El Día Mundial de la diabetes 2024, (DMD) es la mayor campaña de sensibilización sobre diabetes del mundo. Se celebra cada año el 14 de noviembre para concienciar sobre las causas, los síntomas y las complicaciones de la enfermedad que ya afecta a más de 400 millones de personas anualmente. La diabetes y el bienestar es el tema elegido para la celebración de 2024-2026.
- Qué es la diabetes
- La diabetes y el bienestar
- 1 de cada 10 adultos del mundo tiene diabetes y casi la mitad no están diagnosticados
- 1.110.100 niños y adolescentes menores de 20 años con diabetes tipo 1
- Prevención de la diabetes
- El crecimiento de la diabetes tipo 1 en la infancia y adolescencia sugiere un fuerte impacto de factores ambientales.
- Insulina: cien años salvando vidas
- El papel de la tecnología en el tratamiento de la diabetes
El Día Mundial de la Diabetes se celebra el 14 de noviembre, fecha que se escogió porque coincide con el aniversario de Frederick Banting, que junto con Charles Best, concibió la idea que les conduciría al descubrimiento de la insulina, en 1922. Esta iniciativa fue creada en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre los riesgos de esta enfermedad. Desde 2006, es un día oficial de las Naciones Unidas por la resolución 61/225. La campaña utiliza el círculo azul como símbolo global de concienciación y busca promover la importancia de combatir la diabetes a nivel mundial.
La FID promueve a nivel internacional la realización de actividades de concienciación que se pueden registrar y consultar en su página web.
Qué es la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo procesa la glucosa (azúcar) en la sangre. Esto ocurre porque el páncreas no produce suficiente insulina (o en algunos casos, el cuerpo no puede utilizarla eficazmente), una hormona necesaria para que las células absorban y utilicen la glucosa como fuente de energía.
Hay varios tipos de diabetes, pero las más comunes son:
- Diabetes tipo 1: En este tipo, el sistema inmunitario ataca y destruye las células productoras de insulina en el páncreas. Esto significa que las personas con diabetes tipo 1 deben tomar insulina a diario para sobrevivir.
- Diabetes tipo 2: En este tipo, el cuerpo no utiliza adecuadamente la insulina que produce, y con el tiempo, puede no producir suficiente. A menudo está relacionada con factores como la obesidad, la falta de actividad física y la genética. Puede ser tratada con cambios en el estilo de vida, medicamentos y, en algunos casos, insulina.
- Diabetes gestacional: Se produce cuando la glucemia es elevada durante el embarazo y puede causar complicaciones tanto a la madre como al niño.
Todos los tipos de diabetes pueden tener graves implicaciones para la salud si no se manejan adecuadamente. Complicaciones como enfermedades cardíacas, problemas renales, daño en los nervios, problemas de visión y otros pueden surgir si los niveles de glucosa en sangre no se controlan.
La diabetes y el bienestar
El lema que se ha elegido para la celebración de 2024-2026 es La diabetes y el bienestar. Millones de personas con diabetes enfrentan desafíos, gestionando constantemente su condición en casa, en el trabajo y en la escuela.
El bienestar de las personas con diabetes depende en gran medida del manejo adecuado de la enfermedad. Esto implica mantener un control riguroso de los niveles de glucosa a través de una dieta equilibrada, ejercicio regular y, en muchos casos, medicamentos o terapia con insulina. Además, la educación y el apoyo emocional son fundamentales para enfrentar los desafíos diarios que presenta la enfermedad, desde la autogestión hasta los efectos en la vida social y laboral.
Un factor crucial para el bienestar de los pacientes con diabetes es el acceso a herramientas y recursos, como dispositivos de monitoreo continuo de glucosa, que permiten ajustar el tratamiento de forma precisa. También es importante contar con una red de apoyo que incluya a familiares, profesionales de la salud y grupos de apoyo, ya que el impacto emocional de la diabetes puede afectar el estado de ánimo, la motivación y la calidad de vida.
