La energía solar tiene un potencial enorme y puede ser utilizada de infinitas maneras. Mientras se estudian nuevos modos de explotarla, ya se ha hecho un lugar en los trenes de lavado de coches, donde puede calentar el agua que se empleará para enjuagar los vehículos.
En Belgrado, la capital de Serbia, la gasolinera OMV cuenta en su tejado con ocho colectores modulares con una superficie colectora total de 20 metros cuadrados. Éstos alimentan el sistema de limpieza JetWash con agua caliente sanitaria regenerativa, que se utiliza, además de para los túneles de lavado, para todo el consumo de agua caliente de las instalaciones del establecimiento. Un acumulador de agua caliente de 1.000 litros constituye la central de energía de la gasolinera.
El proyecto ha sido puesto en práctica por la empresa serbia de instalaciones Master Solar, que ha empleado las placas solares de la compañía TiSUN. "En los dos últimos años, la instalación de la gasolinera ha generado casi 25.000 quilovatios por hora de energía", explica Danilo Pistinjat, de Master Solar, quien añade: "Además, al aprovechar el calor solar hemos ahorrado más de seis toneladas de emisiones de CO2. Con este proyecto demostramos que incluso las empresas usuarias de fuentes de energía fósiles no pueden dejar de lado la producción de energía regenerativa a largo plazo".
El mecanismo de calentamiento solar cubre sin problema el consumo diario de agua de 1.200 litros y permite utilizar distintos programas de lavado con niveles de temperatura de hasta 60 grados centígrados (temperaturas más altas podrían dañar la pintura de los vehículos). "El uso de la energía solar es perfecto para calentar el agua de los túneles, de los puentes o de los trenes de lavado. La mayoría de conductores lavan sus vehículos cuando hace buen tiempo, lo que coincide con el grado de rendimiento del sistema en su punto más alto", afirma Pistinjat.
En Köflach (Austria), Janko Keg utiliza la energía solar para el túnel de lavado del que es propietario desde 2003. Tras el éxito conseguido, abrió otra instalación cerca de Graz, en 2004.
En España, Renault tiene una instalación solar térmica en su fábrica de Valladolid: emplea la energía del sol para lavar las piezas con agua a una temperatura de 53 grados centígrados antes de pintarlas. Y la empresa barcelonesa Contank instaló en marzo de 2005 un sistema de energía solar térmica para limpiar los contenedores que utiliza para transportar líquidos por tren.
El mercado europeo permanece estático
El fuerte descenso que en los años 2009 y 2010 sufrió el mercado de la energía solar europeo llegó a su fin en 2011, según las estadísticas anuales publicadas por la Federación Europea de la Industria Solar Térmica (ESTIF). Con 2,6 gigavatios instalados en 2011, la capacidad total instalada en Europa asciende a 26,3 gigavatios, lo que genera alrededor de 18,8 teravatios de energía solar térmica al tiempo que contribuye a ahorrar 13 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.
Aunque, en general, el mercado europeo se mantuvo estable, la evolución a nivel nacional fue distinta. Alemania ha sido en 2011, como venía haciendo, la fuerza motriz del sector y Polonia se unió al grupo de los mercados por encima de 140 megavatio (cerca de 200.000 metros cuadrados de placas) de nueva capacidad instalada. España, Italia y Portugal pasaron por un período difícil para el sector y Grecia experimentó un ligero crecimiento del mercado.
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