La electricidad producida en los Green Heart Gym (Gimnasios del Corazón Verde) ilumina el sitio donde están ubicados gracias a las lámparas LED (siglas de Light-Emitting Diodede, Diodo Emisor de Luz) que llevan incorporados. La dirección de TGO explica que están manteniendo contactos con la Federación Nacional de la Vivienda de Inglaterra para identificar lugares donde podría ser instalado un gimnasio de este tipo que pudiese alimentar a edificios cercanos con la energía que generase, o suministrar la electricidad producida a la red.
Cada aparato puede generar entre 50 y 400 vatios de electricidad limpia, aunque esta cantidad depende de la capacidad de esfuerzo de los usuarios de las máquinas, que por término medio rondará entre los 15 y los 100 vatios para una persona de complexión normal. El objetivo de la empresa es instalar 100 gimnasios nuevos al año en los próximos cinco años. Teniendo en cuenta que cada uno puede prestar servicio a una comunidad de unas 5.000 personas, existe la posibilidad de aprovechar la energía cinética renovable de 2,5 millones de personas, al tiempo que éstas se ponen en forma.
Instalaciones sostenibles
Iniciativas similares empiezan a brotar en otros lugares. Este es el caso de The Green Microgym (El Microgimnasio Verde), en Portland (Oregón, EE. UU.), donde gracias al esfuerzo de sus miembros se obtiene un alto porcentaje de la energía que necesita la instalación, que se suma a la extraída de paneles solares en la azotea. El prototipo presentado en este caso, llamado Human Dynamo (dinamo humana), consiste en cuatro bicicletas conectadas a un pequeño generador.
A medida que la persona empieza a pedalear, un indicador digital muestra cuánta energía se está produciendo. Los paneles solares generan tres kilovatios de electricidad, mientras que los ciclistas pueden llegar a suministrar hasta 600 kilovatios por hora. El gimnasio también incorpora una utilización racional de lámparas de bajo consumo, reutiliza el agua y usa televisores LCD (siglas de Liquid Crystal Display, Pantallas de Cristal Líquido) para disminuir el consumo; los suelos son de caucho reciclado y se sigue la política paperless (sin papel), que consiste en no utilizar papeles en ninguna actividad administrativa).
En Hong Kong (China) se ha trabajado la misma idea con la construcción de un gimnasio llamado Powered by you (impulsado por usted) donde la energía quemada por los usuarios se utiliza para la iluminación, mientras que los excedentes se almacenan en una batería. Los usuarios se motivan en su ejercicio diario y además ven convertir la quema de calorías en energía.
Los gimnasios al aire libre
Por otro lado, en el Reino Unido también han ido proliferando otro tipo gimnasios llamados verdes o Green Gyms que tienen como objetivo potenciar el contacto con la naturaleza y con la comunidad. Existen hasta 95 en toda Gran Bretaña, y en ellos un grupo de personas se encuentran en un área durante tres horas a la semana como mínimo.
En la ciudad de Hull (Reino Unido) se ha instalado el primer gimnasio al aire libre que convierte la energía cinética de los entrenamientos en electricidad. Su fabricante, The Great Outdoor Gym Company Ltd. (TGO) calcula que podrían instalarse alrededor de 500 en todo el país.
Los gimnasios al aire libre son una interesante idea ya que promover la salud pública a través del ejercicio permite relacionarse con la comunidad y que la energía producida se pueda utilizar, por ejemplo, para el alumbrado del propio parque. Además, de esta forma se protege el medio ambiente al generar energía limpia mientras se hace ejercicio.
En un primer momento se hace un calentamiento, pero los ejercicios se basan, por un lado, en una tarea de mantenimiento del entorno, como por ejemplo la jardinería, siempre dirigida por un monitor o, por otro, en aparatos de gimnasia en el exterior de uso libre y gratuito donde se potencia la dimensión lúdica de la actividad.
Están más asociados a la idea de jugar, de realizar una actividad espontánea que no requiere planificación ni organización. Suelen estar ubicados en lugares de paso de la gente con la idea de eliminar la imposición de ir al gimnasio y permiten hacer ejercicio, mientras se realizan otras actividades cotidianas como pasear las mascotas o llevar los niños al parque, ya que suelen encontrarse al lado de los juegos de los niños para que los padres se sientan tentados por los aparatos mientras sus hijos juegan. Para aquellos que no tienen niños pueden ser también un parón de camino a la compra o a la vuelta del trabajo.
La experiencia ha demostrado que el ejercicio al aire libre consume más calorías que en un espacio cerrado. Y además, en este caso, estas actividades potencian la relación con el medio que nos rodea y con la comunidad.
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