El Día Mundial de la Población 2024 se celebra con el objetivo de poner de relevancia las cuestiones que afectan actualmente a la población mundial, en especial relacionadas con el crecimiento y desarrollo de los pueblos. En este 2024 con el lema Para no dejar a nadie atrás, hay que contar con todas las personas se pone el énfasis en invertir en la recopilación de datos para entender los problemas, encontrar soluciones idóneas e impulsar el progreso.
El 11 de julio celebramos el Día Mundial de la Población, que en este 2024 coincide con el 30º aniversario del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD). En estos últimos 30 años, hemos avanzado significativamente en la recopilación y análisis de datos demográficos, reflejando con mayor precisión la diversidad de nuestras sociedades. Esto ha mejorado la asistencia sanitaria global y la capacidad de las personas para ejercer sus derechos.
La tecnología moderna permite una medición más detallada y oportuna de las experiencias humanas, potenciando así una asistencia sanitaria más eficaz. No obstante, las comunidades más marginadas aún enfrentan una alarmante subrepresentación en los datos demográficos, lo cual afecta profundamente sus vidas y bienestar. El lema Para no dejar a nadie atrás, hay que contar con todas las personas pretende recalcar la importancia de invertir en la recopilación y gestión de los datos para entender los problemas, encontrar soluciones idóneas e impulsar el progreso.
Para hacer realidad los derechos y las opciones de quienes se encuentran marginados en nuestras sociedades, debemos contar con ellos, porque todos cuentan. En ese sentido, también es importante la financiación y por eso António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas destaca en su mensaje de este año un llamado a los países para que aprovechen al máximo la Cumbre del Futuro que se celebrará en 23 y 24 de septiembre de este año para liberar capital asequible para el desarrollo sostenible.
Antecedentes de la celebración
El Día Mundial de la Población se estableció en 1989, cuando la Tierra superaba los cinco mil millones de habitantes, por el entonces Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia y urgencia de las cuestiones relacionadas con la población. En 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la resolución 45/216 de diciembre, decidió mantener esta celebración para aumentar la conciencia sobre los temas de población, incluyendo su relación con el medio ambiente y el desarrollo.
El 11 de julio de 1990 se celebró por primera vez en más de 90 países, y desde entonces, diversas oficinas del Fondo de Población de la ONU (UNFPA) en diferentes países, así como otras organizaciones e instituciones, conmemoran el Día Mundial de la Población en colaboración con los gobiernos y la sociedad civil. El objetivo es promover la discusión y la acción en temas como el crecimiento demográfico, los derechos reproductivos, la planificación familiar, la igualdad de género y otros aspectos relacionados con la población mundial.
8.000 millones de personas habitan el planeta
La población mundial ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos siglos. Pasaron miles de años para llegar a los 1.000 millones de habitantes, pero solo en 200 años se multiplicó por siete. Actualmente, estamos cerca de los 8.000 millones de personas y las previsiones hablan de que se espera que alcancemos los 8.500 millones en 2030, 9.700 millones en 2050 y 10.900 millones en 2100. Sin embargo, la mayoría de la población vive en lugares con tasas de fecundidad por debajo del nivel de reemplazo de 2,1 nacimientos por mujer.
El espectacular crecimiento de la población mundial ha sido impulsado por un aumento en el número de personas en edad reproductiva, acompañado de cambios significativos en las tasas de fecundidad, la urbanización y la migración. Estas tendencias tendrán efectos de largo alcance en las generaciones futuras.
Las tendencias marcan el descenso de la tasa de fecundidad y el aumento de la esperanza de vida
Desde la década de 1970, las tasas de fecundidad y la esperanza de vida han experimentado cambios notables. En ese entonces, las mujeres tenían un promedio de 4,5 hijos, mientras que en 2015 la tasa de fecundidad global descendió a aproximadamente 2,5 hijos por mujer. Asimismo, la esperanza de vida aumentó de 64,6 años en los años 90 a 72,6 años en 2019.
Además, la urbanización y la migración están en aumento. En 2007, por primera vez, la población urbana superó a la rural, y se proyecta que para 2050 alrededor del 66% de la población mundial vivirá en ciudades.
Estas megatendencias tienen implicaciones significativas. Afectan el desarrollo económico, el empleo, la distribución de ingresos, la pobreza y las protecciones sociales. También influyen en los esfuerzos para garantizar el acceso universal a servicios básicos como atención médica, educación, vivienda, saneamiento, agua, alimentos y energía. Para abordar de manera sostenible las necesidades de la población, es crucial que los gobernantes y dirigentes de los países conozcan la cantidad de personas que hay en el planeta, su ubicación, su edad y las proyecciones futuras.
La desigualdad entre hombres y mujeres también sigue siendo un tema preocupante. El informe Estado de la Población Mundial 2023 del Fondo de Población de las Naciones Unidas destaca que cuando se empodera a las mujeres y las niñas para que tomen decisiones autónomas sobre sus vidas y sus cuerpos, tanto ellas como sus familias pueden prosperar. Este informe, que se publica anualmente desde 1978, arroja luz sobre temas emergentes en salud y derechos sexuales y reproductivos, integrándolos en el discurso principal y explorando los desafíos y oportunidades que presentan para el desarrollo internacional.
Sobrepoblación versus despoblación
Vivimos en un mundo lleno de posibilidades y esperanza, donde la población humana ha alcanzado dimensiones sin precedentes. Disfrutamos de vidas más largas, mejor salud, más derechos y mayores opciones que en cualquier otro momento de la historia. Sin embargo, también enfrentamos desafíos, como los altos niveles de estrés, la incertidumbre económica, el cambio climático, las pandemias mundiales y los conflictos.
Estas tendencias demográficas presentan una imagen compleja a medida que los países y las circunstancias experimentan transiciones demográficas. Algunos expertos advierten sobre una "sobrepoblación" que el mundo no puede sostener, mientras que otros temen una "despoblación" que llevaría al colapso de la civilización.
Es cierto que la población plantea preocupaciones urgentes, como la relación entre el tamaño de la población, la riqueza y el consumo de recursos, así como la planificación de infraestructuras, servicios de salud y programas de pensiones. Las tendencias demográficas son importantes, ya que afectan a la cultura, las relaciones sociales, las economías y el discurso político.
Es crucial reconocer que no existe un tamaño de población perfecto ni un método confiable para alcanzar una cantidad determinada de habitantes. Las tasas de fecundidad están influenciadas por diversos factores más allá de las metas y políticas estatales. Las políticas demográficas deben considerar la diversidad y proteger los derechos sexuales y reproductivos y trabajar para crear un mundo sostenible, justo e igualitario para todos.