El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes la revisión de las normas sobre la exposición al amianto en el entorno laboral para reducir el máximo permitido a una décima parte del umbral actual y garantizar así una mejor protección de los trabajadores y la detección temprana del amianto.
614 votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones
Las nuevas normas, que la Eurocámara ya pactó en junio con los Estados miembro, se han adoptado por 614 votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones y reclaman el uso de tecnologías más modernas y precisas para detectar la presencia de fibras de amianto.
De este modo, la normativa comunitaria rebajará de 0,1 hasta 0,01 fibras por centímetro cúbico la presencia tolerada de amianto para un trabajador, con el objetivo de reducir también drásticamente el riesgo de desarrollar un cáncer por una exposición excesiva a este material en el entorno laboral.
Se introducirá un sistema más moderno y sensible para contar las fibras de amianto mediante la microscopía electrónica, aunque se permitirá a los Estados miembro un periodo de seis años de transición para abandonar el modelo actual de medición basado en la microscopía de contraste de fase (PCM)
También se introducirá un sistema más moderno y sensible para contar las fibras de amianto mediante la microscopía electrónica, aunque se permitirá a los Estados miembro un periodo de seis años de transición para abandonar el modelo actual de medición basado en la microscopía de contraste de fase (PCM).
78% de los cánceres ligados al trabajo
Una vez cumplida esa transición, deberán reducir el nivel de exposición a 0,002 fibras de amianto por centímetro cúbico sin contar las más finas y de 0,01 incluyendo estas últimas.
Según datos de Bruselas, el 78% de los cánceres ligados al trabajo diagnosticados en pacientes de la Unión Europea están directamente relacionados con la exposición a las fibras de amianto.
Ahora que ha sido refrendado por el pleno del Parlamento, el acuerdo necesita aún el visto bueno formal de los Veintisiete y podrá entrar en vigor una vez el pacto ratificado sea publicado por el Diario Oficial de la UE.