El 16 de septiembre es el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono 2024, en honor a la firma del Protocolo de Montreal en 1987. Este acuerdo global tiene como objetivo eliminar gradualmente las sustancias que dañan la capa de ozono, la cual nos protege de la radiación UV, salvaguarda la biodiversidad y la salud humana, y es vital para la agricultura.
Antecedentes de la celebración
En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, en conmemoración de la fecha de la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal sobre sustancias que dañan la capa de ozono (resolución 49/114). Anteriormente se había formalizado el Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, que fue aprobado y firmado por 28 países, el 22 de marzo de 1985 y que abrió las puertas al de Montreal.
El Protocolo de Montreal se centra en la regulación de sustancias dañinas para la capa de ozono, organizadas en grupos según su composición química y detalladas en anexos. El acuerdo busca la eliminación gradual de casi 100 sustancias a través de un calendario que controla la producción y el consumo de estas sustancias. El protocolo se aplica al consumo, definido como la cantidad producida e importada menos la exportada, y permite deducir la cantidad destruida. Las reducciones se establecen en relación con un año de referencia, y es importante destacar que no prohíbe el uso continuado de sustancias controladas o recicladas más allá de las fechas de eliminación establecidas.
Este pacto ha sido tan importante que la EPA calcula que en EE.UU. se habrían producido 280 millones de casos más de cáncer de piel, 1,5 millones de muertes por cáncer de piel y 45 millones de casos de cataratas, y el mundo sería al menos un 25% más caluroso.
¿Qué es la capa de ozono y por qué es tan importante?
La capa de ozono es una región de la atmósfera terrestre que contiene una concentración relativamente alta de ozono (O3) en comparación con otras partes de la atmósfera. Se encuentra en la estratosfera, una capa de la atmósfera ubicada a una altitud aproximada de 10 a 50 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
El ozono desempeña un papel fundamental en la protección de la vida en la Tierra, y contribuye a reducir radiaciones dañinas para la salud humana, la biodiversidad y los cultivos y frenar el cambio climático. Algunas de las funciones más importantes de la capa de ozono son las siguientes:
- Protección contra la radiación ultravioleta (UV): La capa de ozono actúa como un escudo natural que absorbe y bloquea la mayoría de la radiación ultravioleta-C (UV-C) y gran parte de la radiación ultravioleta-B (UV-B) del sol. Estas radiaciones son dañinas para la vida en la Tierra, ya que pueden causar daño en el ADN de los seres vivos, aumentar la incidencia de cáncer de piel, cataratas y otros problemas de salud.
- Preservación de la biodiversidad: Al reducir la exposición a la radiación UV, la capa de ozono protege la vida marina, los ecosistemas terrestres y la biodiversidad en general. Sin esta protección, muchas especies podrían sufrir daños y extinciones debido a la exposición a niveles peligrosos de radiación UV.
- Impacto en la salud humana: La capa de ozono contribuye a proteger la salud humana al reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con la radiación UV, como el cáncer de piel y las cataratas. Su preservación es esencial para garantizar la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.
- Impacto en la agricultura: La radiación UV-B excesiva puede dañar los cultivos y reducir los rendimientos agrícolas. La presencia de una capa de ozono saludable es esencial para mantener la seguridad alimentaria global y prevenir la pérdida de cosechas.
- Cambio climático: Existe una interconexión entre la capa de ozono y el cambio climático. Algunas sustancias químicas que destruyen el ozono también son poderosos gases de efecto invernadero, contribuyendo así al calentamiento global. La gestión adecuada de estas sustancias tiene un impacto positivo tanto en la protección de la capa de ozono como en la mitigación del cambio climático.
Causas del deterioro de la capa de ozono
El deterioro de la capa de ozono se debe principalmente a la liberación de sustancias químicas que contienen átomos de cloro y bromo en la atmósfera. Estas sustancias reaccionan con las moléculas de ozono (O3) en la estratosfera y descomponen el ozono en oxígeno molecular (O2) y oxígeno atómico (O), lo que resulta en una reducción de la densidad de ozono. Las principales causas del deterioro de la capa de ozono son:
- Clorofluorocarbonos (CFC): Estos compuestos químicos fueron ampliamente utilizados en productos como aerosoles, refrigerantes y espumas aislantes. Cuando se liberan a la atmósfera, los CFC ascienden a la estratosfera, donde la radiación ultravioleta del sol rompe las moléculas de CFC y libera átomos de cloro. Estos átomos de cloro son altamente reactivos y pueden destruir moléculas de ozono.
- Halones: Estos compuestos se utilizan en sistemas de extinción de incendios. Al igual que los CFC, liberan bromo y cloro en la estratosfera, lo que contribuye al agotamiento del ozono.
- Compuestos relacionados con el bromo: Además de los halones, otros compuestos bromados, como los bromoclorometanos, también pueden liberar bromo en la estratosfera, causando daño a la capa de ozono.
- Gases halogenados: Algunos gases halogenados, como los halocarbonos, contienen átomos de flúor, cloro o bromo y pueden contribuir al agotamiento del ozono cuando se liberan en la atmósfera.
