El 26 de enero se celebra el Día Internacional de la Energía Limpia 2025, con la finalidad de poner de relevancia la importancia de impulsar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En 2025 será el segundo año que se conmemora este día.
- Las energías limpias: la revolución sostenible respetuosa con el medio ambiente
- Ascenso irrefrenable de las energías renovables
- España a la cabeza de energía eólica y solar
- Informe mundial sobre energía 2023: Progreso y Desafíos hacia el ODS 7
- Desafíos y horizontes en el futuro de las energías limpias
El 25 de agosto de 2023 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró mediante la resolución A/RES/77/327 que el 26 de enero se celebre el Día Internacional de la Energía Limpia. Dicha fecha conmemora el aniversario de la fundación de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) en el año 2009.
La generación de energía por fuentes no renovables (petróleo, carbón y gas) ha provocado grandes impactos negativos al medio ambiente. De hecho, los combustibles fósiles generan casi el 90 % de todas las emisiones de dióxido de carbono y son los responsables del 75 % de emisiones de gases o efecto invernadero (GEI) vinculados al cambio climático.
Aunque se han observado mejoras en la transición energética, aún estamos lejos de cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7, que busca garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos antes de 2030. En un mundo en lucha contra el cambio climático, la energía limpia reduce emisiones y tiene la capacidad de distribuir electricidad en aquellas comunidades que carecen de acceso a fuentes de energía confiables. Aún hoy en día 675 millones de personas viven en la más absoluta oscuridad; 4 de cada 5 se encuentran en el África subsahariana.
Las energías limpias: la revolución sostenible respetuosa con el medio ambiente
En la búsqueda constante de soluciones para abordar el cambio climático y garantizar un suministro de energía sostenible, las energías limpias, también conocidas como energías renovables, se destacan por su capacidad para generar electricidad de manera respetuosa con el medio ambiente.
La joya de la corona en este repertorio es la energía solar, que captura la radiación del sol a través de paneles fotovoltaicos, transformando la luz en electricidad de manera eficiente y sostenible. De manera similar, la energía eólica aprovecha la fuerza del viento mediante majestuosos aerogeneradores, convirtiendo la energía cinética en una fuente potente de electricidad limpia.
En el ámbito acuático, tenemos la energía hidroeléctrica basada en el movimiento del agua de ríos y embalses, mientras que la energía de los océanos abre un mundo de posibilidades, capturando la energía de mareas y corrientes oceánicas.
En las entrañas de la Tierra, la energía geotérmica utiliza el calor interno del planeta para generar electricidad y proporcionar calefacción, y la biomasa, que emplea materiales orgánicos, completa el abanico de energías limpias.
Ascenso irrefrenable de las energías renovables
El imparable avance de las energías renovables queda patente en las últimas estadísticas de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Según las proyecciones de este organismo, la contribución de las energías renovables al suministro eléctrico mundial experimentará un notable aumento, pasando del 28,7 % en 2021 al 43 % en 2030. Asimismo, se anticipa que estas fuentes sostenibles serán responsables de dos tercios del crecimiento en la demanda eléctrica registrado durante este período, destacando especialmente las tecnologías eólica y fotovoltaica.
En consonancia con los informes de la AIE, se prevé un considerable incremento del 82 % en la demanda mundial de electricidad entre 2020 y 2040, siempre y cuando se cumplan los compromisos de reducción de emisiones ya anunciados por diversos países. Este ascenso, que elevará la participación de la electricidad en el uso de energía final del 38 % al 63 % en el mismo periodo, estará impulsado principalmente por regiones emergentes como India, China, África, Oriente Medio y el sureste asiático. Asimismo, la electrificación del transporte en las economías avanzadas jugará un papel clave en este cambio de paradigma energético a nivel global.
Desde el año 2010, las energías renovables han experimentado un vigoroso impulso que ha marcado un hito en la esfera energética mundial. Actualmente, un total de 156 países han adoptado políticas relacionadas con estas fuentes de energía sostenible. Las inversiones y la capacidad de producción han experimentado un ascenso vertiginoso, llegando al punto crucial en la última década, donde el consumo de electricidad generada a partir de fuentes renovables se ha triplicado. No obstante, en el contexto del cambio climático, la velocidad de esta transición requiere un impulso más urgente.
