La ONU ha incluido por primera vez la presión que las poblaciones ejercen sobre el planeta en su Índice del Desarrollo Humano, ya que entiende que el progreso se detendrá si no se contempla la integridad del planeta como piedra angular del progreso en términos generales, al igual que se tiene en cuenta ya el bienestar de las personas.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) había elaborado hasta ahora su índice teniendo en cuenta cuestiones como la salud, la educación y el nivel de vida de los países, pero considera que es momento de evaluar las emisiones de dióxido de carbono y la huella material, como se describe a la extracción de las materias primas para cubrir la demanda nacional.
El administrador del PNUD, Achim Steiner, ha advertido de que "ningún país en todo el mundo ha logrado alcanzar un desarrollo humano muy alto sin ejercer una presión desestabilizadora sobre el planeta", pero considera que no es demasiado tarde. "Podemos ser la primera generación en corregir el rumbo. Esa es la próxima frontera del desarrollo humano", ha subrayado.
Steiner ha apuntado que el poder de los seres humanos sobre el planeta "no tiene precedentes", por lo que ha llamado a ejercer este mismo poder para rediseñar las líneas de progreso, habida cuenta de que de ello depende a medio y largo plazo la evolución de las sociedades en su conjunto.
Con los nuevos valores introducidos por el PNUD, más de 50 países abandonan el grupo de desarrollo humano muy alto, evidencia de su dependencia de los combustibles fósiles y de su huella material. En cambio, Costa Rica, Moldavia y Panamá suben al menos 30 puestos precisamente por adoptar ajustes que van en el buen camino.
Las estimaciones incluidas en este informe vaticinan que, para el año 2100, los países más pobres del mundo sufrirán hasta cien días más al año de clima extremo por el cambio climático, pero si aplican por completo los compromisos del Acuerdo de París el dato podría rebajarse a la mitad.
Fomentar la reforestación y el cuidado de los bosques bastaría para aliviar en una cuarta parte un aumento global de temperaturas de 2 grados previsto para el año 2030 -en comparación con niveles preindustriales-, pero a día de hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que los subsidios a combustibles fósiles aún cuestan más de 5 billones de dólares al año, un 6,5% del PIB mundial.
Irlanda desbanca a noruega
Noruega sigue encabezando un año más el balance del Índice de Desarrollo Humano, pero cae 15 posiciones y se ve superada por Irlanda si se introducen las variables relativas a la presión sobre el planeta. Níger, República Centroafricana, Chad, Sudán del Sur y Burundi cierran la lista, con o sin ajustes.
España figura en la vigesimoquinta posición de este informe, la misma que el año pasado, si bien asciende once puestos cuando se introducen variables medioambientales. También mejora, hasta el puesto 16, si se tienen en cuenta cuestiones de género y cae al 35 si se introducen variables que tienen que ver con la desigualdad, según el análisis del PNUD.