En términos de salud mental, la diabetes se asocia con un mayor riesgo de desarrollar ansiedad y depresión. Según los datos de la FID, el 36% de las personas con diabetes experimenta ansiedad relacionada con la enfermedad y el 63% afirma que el miedo a desarrollar complicaciones relacionadas con la diabetes afecta su bienestar. Además, el 28% de las personas con diabetes encuentra difícil mantener una actitud positiva respecto a su condición.
Las personas con diabetes deben ser resilientes, organizadas y responsables, lo que impacta su bienestar tanto físico como mental. Esto subraya la necesidad de un enfoque integral que incluya el bienestar psicológico en el tratamiento. Los avances en telemedicina y aplicaciones de seguimiento de la salud han facilitado el control diario de la enfermedad, pero es esencial que los pacientes tengan acceso a una atención médica integral y personalizada que abarque tanto los aspectos físicos como emocionales de su condición
1 de cada 10 adultos del mundo tiene diabetes y casi la mitad no están diagnosticados
Desde 1980 el número de personas con diabetes en el mundo casi se ha cuadruplicado y es una enfermedad que cuesta vidas. En 2021, se estima que 6,7 millones de adultos entre 20 y 79 años murieron como consecuencia de la diabetes o sus complicaciones, lo que supone una muerte cada 8 segundos. En 2021, se gastaron 966.000 millones de dólares estadounidenses en atención médica para la diabetes y sus complicaciones relacionadas.
Según el Atlas de la Diabetes de la FID (2021), el 10,5% de la población adulta (20-79 años) tiene diabetes, y casi la mitad desconoce que padece esta enfermedad. Para 2045, las proyecciones de la FID indican que 1 de cada 8 adultos, aproximadamente 783 millones, vivirá con diabetes, lo que supone un aumento del 46 %.
Los países con el número más alto de personas mayores de 65 años con diabetes son China, Estados Unidos e India. Estados Unidos ocupa un puesto superior que India en la cantidad de personas mayores de 65 años con diabetes para 2030. Sin embargo, las tendencias prevén que para 2045 India superará a Estados Unidos en la cantidad de personas mayores de 65 años con diabetes
Más del 90% de los diabéticos padecen diabetes de tipo 2, que se debe a factores socioeconómicos, demográficos, medioambientales y genéticos. Los principales factores que contribuyen al aumento de la diabetes de tipo 2 son la urbanización, el envejecimiento de la población, la disminución de los niveles de actividad física y el aumento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad.
1.110.100 niños y adolescentes menores de 20 años con diabetes tipo 1
La incidencia de la diabetes en niños y adolescentes está en constante aumento. En poblaciones de origen europeo, la mayoría de los casos en este grupo son de diabetes tipo 1. Sin embargo, en otras poblaciones como Japón, la diabetes tipo 2 es más común que el tipo 1 en este rango de edad.
Se estima que la incidencia de la diabetes tipo 1 en menores de 15 años está aumentando anualmente un 3 %, y se observan variaciones geográficas significativas. Anualmente se diagnostican alrededor de 98.200 casos de diabetes tipo 1 en niños y adolescentes menores de 15 años, y este número aumenta cuando se incluye el rango de edad de menos de 20 años. En total, se calcula que hay 1.110.100 niños y adolescentes menores de 20 años con diabetes tipo 1 en todo el mundo.
En la actualidad, no existe una intervención efectiva y segura para prevenir la diabetes tipo 1, a pesar de los esfuerzos de investigación. Algunos factores de riesgo débiles, como el sobrepeso y un rápido crecimiento en niños, apuntan a la importancia de llevar un estilo de vida saludable. Sin embargo, existen otros factores relacionados, como no haber sido amamantados, ser el primogénito, nacer por cesárea y tener una madre de mayor edad u obesa.
Prevención de la diabetes
Aunque se busca una "cura" para la diabetes tipo 1, se centra en frenar la destrucción autoinmunitaria de las células beta pancreáticas y proteger las que aún están activas. Aunque no se ha logrado de manera convincente, se están realizando estudios con diversas intervenciones, como insulina oral y medicamentos en investigación.
