El Día Internacional de la Fraternidad Humana 2025 se celebra cada 4 de febrero desde el año 2021 con el objetivo de promover el entendimiento, el respeto mutuo y el diálogo entre personas de diferentes culturas y religiones.
El 4 de febrero celebramos el Día Internacional de la Fraternidad Humana con el objetivo de promover la paz en el mundo, el desarrollo sostenible y la unión de esfuerzos de la comunidad internacional además de incentivar la tolerancia, la inclusión, el respeto a la diversidad y la solidaridad entre las naciones del mundo y las personas.
Antecedentes de la celebración
La conmemoración de este día tiene sus raíces en los principios fundamentales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creada tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de evitar futuros conflictos y promover la cooperación internacional en diversas áreas, incluyendo la defensa de los derechos humanos y la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
A lo largo de los años, la comunidad internacional ha adoptado diversas iniciativas para fortalecer la cultura de la paz y la convivencia. En 1997, la Asamblea General de proclamó el Año Internacional de la Cultura de la Paz, seguido en 1998 por la declaración del Decenio Internacional de una Cultura de Paz y No Violencia para los Niños del Mundo (2001-2010). Estos esfuerzos culminaron en 1999 con la adopción de la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, un mandato universal que reconocía que la paz no es solo la ausencia de guerra, sino un proceso dinámico basado en el entendimiento mutuo y la cooperación.
En octubre de 2010, la ONU proclamó la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional, subrayando la importancia del diálogo entre religiones para fomentar la comprensión y la coexistencia pacífica. Esta iniciativa sentó las bases para el reconocimiento de la fraternidad humana como un valor esencial para la construcción de sociedades más inclusivas y resilientes.
El 4 de febrero de 2019 marcó un hito en la historia del diálogo interreligioso con la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común, suscrito en Abu Dabi por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayeb. Este histórico acuerdo, también conocido como Declaración de Abu Dabi, reafirma la importancia de la unidad entre los pueblos y la necesidad de erradicar el extremismo, el odio y la discriminación en todas sus formas. Este fue el documento que inspiró la promulgación de este día para reforzar el mensaje de solidaridad y comprensión entre las diferentes culturas y religiones del mundo.
Qué se entiende por fraternidad humana
Etimológicamente, el término “fraternidad” proviene del latín fraternitas, que significa frater (hermano) e inus (pertenencia). Por tanto, hace referencia al afecto o vínculo entre hermanos o hermandad.
En un sentido más amplio, la fraternidad humana se entiende como el vínculo de solidaridad, respeto y cooperación que une a todas las personas, independientemente de su origen, cultura, religión o ideología. Se basa en el reconocimiento de que todos compartimos una misma humanidad y, por lo tanto, tenemos la responsabilidad de convivir en paz, con justicia y armonía. Este concepto implica valores fundamentales como la igualdad, la dignidad, la empatía y la tolerancia, promoviendo un mundo donde las diferencias no sean motivo de división, sino una riqueza para el entendimiento mutuo.
En el contexto de este día internacional esta idea cobra aún más importancia, ya que se busca fomentar el diálogo interreligioso, la cooperación global y el respeto a los derechos humanos para erradicar la discriminación, el odio y los conflictos.
Premios Zayed a la fraternidad humana
Cada año, este día se conmemora con eventos, conferencias y actividades en distintos países, promoviendo el diálogo interreligioso y el respeto por la diversidad.
Uno de los eventos más destacados de esta celebración es la entrega del Premio Zayed a la Fraternidad Humana, un reconocimiento internacional que honra a personas e instituciones que han realizado contribuciones extraordinarias a la paz, la convivencia y la cooperación interreligiosa. Este premio, inspirado en los valores del jeque Zayed bin Sultán Al Nahyan, fundador de los Emiratos Árabes Unidos, ha sido otorgado a líderes religiosos, activistas y organizaciones que trabajan incansablemente para fomentar el entendimiento mutuo y el bienestar global.
Los premiados de este 2025 son Mia Amor Mottley, primera ministra de Barbados y defensora del cambio climático, la organización humanitaria World Central Kitchen, fundada por el chef español José Andrés, y Heman Bekele, un niño de tan solo 15 años innovador en el sector de la salud (ha inventado un jabón para tratar el cáncer de piel), que se ha convertido en el galardonado más joven en la historia de este premio.
Organizaciones que apoyan el día Internacional de la Fraternidad Humana
Numerosas organizaciones internacionales respaldan la celebración de este día y promueven la fraternidad humana como un pilar fundamental para la paz mundial. Entre ellas, destacan la ONU, que a través de su iniciativa global impulsa el diálogo intercultural; la UNESCO, que fomenta la educación para la paz y la convivencia; y la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC), que trabaja en la promoción del entendimiento entre distintas culturas y religiones. Además, entidades religiosas como el Vaticano, el Centro de Diálogo KAICIID y el Consejo Mundial de Iglesias colaboran activamente en eventos y programas que refuerzan los valores de la fraternidad y la tolerancia. Estas organizaciones desempeñan un papel clave en la difusión de iniciativas y en la construcción de puentes entre comunidades diversas, promoviendo un mundo más inclusivo y armonioso.
Un mundo en búsqueda de fraternidad
En un contexto global marcado por conflictos, migraciones masivas y discursos de odio, la necesidad de fomentar la fraternidad humana es más urgente que nunca. Millones de personas, incluidos refugiados y desplazados internos, se enfrentan a un mundo hostil en el que la intolerancia y la discriminación siguen siendo desafíos persistentes.
Las diferencias han sido utilizadas como motivo de división y esta jornada nos invita a recordar que, por encima de credos y culturas, todos compartimos una misma humanidad. El mensaje de este día no solo se dirige a los líderes religiosos y políticos, sino a toda la humanidad. Nos recuerda que la fraternidad no es un ideal abstracto, sino una responsabilidad compartida para construir un mundo más justo, solidario y pacífico para las generaciones venideras.