En un paso hacia un mejor control de los mosquitos que transmiten la malaria, los investigadores han mapeado los patrones de resistencia a los insecticidas en los mosquitos Anopheles gambiae en África. El nuevo estudio, publicado en la revista de acceso abierto PLOS Biology por Catherine Moyes y Penélope Hancock de la Universidad de Oxford, Reino Unido, y sus colaboradores, encontró que la resistencia a cinco insecticidas convencionales aumentó drásticamente entre 2005 y 2017.
Cada año se producen más de 400.000 muertes por malaria en todo el mundo, y más de la mitad de todos los casos ocurren en solo seis países del África subsahariana. En los últimos años, el progreso en la reducción de la carga de la malaria en estas áreas ha resultado de la expansión de los programas de control de mosquitos.
Sin embargo, los estudios de campo han sugerido un aumento en la resistencia a los insecticidas entre los mosquitos que transmiten la malaria. Esto podría conducir a una disminución en la efectividad de las intervenciones, como las mosquiteras tratadas con insecticida, que son un pilar de la prevención de la malaria en todo el continente.
En el nuevo estudio, los investigadores analizaron una base de datos publicada de información sobre mosquitos recolectados en todo el África subsahariana continental entre 2005 y 2017. Analizaron 6.423 observaciones en 1.466 ubicaciones diferentes y utilizaron los datos para mapear y modelar cuándo y dónde había surgido la resistencia a los insecticidas en las poblaciones de mosquitos Anopheles gambiae.
La resistencia a los insecticidas aumenta hasta el 98%
En África occidental, la resistencia a los piretroides, la única clase de insecticidas utilizados en todos los mosquiteros tratados, aumentó drásticamente a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el 15% de África occidental tenía mosquitos con resistencia a la deltametrina en 2005, pero en 2017 esto había aumentado al 98%.
En África oriental, la resistencia a los piretroides aumentó en menor grado, expandiéndose del 9% al 45% de la región. Se observaron aumentos similares entre las poblaciones de mosquitos resistentes al DDT, un químico utilizado a menudo para la pulverización en interiores para matar los mosquitos transmisores de la malaria.
"La rápida propagación de la resistencia en grandes partes del África subsahariana indica la necesidad urgente de cuantificar la eficacia de las diferentes estrategias de manejo de la resistencia y comprender el impacto de la resistencia en la transmisión y el control de la malaria", dicen los autores.
"Las relaciones entre la resistencia a los insecticidas y la prevalencia de la malaria son actualmente poco conocidas, pero hay evidencia de que la resistencia puede reducir la eficacia de los mosquiteros tratados con piretroides estándar que han desempeñado un papel clave para lograr reducciones en la prevalencia de la malaria en África durante el período 2000-2015", recuerdan.
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