La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha alertado de la posible llegada de una plaga de procesionaria del pino ('Thaumetopoea pityocampa') a las ciudades, lo que supone "un riesgo para la salud de las personas", y sobre todo para niños, niñas y mascotas, en el caso de que se toquen.

 

Depredadores de la procesionaria

 

"La procesionaria posee una gran cantidad de depredadores,​ como ortopteros comedores de puestas, las hormigas rojas, avispas, pequeños pájaros insectívoros, como el carbonero, el herrerillocuco, etc.). También el lirón caretomirlo o tordo y la abubilla, los cuales capturan crisálidas enterradas. Por último, los murciélagos, que se alimentan en las noches de verano de las mariposas, aunque tienen serios problemas con los pelos urticantes de las orugas. Y además, el cuervo y la urraca.

Pero aunque los insectos y vertebrados son los más vistosos, en el control natural de procesionaria, destaca la eficacia de unos hongos del suelo, que consiguen de un modo muy importante romper el ciclo biológico de esta especie

Pero aunque los insectos y vertebrados son los más vistosos, en el control natural de procesionaria, destaca la eficacia de unos hongos del suelo, que consiguen de un modo muy importante romper el ciclo biológico de esta especie. Se trata de los hongos del género Cordyceps, cuyas esporas quedan atrapadas entre los pelos de las orugas en su descenso a tierra en primavera. El soterramiento de estas y la humedad de tierra favorecen la germinación de los hongos sobre la crisálida procesionaria, alimentándose de estos tejidos orgánicos y matando la mariposa que se desarrolla en su interior.

También son depredadores silenciosos, incansables y de máxima eficacia los virus, bacterias,

También existen parásitos de huevo de familias de himenópteros (Ichneumonidae, Braconidae), que causan bajas importantes que pueden llegar hasta el 60% del total de los huevos de la puesta.

Existen, además, dípteros (familia Tachinidae) que se alimentan de orugas de procesionaria en sus últimos estadios.

Es también recomendable, siempre que sea posible, no repoblar con especies de pinos sensibles a la plaga, como son el pino laricio o los pinos exóticos

Es aconsejable proteger a todos estos depredadores y parásitos para conseguir un control natural de las poblaciones. Es también recomendable, siempre que sea posible, no repoblar con especies de pinos sensibles a la plaga, como son el pino laricio o los pinos exóticos.

Otros métodos de control además de los naturales son los artificiales, de la mano del ser humano."

 

Métodos químicos de control

 

En este sentido, la asociación ANECPLA insiste en la importancia de que se lleven a cabo sistemáticas medidas de prevención que ayuden a minimizar los perjudiciales efectos de esta plaga. Así lo reclama el presidente de ANECPLA, Sergio Monge, quien señala que "con el progresivo aumento de las restricciones a nivel legal de los productos biocidas que se venían aplicando, tan solo ha quedado la endoterapia como único y más costoso tratamiento, que ha de ser aplicado siempre por profesionales especializados".

La endoterapia, una técnica de control "muy efectiva y respetuosa" con el medio ambiente, pero cuyo alto coste supone "un factor limitante", sobre todo en el caso de grandes masas arbóreas"

Según el presidente de ANECPLA, se trata de una técnica de control "muy efectiva y respetuosa" con el medio ambiente, pero cuyo alto coste supone "un factor limitante", sobre todo en el caso de grandes masas arbóreas". Las altas temperaturas y la escasez de lluvias, a consecuencia del cambio climático, están provocando además un adelanto progresivo de la bajada de estos insectos de sus nidos con los riesgos que este fenómeno conlleva.

Un mínimo contacto con esta especie puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas e incluso la muerte en determinados casos

JORGE GALVÁN, director general de ANECPLA

Para el director general de ANECPLA, Jorge Galván, "un mínimo contacto con esta especie puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas e incluso la muerte en determinados casos".

"Ni siquiera es necesario el contacto directo con las orugas, tan solo con el roce de uno de sus pelos (los cuales lanzan como estrategia de defensa al sentirse amenazadas) es suficiente para provocar irritaciones y alergias, especialmente si éstos alcanzan los ojos", explica Galván.

Estos pelos se denominan "tricomas" y se calcula que cada individuo posee alrededor de 500.000, listos para ejercer de dardos envenenados en el momento en que sientan que se encuentran en peligro. "Un mínimo contacto con ellos puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas debido a la liberación de histamina. En el caso de los animales de compañía, especialmente de los perros, este contacto puede llegar incluso a provocar un trágico final", alerta el director general de ANECPLA.

 

Peligro para niñas y niños y animales domésticos

 

A pesar de sus apenas 4 centímetros de longitud, la procesionaria tiene una enorme capacidad para generar daño a animales mucho mayores que ella. Debido a la elevada toxicidad de sus tricomas, estos insectos son extremadamente peligrosos, especialmente para los niños, niñas y los animales domésticos que, debido a la curiosidad que generan, pueden llegar a tocarlos con todos los riesgos que esto conlleva.

Es frecuente la presencia de plagas de este tipo de orugas en parques y jardines urbanos, donde es habitual la presencia de perros. Por eso, desde ANECPLA, alertan de la importancia de estar especialmente pendientes en estos contextos para evitar que, movidos por la curiosidad, los perros se acerquen, olisqueen o las toquen, ya que un mínimo contacto suele ocasionar al animal síntomas como la inflamación del hocico y la cabeza, picores intensos en las partes afectadas y abundante salivación. Si llegan a comérselas (lo cual no es extraño si previamente las han llegado a tocar con las patas y, debido a la picazón que les genera en ellas, se lamen), la ingestión del tóxico que lleva sus tricomas puede provocar la necrosis de lengua o garganta.