La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a los líderes mundiales a que minimicen el riesgo de accidente químico o nuclear, a causa de la guerra en Ucrania, puesto que "podría tener consecuencias catastróficas para la salud humana", y a su vez ha instado a Rusia a "poner fin a la guerra".
Esta ha sido la petición que ha realizado este miércoles el director general de la OMS, Tedros Adhanom, en una rueda de prensa en la que se ha abordado, además de la situación de Ucrania, las novedades de la pandemia, la dracunculiasis y la tuberculosis (TB), que celebra este jueves su Día Mundial.
Situación sanitaria crítica en Ucrania
La situación sanitaria en Ucrania, según Adhanom, resulta crítica y un cuarto de la población se ha visto desplazada fuera de su país. Hasta el momento, la organización sanitaria ha suministrado cerca de 150 toneladas de productos médicos pero "en muchas ciudades ucranianas se siguen obstaculizando el acceso".
"La situación es grave especialmente en Mariúpol y Bucha. La perturbación de los servicios y el desabastecimiento en Ucrania está exponiendo a un riesgo extremo a personas que padecen enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, VIH o tuberculosis, que figuran entre las principales causas de mortalidad en el país", ha asegurado.
Uno de los problemas con los que se ha encontrado la OMS, es el déficit de financiación contra el que luchan, ya que, en el marco del llamamiento emitido por valor de 57,5 millones de dólares para los próximos 3 meses, de los cuales solo han recibido 9,6 millones e dólares. "Instamos a los donantes a que atiendan estas necesidades apremiantes sin tardanza", ha manifestado el director de la OMS.
Sarampión, neumonía y poliomielitis
En este sentido, también ha advertido que a raíz del conflicto, cobra relevancia la posibilidad de aumentar el riesgo de enfermedades, como el sarampión, la neumonía y la poliomielitis. Asimismo, han verificado 64 agresiones en contra de centros y personal sanitarios, ante lo que ha pedido, en palabras de Tedros Adhanom, cejar estos ataques porque "los sistemas de salud, las instalaciones y los trabajadores sanitarios no deben y no deberían ser nunca un blanco".