Gabriela González Neávez y Mixara Muñoz Troncoso crearon la empresa Yekuali, dedicada a transformar colillas de cigarro en un bioplástico. Con este material, las estudiantes del Tec de Monterrey campus Saltillo fabrican varios productos ecológicos. Al mismo tiempo, buscan reducir la cantidad de colillas en espacios públicos, ya que éstas representan una fuente de contaminación.
De acuerdo con estudios realizados por la organización Ocean Conservancy en el 2011, una colilla de cigarro puede contaminar entre ocho y 15 litros de agua de mar y 50 litros de agua potable. “Mucha gente separa y recicla plástico o papel, pero tirar colillas es algo que hemos normalizado, verlas en el suelo es común”, señaló Gabriela.
Las estudiantes decidieron aprovechar que las colillas son degradables y reciclables. Yecuali propone la recolección y disposición de este desecho, hasta convertirlo en bioplástico. Para ello, Gabriela y Mixara ofrecen contenedores a negocios, establecimientos o instituciones para que separen las colillas del resto de la basura.
Tirar colillas al suelo: el gesto “cool” que hemos normalizado
“No solo pedimos las colillas a las empresas, sino que también vendemos contenedores y rentamos el servicio de recolección. Una vez en nuestras manos hacemos la limpieza y transformación”, añadió Mixara. Con el bioplástico obtenido elaboran ceniceros o portavasos que también comercializan. La intención inicial del proyecto era hacer conciencia sobre la contaminación con este tipo de residuo.
“Si se separan las colillas y al final se tiran de todas formas, no sirve de nada", dijo Gabriela. Actualmente, pretenden asegurarse de darle una segunda vida a las colillas mediante su proceso de reciclaje.
“Queremos darle una segunda vida a la colilla y dejar de normalizar este hábito que es dañino para el medio ambiente”, finalizaron. Tanto Mixara como Gaby ven a Yekuali en el futuro como una empresa que crea conciencia sobre la importancia de no normalizar ningún tipo de contaminación.
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