El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no ha ofrecido finalmente la lista de países que estarían comprando madera del Amazonas brasileño de manera ilegal, tal y como prometió que haría este jueves, en su habitual comparecencia en redes sociales.
Dos días después de la promesa lanzada durante la última cumbre del bloque de las economías emergentes, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Bolsonaro no sólo ha dado marcha atrás, asegurando ahora que no se va a acusar a ningún país en concreto, sino que además ha agradecido la labor de las empresas que estarían ayudando al Gobierno a combatir ese delito.
"No vamos a acusar a ningún país de cometer ningún delito o de estar confabulando para cometerlo, pero sí nos interesa la ayuda de las empresas para combatir este delito", ha dicho Bolsonaro, quien días atrás aseguró que los países que más critican sus políticas medioambientales son quienes estarían comprando esta madera de manera ilegal.
En ese sentido, Bolsonaro ha asegurado que este tipo de críticas acerca de cómo ha gestionado su Gobierno la reciente crisis medioambiental por los incendios en el Amazonas son parte de "un gran juego" internacional para "herir" a Brasil, ya que se ha destapado como "una potencia" en materia agroindustrial.
"Exactamente lo que quieren es reducir nuestra competencia, sin duda facilitando otros intercambios o incluso el comercio interno de estos productos básicos", ha dicho Bolsonaro durante una comparecencia a través de su página de Facebook.
Reciente proyecto legislativo de Reino Unido
Bolsonaro ha puesto como ejemplo de ese "gran juego" un reciente proyecto legislativo de Reino Unido que prohíbe la venta de mercancías por parte de empresas que importan materiales de países que llevan a cabo políticas de deforestación, como Brasil.
Si bien las críticas hacia Reino Unidos han transcurrido de manera velada, las que Bolsonaro ha expresado contra Francia han sido más bien directas. El presidente brasileño ha acusado al Gobierno de París de entorpecer los acuerdos entre la Unión Europea y el Mercosur (Mercado Común del Sur), firmados el año pasado.
"Francia es un competidor nuestro en materias primas. Nuestro gran problema para que avancemos en el acuerdo de la Unión Europea con Mercosur está exactamente en Francia. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, pero Francia, en su propia defensa, se interpone en ese camino", ha dicho.
"La intención es siempre dejarnos aislados en aquello que tenemos en nuestra economía, que es más poderoso, lo que es el motor de nuestra economía, la agroindustria", ha insistido.