercitiva no solo afectan a personas vulnerables o con problemas previos. Puntualiza que "más del 50% de las víctimas de este tipo de manipulación son personas con estudios superiores y de nivel socioeconómico medio o alto"
El Dr. en Derecho Penal y experto en sectarismo criminal, Carlos Bardavío, afirma que “cualquier persona puede ser captada por estas sectas”. Los grupos de orientación sectaria coercitiva no solo afectan a personas vulnerables o con problemas previos. Puntualiza que "más del 50% de las víctimas de este tipo de manipulación son personas con estudios superiores y de nivel socioeconómico medio o alto".
Agnès es un testimonio conmovedor de esta realidad. Al mirar hacia atrás en su vida, recuerda cómo, al principio, fue persuadida por el “grupo Vida Sana”. “El proyecto consistía en establecer una comunidad donde varias personas convivían y, al mismo tiempo, desarrollar empresas en el ámbito ecológico”, dice.
Convencida de que se trataba de un futuro prometedor para ella y sus hijos, comenzó a despojarse de sus bienes y rentas, que eran significativos, para invertirlos en lo que creía que sería su "hogar y el de sus hijos". Además, pensaba que sus aportaciones financiarían iniciativas mercantiles “para la descontaminación del Planeta y que en el futuro serían para sus hijos”.
Sin embargo, la realidad se reveló muy diferente a la que le habían prometido, como para otros exmiembros del grupo. A principios de la década del 2000, cuando ya había entregado todos sus bienes, rentas y trabajo al grupo, Agnès fue expulsada violentamente de lo que había sido su hogar y el de sus hijos durante cerca de 30 años. “El líder y varios miembros de la cúpula del grupo Vida Sana se presentaron en mi habitación durante la noche y me llevaron hasta la calle entre golpes e insultos, tirándome mis pocas pertenencias”, relata. “Me dijeron que no volviera, que tuviera cuidado con quien hablaba, y me recordaron que uno de mis hijos todavía estaba bajo su control”, rememora.
Descarnada y sola, Agnès no tuvo más opción que llamar a un familiar fuera del grupo que la acogió y le ofreció refugio, marcando así el comienzo de un doloroso camino hacia la recuperación. Ahora se lamenta: “Di todos mis bienes, mis rentas, mi trabajo y mi vida; y me lo arrebataron todo”.
Los grupos sectarios los aíslan deliberadamente, haciéndoles creer que solo el grupo es válido y que la sociedad externa es negativa. Al salir, las personas se sienten solas y desorientadas, sin saber cómo reintegrarse a la sociedad
MARGARITA BARRANCO, psicóloga clínica especializada en sectas y miembro de RedUne
La psicóloga clínica, Margarita Barranco, explica que una de las principales dificultades para quienes salen de un grupo sectario es el aislamiento que experimentan, ya que suelen perder contacto con su familia, amigos y entorno previo. “Los grupos sectarios los aíslan deliberadamente, haciéndoles creer que solo el grupo es válido y que la sociedad externa es negativa. Al salir, las personas se sienten solas y desorientadas, sin saber cómo reintegrarse a la sociedad”, alega. Compara esta experiencia con el “despertar de un estado de coma tras años de estar dormido y desconectado del mundo exterior, lo que les provoca una gran confusión”.
También resalta cómo los grupos sectarios “llegan a anular la autonomía de las personas, impidiéndoles tomar decisiones básicas” y pone de relieve que “este control va más allá de cuestiones simples, afectando decisiones importantes como dónde vivir, cómo vestirse o qué estudiar, lo que demuestra el profundo impacto de las sectas en la vida de sus miembros”.
El abogado y Dr. Carlos Bardavío, realza el importante avance que ha logrado la Policía Nacional en los últimos años, especialmente desde la pandemia. Han implementado el Plan Operativo de actuación y coordinación policial contra las sectas coercitivas destructivas. Al mismo tiempo, otros cuerpos, como un grupo de la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra de la Policía Autonómica de Cataluña, también están involucrados en esta tarea. Sin embargo, subraya que “tanto los fiscales como los jueces no cuentan con la formación adecuada para abordar estos casos de manera efectiva”.
Una asociación Declarada de Utilidad Pública (DUP)
En 1996, mientras se estarían desarrollando los hechos descritos por las diferentes partes en este reportaje, varias figuras destacadas del ámbito político, institucional y medioambiental presentaron solicitudes ante el Ministerio del Interior para que la Asociación Vida Sana obtuviera la DUP
En 1996, mientras se estarían desarrollando los hechos descritos por las diferentes partes en este reportaje, varias figuras destacadas del ámbito político, institucional y medioambiental presentaron solicitudes ante el Ministerio del Interior para que la Asociación Vida Sana obtuviera la Declaración de Utilidad Pública (DUP).
Entre las más relevantes se encuentran, Cristina Narbona Ruiz, entonces secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda durante el gobierno de Felipe González; Domingo Jiménez-Beltrán, director ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente en Copenhague desde 1994 hasta 2002; Lluís Boada i Domènech, director de Programas de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona; Xavier Casas i Masjoan, regidor de Salud Pública del mismo Ayuntamiento, entre otros representantes de entidades e instituciones del sector.
