Los Veintisiete han respaldado la propuesta de la Comisión Europea para exigir evidencias y justificaciones a las compañías que utilicen reclamos verdes para atraer al consumidor en un intento de frenar el ecopostureo.
La nueva directiva, a la que los negociadores del Consejo y del Parlamento aún deben dar forma final, quiere obligar a los Estados miembro a garantizar el cumplimiento de unos requisitos mínimos de justificación y comunicación por parte de las empresas que hagan alegaciones ecológicas voluntarias y serán responsables de establecer procesos de verificación y ejecución.
No se permitirán las afirmaciones o etiquetas que utilicen una puntuación del impacto medioambiental global del producto sobre, por ejemplo, la biodiversidad o el clima
Estos reclamos verdes deberán justificarse con pruebas científicas ampliamente reconocidas, que identifiquen los impactos ambientales pertinentes y cualquier compensación entre ellos y no se permitirán las afirmaciones o etiquetas que utilicen una puntuación del impacto medioambiental global del producto sobre, por ejemplo, la biodiversidad o el clima, a menos que así lo establezca la normativa de la UE.
Además, si los productos u organizaciones se comparan con otros productos y organizaciones, estas comparaciones deberán basarse en información y datos equivalentes y deberá aplicarse a los sistemas de etiquetado ambiental existentes y futuros, tanto públicos como privados.
Créditos de carbono
La posición del Consejo incluye nuevos requisitos para probar declaraciones relacionadas con el clima, incluida la obligación de proporcionar información sobre el tipo y cantidad de créditos de carbono, y si son permanentes o temporales, entre otros.
De este modo, en las solicitudes de compensación, las empresas deberán demostrar un objetivo de cero emisiones netas y mostrar avances hacia la descarbonización, así como el porcentaje de las emisiones totales de gases de efecto invernadero que se han compensado.
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