- Efecto de retroalimentación: El proceso de agotamiento del ozono también puede causar un efecto de retroalimentación. A medida que disminuye la densidad de ozono, se permite que más radiación ultravioleta llegue a la estratosfera, lo que aumenta la formación de radicales de cloro y bromo, acelerando así el proceso de degradación del ozono.
Estas sustancias químicas liberadas en la atmósfera son estables y pueden permanecer en la estratosfera durante muchos años, lo que significa que su efecto dañino sobre la capa de ozono es duradero.
Graves consecuencias para el medioambiente y la salud humana
El deterioro de la capa de ozono tiene graves consecuencias para el medio ambiente y la salud humana, algunas de las principales consecuencias incluyen:
- Aumento de la radiación ultravioleta (UV): Uno de los efectos más inmediatos del agotamiento de la capa de ozono es un aumento en la cantidad de radiación ultravioleta (UV) que alcanza la superficie de la Tierra. Esto tiene varias implicaciones:
- Riesgo para la salud humana: La exposición prolongada a la radiación UV-B y UV-C puede causar daños en la piel, como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y aumento del riesgo de cáncer de piel, cataratas y problemas oculares.
- Impacto en la vida silvestre: La radiación UV excesiva puede dañar organismos acuáticos, como el fitoplancton y el zooplancton, que forman la base de la cadena alimentaria marina. También puede afectar a los anfibios, reptiles y otros animales terrestres.
- Impacto en los cultivos y la agricultura: La radiación UV-B puede causar daños en las plantas y los cultivos, lo que reduce los rendimientos agrícolas. Esto puede tener efectos negativos en la seguridad alimentaria y la economía.
- Daño a los ecosistemas terrestres y acuáticos: La radiación UV puede afectar negativamente a los ecosistemas terrestres y marinos al dañar la flora y la fauna. Esto puede alterar las cadenas alimentarias y causar desequilibrios en los ecosistemas.
- Contribución al cambio climático: Algunas de las sustancias químicas que agotan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), también son gases de efecto invernadero potentes. Por lo tanto, su liberación contribuye al cambio climático y al calentamiento global.
- Impacto en la producción de alimentos: La reducción de la capa de ozono puede afectar la producción de cultivos y la disponibilidad de alimentos, lo que puede tener implicaciones para la seguridad alimentaria en algunas regiones.
- Daño a la salud ocular: La exposición a la radiación UV también puede causar problemas oculares, como cataratas y pterigión (crecimiento anormal de tejido en la superficie del ojo).
Medidas y acciones para preservar la capa de ozono
Para preservar la capa de ozono y revertir el daño causado por las sustancias químicas agotadoras del ozono, se han implementado una serie de medidas y acciones a nivel internacional, muchas de las cuales se derivan del Protocolo de Montreal y sus enmiendas posteriores.
Entre estas medidas se encuentran: la eliminación gradual de sustancias agotadoras del ozono, el control de la producción y el comercio de estas sustancias, la promoción de tecnologías y productos sustentables, la recuperación y destrucción de sustancias agotadoras del ozono en desuso, la educación y concienciación pública, el cumplimiento y aplicación de regulaciones, la investigación y monitoreo de la capa de ozono, la cooperación internacional y la revisión y actualización de acuerdos internacionales.
Estas acciones han contribuido a la recuperación de la capa de ozono en muchas áreas del mundo y a la reducción de daños a la salud y al medio ambiente. La cooperación global sigue siendo crucial para preservar y proteger la capa de ozono en el futuro. A pesar de los esfuerzos para eliminar las sustancias que la dañan, la recuperación completa llevará décadas. El cumplimiento de regulaciones, la promoción de alternativas seguras y la concienciación pública son esenciales. Además, el cambio climático puede influir en la salud de la capa de ozono, por lo que la cooperación global y la investigación constante son fundamentales para garantizar su protección continua y la preservación de la salud de nuestro planeta.
En 2040 la capa de ozono volverá a su estado de 1980
En un informe publicado a principios de 2023, los científicos que velan por la capa de ozono señalan que la atmósfera terrestre se está recuperando. Las previsiones indican que la capa de ozono volverá a su estado de 1980 (antes de que apareciera el agujero de ozono) en 2040. Los agujeros de ozono más persistentes sobre el Ártico y la Antártida deberían recuperarse en 2045 y 2066, respectivamente.
Casi todas las sustancias químicas que destruyen la capa de ozono y que fueron prohibidas por el Protocolo de Montreal han sido eliminadas, aunque aún se utilizan algunos gases perjudiciales. Los HCFC, considerados menos nocivos, pero aún dañinos para el ozono, siguen presentes en ciertos países. Además, los HCFC son potentes gases de efecto invernadero que retienen el calor y contribuyen al cambio climático.
Aunque los HFC constituyen una fracción pequeña de las emisiones en comparación con el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, su impacto en el calentamiento global llevó a una adición al Protocolo de Montreal: la Enmienda de Kigali, adoptada en 2016. La enmienda entró en vigor en enero de 2019 y busca reducir el uso de HFC en más del 80% durante las próximas tres décadas.
Paralelamente, empresas y científicos están desarrollando alternativas respetuosas con el medio ambiente, como nuevos refrigerantes y tecnologías diseñadas para disminuir o eliminar completamente la dependencia de estos productos químicos.