El último viernes del mes de noviembre (este año, el día 24) se celebra el Black Friday. Se trata de una moda importada de la cultura anglosajona y por la que se va a la caza de la máxima oferta en muchos productos y servicios; y una práctica que se está extiendo cada vez más y ha llegado al campo de la Medicina Estética.
Es atractivo lograr uno de estos tratamientos al mejor precio, y a uno más barato de lo habitual pero, ¿esto es realmente seguro para el paciente? ¿Se emplearán los productos más indicados para cada caso? Así, son numerosas las clínicas que, aprovechando esta fecha tan señalada, lanzan ofertas sobre productos y tratamientos de medicina estética, a pesar de que, por ejemplo, el código deontológico rechace campañas de rebajas sobre cualquier tratamiento médico.
La medicina estética es un tratamiento médico
El código deontológico rechaza campañas de rebajas sobre cualquier tratamiento médico
Y es que, tal y como denuncia la especialista en Medicina Estética, la doctora Dina Moctezuma, la medicina estética, lamentablemente, se ha convertido en los últimos años en un servicio de belleza y se ha perdido a nivel de muchos centros la noción de que es un tratamiento médico. "Los tratamientos médicos, como así son los de medicina estética, deben estar indicados por un médico, quien analizando las características concretas del/de la paciente, le aconsejará un procedimiento a seguir, y con unos determinados medicamentos y productos, que por ley no pueden ser publicitados, ni hechos en promociones, porque se trata de una indicación médica. Cada vez Sanidad está más pendiente en cuanto a los centros que lo hacen y multa en cuanto a descuentos de Black Friday", avisa.
Insiste esta especialista en Medicina estética en que estos tratamientos no son para todo el mundo, sino que siempre hay que individualizar cada caso y conocer las necesidades de cada paciente. "Entonces se valora el producto con el que se va a desarrollar ese procedimiento, en qué zona, y si el paciente tiene un estado de salud que le permita poder contar con esa medicación", mantiene.
No todos los productos tienen la misma calidad
Aquí destaca la doctora que hay productos de diferentes calidades, y que son muchos los centros que aprovechan estas ofertas para utilizar los de gama baja, y que no tienen quizá todos los permisos y características de seguridad para el paciente, y con las consiguientes graves consecuencias, tales como inflamaciones, alergias o infecciones, incluso la necesidad de corregir lo realizado con otras intervenciones.
"Puede haber procesos inflamatorios, reacciones alérgicas. En muchos casos estos pueden ser fruto de que no se emplean los productos de mejor calidad, sino que se escogen los de menor pureza, que contienen conservantes, por ejemplo, y que minan la pureza y calidad del producto. Hay laboratorios que son más puros que otros y es el médico el que sabrá indicarlo", insiste la experta.
En los ácidos hialurónicos está la enzima que lo elimina, pero cuando el producto no es de buena calidad, el cuerpo no lo termina de eliminar y quedan esos desastres estéticos, esos labios tan feos y es más difícil poder solucionar
Productos que a la larga pueden generar un rechazo del organismo hacia el producto, con muy mala integración, y que se pueden desplazar, como en el caso del ácido hialurónico que al no tener el grado de pureza alto tardan más en eliminarse y si se presenta una reacción en el paciente es más difícil poder solucionar.
"En los ácidos hialurónicos está la enzima que lo elimina, pero cuando el producto no es de buena calidad, el cuerpo no lo termina de eliminar y quedan esos desastres estéticos, esos labios tan feos. Cuando el paciente va para que se lo arregles porque es un producto de mala calidad y llevan grandes cantidades cuesta mucho eliminarlo", reitera la experta.
Recomendaciones a seguir
"En estas clínicas con Black Friday no miran si el o la paciente necesita ese tratamiento, y hay un mayor riesgo de que haya algún problema", denuncia la doctora, de forma que subraya la importancia de que cuando una persona acude a un profesional o médico estético éste debe informarles del tratamiento a seguir, conocer las características del producto que se les va a infiltrar, y sobre cuáles son sus efectos.
En líneas generales se recomienda:
- Comprobar que se está acudiendo a un profesional cualificado y autorizado.
- Desconfiar si el precio es mucho más bajo que la media del mercado.
- Explicar al médico qué es lo que queremos lograr con la intervención y asegurar que este lo ha entendido.
- Que el paciente vaya con ganas de cuidarse pero que se deje asesorar por el médico especialista, en este caso en Medicina Estética.
- Asegurarse de que los productos utilizados son de calidad y obtenidos por el canal oficial.
- No someterse a ningún tratamiento sin conocer previamente todos los detalles del mismo, así como sus posibles riesgos y complicaciones.
- La elección del producto a colocar, hay marcas muy buenas y algunas mejores que otras, y que médico le informe sobre cuáles son los mejores; habitualmente los productos de buena calidad en este campo vienen con sellos informativos sobre sus ingredientes.
- Que no vaya tanto por el precio de los tratamientos médicos, sino por la clínica y el médico que va a efectuar el procedimiento, y se asegure siempre de que son competentes.
- Recordar siempre que los tratamientos de medicina estética son médicos y como tales deben dejarse asesorar, no son tratamientos a la carta, generalizados para todo el mundo, porque muchas veces por colocar cosas que no quieren o coger una oferta que no necesitan surgen los problemas.