Es razonable suponer que estas personas, que apoyaron la declaración de Utilidad Pública para la Asociación Vida Sana, no lo habrían hecho de haber tenido un mínimo conocimiento de algunos de los hechos que estarían ocurriendo en paralelo.
La obtención de la Declaración de Utilidad Pública (DUP) ofrece numerosos beneficios, entre ellos exenciones fiscales, ventajas económicas y administrativas, además de facilitar el acceso a subvenciones y licitaciones donde este reconocimiento es un requisito fundamental. El 17 de mayo de 2005, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la concesión de esta condición a la Asociación Vida Sana.
En documentación a la que este medio ha tenido acceso, destacan varios proyectos clave, entre los cuales sobresale Red Ecoestética, un programa cuyo objetivo es aumentar el uso de cosmética ecológica y natural en actividades relacionadas con la estética. Este proyecto contó con el respaldo del programa Empleaverde, una iniciativa de la Fundación Biodiversidad, entidad del sector público creada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en el marco del Programa Operativo Adaptabilidad y Empleo del Fondo Social Europeo.
El proyecto Red Ecoestética se habría ejecutado entre noviembre de 2011 y noviembre de 2012 con un presupuesto de 141.199 euros, de los cuales el 67% fue financiado por el Fondo Social Europeo. Simultáneamente, el Proyecto Red Ecoestética II, que se desarrolló en las mismas fechas, dispuso de un presupuesto de 130.486 euros, con una aportación del 69% del mismo fondo europeo.
El proyecto Red Ecoestética se habría ejecutado entre noviembre de 2011 y noviembre de 2012 con un presupuesto de 141.199 euros, de los cuales el 67% fue financiado por el Fondo Social Europeo. Simultáneamente, el Proyecto Red Ecoestética II, que se desarrolló en las mismas fechas, dispuso de un presupuesto de 130.486 euros, con una aportación del 69% del mismo fondo europeo.
En las Memorias correspondientes al ejercicio 2015, se menciona como socio honorífico y fundador de la Asociación Vida Sana al líder del denominado "grupo Vida Sana". En dicho documento, se faculta a la presidenta de la entidad para presentar solicitudes de subvenciones en nombre de la Asociación ante varias instituciones, incluyendo el Ajuntament de Barcelona, la Diputació de Barcelona, la Generalitat de Catalunya, la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Cultura. Asimismo, figuran las subvenciones recibidas en 2014, entre ellas, 8.000 euros de la Fundación Biodiversidad y 65.248,58 euros del programa Life+.
Otro de los proyectos destacados es la Maleta pedagógica: del huerto a casa… pasando por la escuela, que se habría introducido en los centros educativos con un enfoque pedagógico holístico. Esta iniciativa, destinada al curso escolar 2015-2016, se propuso como un programa de educación ambiental, global, interdisciplinar y transversal, orientado a la promoción de la agricultura y alimentación ecológica, con el patrocinio de La Caixa, la participación de la Fundación Triodos y una acción del Pla d’Acció per a l’Alimentació y la Agricultura Ecológicas de la Generalitat de Catalunya para potenciar la creación de nuevos puntos de cultivo hasta llegar a la práctica totalidad de las escuelas catalanas.
Margarita Barranco, señala dos de las principales dificultades en el ámbito educativo relacionadas con las sectas. Primero, “algunas entidades avalan a estos grupos sin saber que son sectarios, y les autorizan para operar”. Segundo, “hay profesores que forman parte de estos grupos sectarios y que imparten clases, lo que perpetúa su influencia en el sistema educativo y afecta la calidad de la enseñanza”
La especialista en grupos de coacción, Margarita Barranco, señala dos de las principales dificultades en el ámbito educativo relacionadas con las sectas. Primero, “algunas entidades avalan a estos grupos sin saber que son sectarios, y les autorizan para operar”. Segundo, “hay profesores que forman parte de estos grupos sectarios y que imparten clases, lo que perpetúa su influencia en el sistema educativo y afecta la calidad de la enseñanza”.
En las Memorias de Actividades de 2023 de la Asociación Vida Sana, se detalla la organización de talleres dirigidos al público infantil, en los que habrían participado 6.000 niños y niñas.
Incluir la “persuasión coercitiva” de las sectas en el Código Penal
La Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de Debilidad (RedUNE) entregó a finales de septiembre cerca de 300.000 firmas, en el Congreso de los Diputados, para pedir a los grupos parlamentarios que se ponga en marcha una propuesta de ley con el fin de incluir la definición de “persuasión coercitiva” en un artículo del Código Penal.
El objetivo es dar a los jueces un instrumento que ahora no tienen, para de esta manera poder condenar cuando una víctima denuncie manipulación psicológica por parte de un grupo, un líder o cualquier persona
JUANTXO DOMÍNGUEZ, presidente de RedUne
Tal como declara el presidente de RedUNE, Juantxo Domínguez, para EcoAvant.com, “el objetivo es dar a los jueces un instrumento que ahora no tienen, para de esta manera poder condenar cuando una víctima denuncie manipulación psicológica por parte de un grupo, un líder o cualquier persona”.