España a la cabeza de energía eólica y solar
En el contexto español destacamos especialmente en el uso de las energías eólica y solar. En cuanto a la energía eólica, se consolida como la principal fuente de generación renovable en España, con una potencia instalada de 29.994 MW. Durante el año 2022, esta capacidad experimentó un crecimiento del 4,9 % con respecto a 2021, lo que se traduce en la adición de 1.400 MW en todo el territorio nacional.
En el ámbito solar, España cuenta actualmente con una potencia fotovoltaica instalada de 19.621 MW, según datos de UNEF (Unión Española Fotovoltaica) correspondientes a 2022. En cuanto a la distribución de esta nueva capacidad fotovoltaica por sectores, se observa que el 47 % se ha implementado en el sector industrial, el 32 % en el residencial, el 20 % en el comercial, y el restante 1 % corresponde a instalaciones de autoconsumo aislado. Estos números revelan el sólido avance de las energías limpias en el panorama energético español, marcando una pauta positiva hacia la diversificación y sostenibilidad en el sector.
Informe mundial sobre energía 2023: Progreso y Desafíos hacia el ODS 7
El informe "Tracking SDG 7: The Energy Progress Report 2023", elaborado por el Banco Mundial, la Agencia Internacional de Energía (IEA), la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la División de Estadísticas de las Naciones Unidas (UNSD) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), ofrece un análisis exhaustivo del progreso global hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7), que busca garantizar el acceso a energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos en 2030.
Los puntos clave del informe son los siguientes:
Acceso a la electricidad: En 2021, el 91% de la población mundial tenía acceso a la electricidad, pero aún 675 millones de personas carecían de ella. La aceleración del ritmo de electrificación, especialmente en África Subsahariana, es crucial para alcanzar el acceso universal en 2030.
Cocinas limpias: En 2021, el 71% de la población mundial tenía acceso a combustibles y tecnologías limpias para cocinar, dejando a 2.3 mil millones de personas utilizando combustibles contaminantes. Es urgente redoblar los esfuerzos para llegar al acceso universal a cocinas limpias en 2030.
Energía renovable: En 2020, la energía renovable representó el 19.1% del consumo final de energía, impulsada principalmente por la energía solar y eólica. Aumentar significativamente la participación de las energías renovables es indispensable para cumplir con los objetivos climáticos.
Eficiencia energética: La intensidad energética global mejoró un 1.8% anual entre 2010 y 2020, pero se requiere un aumento del 3.4% anual hasta 2030 para cumplir con el ODS 7.3. La pandemia de COVID-19 ralentizó el progreso en 2020, pero se espera una recuperación en la mejora de la eficiencia energética.
Flujos financieros internacionales: Los flujos financieros públicos internacionales para energía limpia en países en desarrollo disminuyeron a 10.8 mil millones de USD en 2021, un 11% menos que en 2020. Aumentar significativamente estos flujos es vital para alcanzar los objetivos del ODS 7.
Capacidad de generación de energía renovable en países en desarrollo: En 2021, la capacidad instalada de energía renovable en países en desarrollo alcanzó los 268 vatios per cápita, con un crecimiento del 9.8% anual. Es fundamental aumentar el apoyo político y la inversión para garantizar que todos los países en desarrollo puedan contribuir a la mitigación del cambio climático.
El informe destaca la necesidad de compromisos más fuertes y tangibles para cerrar las brechas en el acceso a la electricidad y a combustibles y tecnologías limpias para cocinar, así como la importancia de la cooperación internacional y la financiación para lograr una transición energética sostenible.
Desafíos y horizontes en el futuro de las energías limpias
Aunque los desafíos son significativos, las perspectivas para transformar nuestro sistema energético global son prometedoras. Los retos incluyen infraestructuras más robustas y capacitación especializada, pero también son oportunidades para la innovación tecnológica, la inversión y la creación de empleo en un sector dinámico.
La economía circular, centrada en la reutilización y reciclaje, no solo reduce impactos ambientales, sino que promueve la sostenibilidad a largo plazo. La adopción mundial, apoyada por objetivos climáticos ambiciosos de varios países, favorece la expansión de las energías limpias y la cooperación internacional.
Las energías limpias son clave para un futuro sostenible y accesible. La colaboración entre gobiernos, empresas y comunidades es vital para lograrlo. Con una visión compartida y acciones concretas, podemos hacer de las energías limpias la base de un mundo más sostenible y resiliente.
Comentarios