Greenpeace y otra treintena de ONG ha enviado este lunes una carta a los ministros de transporte de la UE para pedirles que promuevan el transporte en ferrocarril en el conjunto de Europa y faciliten el acceso a los ciudadanos de una movilidad asequible y con menos emisiones de gases de efecto invernadero.
En la carta a los ministros de transporte europeos, piden al titular español, José Luis Ábalos, que cree al menos 30 nuevas conexiones diurnas y nocturnas en la UE hasta 2025; un programa de financiación para adquirir nuevo material móvil interoperable y que que se obligue a los operadores a compartir sus datos y sistemas de venta, como sucede con los billetes de avión, para que se puedan adquirir desde cualquier lugar.
Eliminación de las subvenciones a las aerolíneas
Asimismo, le instan a facilitar que los viajes en tren sean más fáciles y asequibles que el avión mediante la eliminación de las subvenciones a las aerolíneas y con la promoción de trenes internacionales, así como a incrementar el gasto público para modernizar la infraestructura existente y acabar con los diferentes cuellos de botella de la red.
Greenpeace espera que la puesta en funcionamiento de nuevos trenes de alta velocidad de bajo precio permita reducir el número de vuelos, sobre todo para trayectos cortos como Madrid-Barcelona, porque el ferroviario es un transporte que genera menos emisiones de gases de efecto invernadero que el aéreo.
Las ONG precisan que un viaje en avión entre Madrid y Barcelona contamina "hasta 20 veces más" que un tren eléctrico alimentado con energía renovable.
Por otro lado, celebranel "fin a 80 años de monopolio ferroviario de Renfe" con trenes de más capacidad y tarifas más bajas que las del AVE. Para el responsable de movilidad de Greenpeace, Adrián Fernández, "no tiene sentido que los modos menos contaminantes sean más caros", por lo que destaca que reducir el coste del tren "era una de las principales demandas de la población para evitar los vuelos cortos y frenar así el impacto en el clima".
Por otro lado, reclama la recuperación de trenes suprimidos como el tren-hotel nocturno y el aumento de conexiones internacionales con Francia y Portugal que son casi nulas y varias líneas como Cuenca-Utiel o Sevilla-Antequera llevan meses sin servicio.