Una cuarta parte de los alimentos consumidos en la UE-27 procede de fuera de la región, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad del sistema alimentario de la Unión Europea.
Es la conclusión una nueva investigación coordinada por científicos especializados en sostenibilidad de Global Footprint Network en colaboración con expertos en sistemas alimentarios publicada en la revista Nature Food (1).
La forma en que los europeos suministran y consumen los alimentos representa la mayor parte de su Huella Ecológica, en torno al 30 %. El estudio señala la necesidad de diseñar, aplicar y hacer cumplir las políticas en cada etapa de la cadena de suministro de alimentos para avanzar hacia el Green Deal de la UE y la estrategia "de la granja al tenedor".
De la granja a la mesa, los sistemas alimentarios generan muchas presiones sobre los ecosistemas, como el uso y el cambio de uso del suelo, el agotamiento y la contaminación del agua, la pérdida de biodiversidad y las emisiones de gases de efecto invernadero.
"La población europea come por encima de sus posibilidades en términos de importaciones, emisiones de carbono y uso del suelo y el agua", explica la autora del artículo, la profesora Roberta Sonnino, del Centro de Medio Ambiente y Sostenibilidad y miembro del Instituto de Sostenibilidad de la Universidad de Surrey (Reino Unido).
"Intervenir en la oferta o en la demanda no funciona"
"La tendencia a intervenir en la oferta o en la demanda no funciona. Más bien necesitamos un enfoque sistémico para abordarlos conjuntamente, además de examinar las políticas comerciales --advierte--. En lugar de adoptar un enfoque disperso, los gobiernos nacionales deben aplicar políticas alimentarias holísticas basadas en pruebas, como las que contiene esta investigación".
La demanda de recursos biológicos y servicios ecosistémicos por parte de la humanidad supera con creces la capacidad del planeta para regenerar los recursos biológicos y secuestrar las emisiones de dióxido de carbono, como demuestra la progresión del Día de la Deuda Ecológica.
Del mismo modo, y para los datos analizados en el estudio, la Huella Ecológica de los residentes de la UE-27 superó constantemente la biocapacidad de la región y dependió de recursos de fuera de la región para satisfacer las demandas del estilo de vida de la UE.
"El Pacto Verde de la UE y la estrategia 'de la granja a la mesa' sitúan a la UE como líder mundial en la transición hacia sistemas alimentarios y sociedades más sostenibles. Sin embargo, dado que casi el 25 % de la biocapacidad necesaria para mantener la dieta de los residentes de la UE-27 procede de países no pertenecientes a la UE, nuestro análisis sugiere que la mera aplicación de los objetivos de la iniciativa 'De la granja al tenedor' al sector agrícola nacional no bastará para alcanzar los objetivos de descarbonización de la UE y, en su lugar, trasladará los impactos ambientales a países no pertenecientes a la UE", afirma el autor principal y coordinador de la investigación, el doctor Alessandro Galli, director para las regiones del Mediterráneo y Oriente Medio y Norte de África de Global Footprint Network.
"Es probable que los cambios en la oferta sean insuficientes por sí solos para conseguir que el sistema alimentario de la UE-27 sea sostenible en los términos descritos por la Estrategia de la Granja al Tenedor", aclara la autora Marta Antonelli, Responsable del Proyecto de Sistemas Alimentarios, Global Footprint Network.
"Incluyendo perspectivas tanto nutricionales como de sostenibilidad en las directrices dietéticas nacionales basadas en los alimentos, se pueden desencadenar cambios en el consumo de alimentos y en las tendencias de comportamiento en beneficio tanto de la salud planetaria como de la humana", advierte.