En cuanto a la prevención terciaria (evitar complicaciones a largo plazo), ya existen enfoques efectivos, pero algunos son costosos. Es necesario aumentar los recursos para estas intervenciones y promover investigaciones sobre prevención primaria y secundaria.
La clave para los esfuerzos futuros de prevención de la diabetes tipo 1 radica en contar con mejores datos sobre su incidencia y prevalencia. Esto respaldará acciones más efectivas en términos de prevención, tratamiento, investigación y políticas. La FID está colaborando con la JDRF en el concepto de un índice global de diabetes tipo 1 para mejorar el enfoque y las decisiones basadas en evidencia.
El crecimiento de la diabetes tipo 1 en la infancia y adolescencia sugiere un fuerte impacto de factores ambientales.
En cuanto a la diabetes tipo 2 se ha demostrado que es posible prevenir o retrasar el inicio a través de la modificación del estilo de vida o el uso de ciertos fármacos. Estudios de diferentes países han evaluado ambas opciones, mostrando que los beneficios de la modificación del estilo de vida pueden durar entre 10 y 23 años. Esta estrategia se ha revelado como una forma efectiva, segura, rentable y preferida de prevención. En cuanto a los fármacos, su eficacia está vinculada al período en que se toman, aunque pueden tener efectos adversos. Por ejemplo, algunos medicamentos pueden causar aumento de peso o efectos secundarios como diarrea, náuseas y vómitos.
A pesar de la clara evidencia de la efectividad en ensayos controlados, la implementación de estrategias de prevención a nivel nacional sigue siendo un desafío. Por un lado, es vital abordar la dieta poco saludable y la inactividad física, principales factores de riesgo modificables para la diabetes tipo 2. También se ha sugerido la implementación de impuestos sobre bebidas azucaradas como medida para reducir la compra y consumo, aunque se necesita más evidencia sobre su eficacia. Se necesitan enfoques coordinados y multisectoriales liderados por la sociedad civil y promovidos a nivel gubernamental para abordar las enfermedades no transmisibles, incluida la diabetes tipo 2.
Insulina: cien años salvando vidas
Hace cien años, el descubrimiento y disponibilidad de la insulina marcó un avance médico extraordinario, transformando la diabetes tipo 1 de una sentencia de muerte a una condición manejable. Sin embargo, en la actualidad, persisten desafíos en el acceso a la insulina. Estos desafíos se centran en dos categorías: asequibilidad y disponibilidad. Factores globales y nacionales, así como sobreprecios en la cadena de suministro, afectan los precios tanto para gobiernos como para individuos.
Algunos países proporcionan insulina de forma gratuita, pero en otros, las personas deben pagar por ella. Además de los altos precios, la disponibilidad de insulina también es un problema. Puede haber falta total o interrupciones en el suministro en ciertas áreas o niveles del sistema sanitario.
A pesar de los programas y esfuerzos existentes, aún persisten barreras en el acceso a la insulina. Para abordar este problema, se requiere un respaldo global que involucre a gobiernos, sector privado y sociedad civil. La transparencia y equidad en las asociaciones, así como la regulación para garantizar productos de calidad, son fundamentales para superar estos desafíos y garantizar un acceso asequible a la insulina para quienes la necesitan.
El papel de la tecnología en el tratamiento de la diabetes
La tecnología desempeña un papel esencial en el manejo de la diabetes al proporcionar una variedad de dispositivos y herramientas que simplifican el seguimiento y control de los niveles de glucosa en sangre. Esto incluye medidores de glucosa continuos, bombas de insulina, aplicaciones móviles y sistemas de monitorización en tiempo real. También existen sistemas avanzados que automatizan la administración de insulina. Además, la tecnología ha facilitado la implementación de la telemedicina y la telesalud, permitiendo un acceso más conveniente a la atención médica. En conjunto, estas soluciones tecnológicas contribuyen significativamente a mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes y a reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.