Explica que la iniciativa de recolectar firmas para tipificar penalmente la persuasión coercitiva "nació a raíz del caso de Patricia Aguilar, una española captada por una secta en Perú", y contó desde el principio con el respaldo de organizaciones como la Asociación de Víctimas de Testigos de Jehová y Psicólogos sin Fronteras.
Domínguez afirma que la inclusión de la "persuasión coercitiva" en el Código Penal ofrecería una protección integral a todas las víctimas de violencia, “abarcando no solo la violencia de género y la trata de personas, sino también las dinámicas abusivas con las que operan las sectas coercitivas, grupos pseudo-terapéuticos, organizaciones piramidales y otras formas por el estilo”.
Señala que países como Francia, Bélgica, Luxemburgo y el Reino Unido ya han incorporado hace años en su legislación conceptos como "persuasión coercitiva" y "abuso de debilidad", aplicables a diversas relaciones sociales. Asimismo, ha destacado que "España precisa una regulación legal que criminalice de forma agravada la promoción, constitución, organización y la coordinación o dirección de una organización coercitiva".
El Dr. en Derecho Penal y experto en sectarismo criminal, Carlos Bardavío, ha logrado dos sentencias pioneras como abogado de las víctimas. La primera fue contra el Lama Losel, quien fue condenado por manipulación psicológica con fines sexuales. La segunda, en diciembre de 2023, calificó a los Testigos de Jehová como “secta destructiva” en un juzgado de Torrejón de Ardoz.
Asimismo, Bardavío es el autor del texto de la propuesta para modificar el Código Penal español, la cual fue presentada en el Congreso de los Diputados con el respaldo de 300.000 firmas. Esta iniciativa busca incorporar una definición legal de la "persuasión coercitiva", un área que, según el abogado especializado, está poco clara en la legislación actual y ha limitado el impacto de la ley en delitos de manipulación psicológica y coerción.
Es fundamental aclarar que esta propuesta no es una ley antisectas; se trata de una legislación contra un comportamiento criminal específico, aplicable sin importar el grupo o la relación en la que ocurra
CARLOS BARDAVÍO, doctor y abogado experto en sectarismo criminal
El experto insiste en que “es fundamental aclarar que esta propuesta no es una ley antisectas; se trata de una legislación contra un comportamiento criminal específico, aplicable sin importar el grupo o la relación en la que ocurra”. Aparte, menciona que “el Tribunal Supremo ya ha reconocido la existencia de la persuasión coercitiva en casos como el de los Miguelianos”, lo que pone de manifiesto la necesidad de una tipificación penal clara para abordar esta problemática.
El Dr. Bardavío, para la redacción del texto legal, se ha apoyado en una amplia base de estudios psicológicos y en numerosas sentencias internacionales que respaldan la realidad de este fenómeno, y que reflejan su impacto en la alteración del juicio y en la autonomía de las víctimas. Acentúa, que “a pesar de que el artículo 515.2 del Código Penal fue creado para penalizar a asociaciones o grupos que recurren a la violencia, el control o la manipulación de la personalidad, este artículo ha sido aplicado solo una vez en 30 años, debido a su falta de precisión sobre lo que constituye control o alteración de la personalidad”.
De otra parte, expone que el artículo en cuestión “no aborda la responsabilidad de líderes y miembros activos”. La modificación podría ayudar a la sociedad y al sistema judicial a entender mejor las dinámicas de manipulación que enfrentan las víctimas de grupos coercitivos y explica que estas personas no son "tontas" o "débiles", sino que han sido vulneradas en su autonomía a través de técnicas de “control psicológico sutil y progresivo”.
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Agradecimientos especiales
- · A todos los testimonios por su valentía al acceder a las entrevistas para este reportaje.
- · Maria Rosa Boladeras, pionera y reconocida experta en sectas, fundadora y exdirectora de AIS Pro Juventud (Asesoramiento e Información sobre Sectas).
- · Juantxo Domínguez, presidente de RedUne (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad).
- · Margarita Barranco, psicóloga clínica miembro de RedUne (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad).
- · Miguel Perlado, psicólogo clínico y psicoterapeuta experto en sectas, fundador de la Asociación para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP).
- · Carlos Bardavío, doctor en Derecho Penal y experto en sectarismo criminal.
- · Michel Gilbert, presidente de la Red Parental Europa.
- · Responsables del Plan Operativo de actuación y coordinación policial contra las sectas coercitivas destructivas. Policía Nacional.
- · Àrea de Anàlisi de la Comissaria General d’Informació dels Mossos d’Esquadra de Catalunya.
- · Steven Hassan, doctor en Influencia Indebida por la Universidad Fielding (California), uno de los mayores expertos mundiales en el estudio de las sectas. Freedom of Mind.
- · Unión Nacional de Asociaciones de Defensa de las Familias y Personas Víctimas de Sectas (UNADFI).
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