El Día Internacional del Migrante se conmemora anualmente el 18 de diciembre. Esta fecha fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2000 con el propósito de reconocer los esfuerzos, aportaciones y derechos de los migrantes a nivel global.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Internacional del Migrante el 4 de diciembre de 2000 (resolución 55/93) debido al aumento de la migración global. La migración es un fenómeno global que ha estado presente a lo largo de la historia, y este día busca concienciar sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan las personas que se desplazan de un lugar a otro en busca de mejores condiciones de vida, seguridad y oportunidades económicas. En este día, los estados miembros y organizaciones destacan los derechos humanos de los migrantes y proponen medidas de protección.
La migración es un fenómeno transversal en la Agenda 2030 que se relaciona con todos los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, el lema de los ODS de "no dejar a nadie atrás" es un claro llamamiento para que el desarrollo sostenible sea inclusivo, también para los migrantes.
En este Día Internacional del Migrante, y todos los días, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reafirma su compromiso de promover una gestión humana y ordenada de la migración en beneficio de todos, incluyendo las comunidades de origen, tránsito y destino.
Antecedentes de la celebración
Diez años antes de la proclamación oficial, el mismo 4 de diciembre de 1990, la Asamblea ya había adoptado la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (resolución 45/158).
En 2006, se realizó un Diálogo de alto nivel sobre migración internacional y desarrollo, subrayando la importancia de respetar los derechos de los migrantes y fortalecer la cooperación internacional. Posteriormente, Bélgica estableció el Foro Mundial sobre la Migración y el Desarrollo. En 2016, se abordaron grandes desplazamientos de refugiados y migrantes, resultando en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, en la que los estados expresaron su voluntad política de salvar vidas y proteger derechos. Esto condujo a la creación de un Pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular, en 2018, que aborda aspectos como derechos laborales, datos sobre migración y protección de la seguridad y dignidad de los migrantes.
281 millones de inmigrantes en todo el mundo
Según los últimos datos del Portal de Datos sobre Migración de la ONU el número total de migrantes internacionales en 2022 era de 281 millones, lo que representa al 3,6 % de la población mundial. Esta cifra es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970.
Actualmente, hay un mayor número de hombres que de mujeres migrantes en el mundo y la diferencia de género ha aumentado en las últimas dos décadas. En el año 2000, la proporción era de 50,6% hombres y 49,4% mujeres (88 y 86 millones respectivamente). En 2020, la proporción cambió a 51,9% hombres y 48,1% mujeres (146 millones y 135 millones respectivamente). Desde el año 2000, la proporción de mujeres migrantes ha disminuido constantemente, mientras que el porcentaje de hombres migrantes ha aumentado en 1,3 puntos porcentuales.
En cuanto a la cifra de personas desplazadas a nivel mundial se alcanzó un récord de 117 millones a finales de 2022.
Los datos existentes indican un aumento global de las remesas de dinero en las últimas décadas, pasando de 128.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2000 a 831.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2022. De estos, 647.000 millones fueron enviados a países de ingresos bajos y medianos
El Banco Mundial compila datos mundiales sobre las remesas internacionales, pese a las innumerables lagunas en los datos, diferencias en las definiciones y cuestiones metodológicas que dificultan la elaboración de estadísticas exactas. Sin embargo, sus datos no captan los flujos no registrados que tienen lugar por flujos formales e informales, por lo que es probable que la magnitud real de las remesas mundiales sea superior a las estimaciones disponibles.
En 2022, India, México, China, Filipinas y Egipto fueron (en orden descendente) los cinco principales países receptores de remesas, aunque India se situó muy por encima de los demás, con un total de remesas entrantes superior a 111.000 millones de dólares, siendo el primer país en alcanzar e incluso superar los 100.000 millones de dólares.
Desafíos y oportunidades de la migración global
Al analizar los índices clave y los indicadores de migración y desplazamiento por países, se revela que algunos enfrentan mayores retos contextuales y riesgos de migración. Estos datos pueden predecir desafíos y oportunidades futuros de migración. El Índice Henley de Pasaportes, por ejemplo, muestra que la capacidad de entrar a un país depende en gran medida de la nacionalidad. Los ciudadanos de países con alto desarrollo pueden viajar sin visado a más del 85% del mundo, mientras que aquellos de países con bajo desarrollo enfrentan restricciones, lo que les impulsa a migrar de forma irregular.
Existen grandes diferencias entre las regiones: Europa tiene clasificaciones positivas y bajos niveles de desplazamiento, mientras que África y Asia reflejan clasificaciones bajas y altos niveles de desplazamiento, indicando la necesidad de mayor apoyo en estas regiones.
Este análisis subraya la importancia de políticas migratorias que protejan los derechos de los migrantes y promuevan su integración y contribución al desarrollo sostenible.
La migración es un desafío urgente que requieren cooperación global
En un mundo cada vez más interconectado, la migración se ha convertido en un fenómeno complejo que refleja no solo la búsqueda de oportunidades, sino también las crecientes tensiones ambientales y los desafíos humanitarios. Detrás de cada movimiento de personas, hay historias diversas y motivaciones profundas que exigen una reflexión sobre la relación intrínseca entre la migración y el medio ambiente.
Los motivos económicos y los conflictos armados son uno de los principales motores de la migración. Sin embargo, es esencial reconocer que muchos migrantes se ven forzados a abandonar sus hogares debido a conflictos armados, situaciones de violencia y persecuciones, constituyendo una realidad que no puede pasarse por alto.
También el cambio climático y los desastres naturales están generando una nueva ola de migrantes. Comunidades enteras se ven afectadas por eventos climáticos extremos, la degradación ambiental y la pérdida de recursos, obligándolas a abandonar sus tierras en busca de lugares más seguros.
A la par, la migración por razones familiares y la búsqueda de oportunidades de desarrollo también desempeñan un papel crucial. La posibilidad de reunirse con seres queridos y la búsqueda de un futuro más próspero motivan a muchas personas a cruzar fronteras en busca de una vida mejor.
Este fenómeno complejo requiere una comprensión profunda y la adopción de estrategias cooperativas a nivel mundial. Además de abordar las causas fundamentales de la migración, la cooperación internacional debe centrarse en el desarrollo sostenible, la mitigación del cambio climático y la construcción de sociedades inclusivas que ofrezcan oportunidades a todos, independientemente de su lugar de origen.
Por último, el abordaje de estos desafíos exige un enfoque integral que reconozca la interconexión entre la migración, el medio ambiente y la cooperación global. Solo a través de un compromiso colectivo podremos construir un futuro donde las personas no se vean obligadas a abandonar sus hogares debido a crisis ambientales y humanitarias.