El Día Mundial de la Lucha contra la Depresión 2025 se celebra el 13 de enero con el objetivo de aumentar la conciencia global sobre la depresión, romper el estigma asociado a las personas que la sufren, así como promover la búsqueda de ayuda y tratamiento.

Sumario

 

Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión que, establecido para aumentar la conciencia global sobre la depresión, un trastorno mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. La conmemoración de este día busca romper el estigma asociado a la depresión y promover la búsqueda de ayuda y tratamiento.

La historia de este día se remonta a varios años atrás, cuando diversas organizaciones de salud mental comenzaron a resaltar la necesidad de un día específico para abordar este problema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades han jugado un papel crucial en la promoción de este día, organizando campañas y actividades para educar al público sobre la importancia de la salud mental

La depresión es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial y contribuye considerablemente a la carga global de morbilidad (OMS, 2023).

La OMS estima que la enfermedad es una de las principales causas de discapacidad en el mundo y que las pérdidas económicas que provoca exceden un billón de dólares cada año, producto de la apatía y la falta de energía que produce en sus víctimas. Según la Organización Panamericana de la Salud, una de cada cuatro personas experimentará un trastorno de salud mental en algún momento de su vida, siendo la depresión uno de los más comunes y afectando a personas en todas las etapas de la vida. Por este motivo, se dedica este día a informar sobre lo que implica la depresión y se alienta a quienes la padecen a buscar tratamiento.

 

Qué es la depresión y sus tipologías

 

El trastorno depresivo, comúnmente conocido como depresión, es una condición mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. A diferencia de los cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos pasajeros de tristeza, la depresión se caracteriza por un estado de ánimo persistentemente bajo, así como la pérdida de interés o placer en actividades que antes se disfrutaban. Esta enfermedad puede impactar negativamente todos los aspectos de la vida, desde relaciones personales hasta el desempeño en el trabajo o la escuela.

En un episodio depresivo, la persona puede experimentar un estado de ánimo profundamente deprimido, caracterizado por tristeza, irritabilidad o una sensación de vacío, o una pérdida de placer en actividades que antes disfrutaba. Estos episodios, que duran la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas, se diferencian de las variaciones habituales del estado de ánimo.

Síntomas adicionales pueden incluir dificultades para concentrarse, sentimientos de culpa excesiva o baja autoestima, falta de esperanza, pensamientos de muerte o suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso, y una sensación intensa de cansancio o falta de energía.

La depresión afecta todos los aspectos de la vida, desde las relaciones personales hasta el desempeño en el trabajo o la escuela. Los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves, dependiendo de la cantidad e intensidad de los síntomas y su impacto en el funcionamiento de la persona.

Existen diferentes tipos de episodios depresivos: el trastorno depresivo de un solo episodio afecta a quienes experimentan un primer y único episodio; el trastorno depresivo recurrente se refiere a aquellos que han padecido al menos dos episodios depresivos; y el trastorno bipolar, donde los episodios depresivos se alternan con periodos maníacos, caracterizados por euforia, irritabilidad, mayor actividad o energía, aumento de la verborrea, pensamientos acelerados, mayor autoestima, menor necesidad de dormir, distracción y comportamiento impulsivo e imprudente.

 

La depresión es multicausal

 

Las causas de la depresión son diversas y complejas, abarcando una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales. En primer lugar, la predisposición genética juega un papel crucial; aquellos con antecedentes familiares de depresión tienen un riesgo significativamente mayor de padecerla. Además, los desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina pueden contribuir al desarrollo de este trastorno. Condiciones médicas crónicas y ciertos medicamentos también se identifican como posibles desencadenantes.

Desde una perspectiva psicológica, experiencias traumáticas, estrés crónico, baja autoestima y trastornos de la personalidad aumentan la vulnerabilidad a la depresión. Por último, factores ambientales como problemas financieros, la pérdida de un ser querido, el aislamiento social y la falta de apoyo emocional pueden precipitar episodios depresivos. Cada individuo es único, y la interacción de estos factores puede variar, haciendo que la depresión se manifieste de diferentes maneras en cada persona.

 

Alrededor de 280 millones de personas en el mundo padecen depresión

 

Las cifras de la depresión según datos de la OMS son alarmantes: se estima que el 3,8% de la población mundial sufre de depresión, incluyendo un 5% de los adultos, con una incidencia mayor en mujeres (6%) comparado con hombres (4%). Además, el 5.7% de los adultos mayores de 60 años también se ven afectados. En total, alrededor de 280 millones de personas en el mundo padecen esta condición, un 18 % más que hace una década. Las mujeres embarazadas y las que acaban de dar a luz no son una excepción, ya que más del 10% experimentan depresión postparto.

De manera trágica, cada año más de 700.000 personas se suicidan, lo que convierte al suicidio en la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.

A pesar de la existencia de tratamientos eficaces, más del 75% de las personas en países de ingresos bajos y medianos no reciben atención adecuada. Entre las barreras para un tratamiento eficaz se encuentran la falta de inversión en salud mental, la escasez de profesionales capacitados y el estigma asociado a los trastornos mentales.

 

Organizaciones internacionales respaldan este día mundial

 

Diversas organizaciones a nivel mundial respaldan el Día Mundial de la Depresión, promoviendo la concienciación y el tratamiento de este trastorno mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) desempeña un papel crucial en la promoción de la salud mental global, proporcionando datos, recursos y apoyo en la lucha contra la depresión.

La Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH), una organización no gubernamental, ha sido fundamental en la promoción de este día, organizando campañas y actividades para aumentar la conciencia sobre la depresión y otros trastornos mentales. En México, el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CONADIS) trabaja para sensibilizar y orientar a la población sobre la depresión, especialmente en grupos vulnerables.

En Estados Unidos, Mental Health America (MHA) se dedica a la promoción de la salud mental y la prevención de enfermedades mentales a través de la educación, la defensa y los servicios. Estas organizaciones, entre otras, desempeñan un papel vital en la lucha contra la depresión, proporcionando recursos, apoyo y educación para mejorar la salud mental a nivel mundial.

En conclusión, la depresión es un problema de salud pública de proporciones alarmantes que requiere una respuesta integral y coordinada. La falta de acceso a tratamientos adecuados y el estigma asociado a los trastornos mentales agravan la situación. Es imperativo que los gobiernos y las organizaciones internacionales intensifiquen sus esfuerzos para garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención y el apoyo necesarios. Solo a través de la concienciación, la educación y la inversión en recursos de salud mental, podremos enfrentar de manera efectiva esta crisis global y mejorar la calidad de vida de millones de personas.