¿Alguna vez ha dejado de comer huevo porque piensa que puede afectar negativamente a su salud cardiovascular? Es cierto que los huevos contienen colesterol (aproximadamente 210 miligramos por unidad), pero también son una fuente insuperable de nutrientes.
Este alimento presenta un alto contenido de vitaminas y minerales que son esenciales para su salud (Tabla 1). Su incorporación en una dieta balanceada es esencial para reducir el riesgo de muchas patologías y lograr una recuperación adecuada tras la enfermedad.
Los huevos contienen dos carotenoides llamados luteína y zeaxantina. Estos compuestos son captados por la mácula del ojo protegiéndola de su degeneración y el desarrollo de cataratas. Los huevos también contienen colina, que es un componente esencial para la memoria en todas las edades, desde el feto hasta el anciano adulto.
En estudios realizados por nuestro grupo, los voluntarios de distintas poblaciones (niños, adultos jóvenes y mayores, individuos a régimen para perder peso, prediabéticos, diabéticos y otros) consumieron entre 2 y 3 huevos por día.
Se observó que las dos terceras partes de los individuos no incrementaron los niveles de colesterol en sangre tras un mes de tratamiento. Los individuos en los que se observó un incremento de este parámetro mostraron un aumento en los valores tanto de LDL (colesterol malo) y HDL (colesterol bueno) de tal manera que el riesgo de enfermedades cardiovasculares no cambió. En otro estudio en que los sujetos consumieron un huevo por día, se encontró únicamente un incremento en los valores de colesterol bueno (HDL).
Estos resultados indican que no debemos preocuparnos acerca del consumo de huevo y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Estudios epidemiológicos también han demostrado que el consumo de huevo no está asociado a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Al hacer los análisis, los investigadores encontraron que tanto si un individuo consume un huevo por semana como si lo consume a diario, el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares es el mismo.
Por ese motivo los países de Europa, así como India, Corea, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, entre otros, no tienen recomendaciones de colesterol en la dieta. Recientemente, en las guías dietéticas de USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) se ha eliminado el límite superior del consumo de colesterol
¿Qué significa esto? Pues que no hay restricciones de consumo y que las políticas de estos países y de Estados Unidos están de acuerdo en que se puede comer huevo diariamente sin ningún riesgo para la salud cardiovascular.
La importancia de comer bien contra la covid-19
Los resultados preliminares del estudio Nutricovid realizado por el grupo de trabajo de Nutrición de la Sociedad de Endocrinología, Nutrición y Diabetes de la Comunidad de Madrid (Sendimad) indican que la infección por SARS-CoV-2 afecta al estado nutricional, funcional y a la calidad de vida de los pacientes con un pronóstico grave que requieren ingreso en la UCI.
El estudio se ha realizado con la participación de 16 hospitales de la Comunidad de Madrid y un total de 199 pacientes. Los resultados preliminares de este estudio apuntan a que los pacientes con covid-19 presentan un riesgo nutricional desde que se inicia la infección.
Por lo tanto, los autores de esta investigación concluyen que el tratamiento nutricional es una parte fundamental de su cuidado para la recuperación. El huevo es una fuente importante de nutrientes que pueden ser de ayuda en este sentido. Estas recomendaciones están en línea con las propuestas por otros expertos.
La Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM) se ha hecho eco de la relación que existe entre el nivel de vitamina D y el pronóstico de la covid-19, no necesariamente causal. Por eso ha propuesto el empleo de la vitamina, teniendo en cuenta el umbral de seguridad de 10 000 UI/día de colecalciferol o 4 000 UI/día de calcifediol.
Por otra parte, la deficiencia de este nutriente esencial se asocia al riesgo de otras enfermedades crónicas tales como hipertensión, enfermedad cardiovascular, diabetes, algunos tipos de cáncer y sobrepeso y obesidad. Todas estas se han asociado con una progresión grave en caso de infección por SARS-CoV-2. Algunos estudios preliminares apoyan la relación entre la deficiencia de vitamina D, la edad y una infección severa por covid-19, sugiriendo que la deficiencia de la vitamina podría tener un mayor impacto en los jóvenes.
A pesar de que esta vitamina puede sintetizarse por la exposición al sol y puede ser suplementada como fármaco, la contribución a través de la dieta es fundamental y la vía más segura para reducir el riesgo de su deficiencia.
Entre los alimentos que se consideran fuente natural de vitamina D destacan los pescados grasos y el huevo (Tabla 1). Estudios previos realizados por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid sugieren que los huevos son la segunda fuente más importante de vitamina D de la población adulta de la región precedidos por el pescado y seguidos por los productos lácteos, cereales, aceites y carnes.
En estudios realizados por estos mismos investigadores en escolares se observó que la mayor parte de la vitamina D de la dieta procedía de los huevos, seguidos de los cereales, pescados y lácteos. El pescado, a pesar de que es una fuente principal de vitamina D, es un alimento que es rechazado por los más jóvenes y algunos adultos por su sabor, textura y presencia de espinas.
En consecuencia, para no tener que recurrir a los suplementos farmacéuticos, el huevo sería la mejor fuente dietética de vitamina D para la población infantil y adulta.
La importancia durante el embarazo
Las mujeres embarazadas deben consumir huevo para proveer al futuro niño con colina, que ayuda al desarrollo del cerebro y con todas las vitaminas que el huevo tiene. Los niños se benefician de consumir huevo por los mismos nutrientes, colina y vitaminas. Los adultos, al consumir la luteína y zeaxantina, previenen el desarrollo de la degeneración macular y de las cataratas en años posteriores.
Las personas mayores se benefician de consumir el huevo porque es una fuente muy importante de proteína que protege contra sarcopenia o perdida muscular. Los ancianos se benefician también de luteína y zeaxantina, puesto que la degeneración macular es reversible y la colina ayuda a conservar la memoria. El huevo contiene además ácidos grasos omega 6 y 3 que intervienen en la salud visual y mental.
No hay evidencias científicas que apoyen una asociación entre la ingesta del huevo y el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Al contrario. Los huevos son fuentes de nutrientes y de otros componentes bioactivos que protegen contra el riesgo de padecer enfermedades no trasmisibles e infecciosas y contra las consecuencias negativas para la salud de padecer estas patologías. Refuerce su estado nutricional con la incorporación de huevos en su dieta diaria balanceada.