Una forma de reducir la deforestación en la selva amazónica, y ayudar en la lucha mundial contra el cambio climático, es otorgar a más comunidades indígenas de Brasil derechos de propiedad plenos sobre las tierras tribales, según sugiere un nuevo estudio de la Universidad de California de San Diego publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Dirigido por la investigadora de Ciencias Políticas de UC San Diego Kathryn Baragwanath, el estudio utiliza un método innovador para combinar datos satelitales de cobertura de vegetación en la selva amazónica, entre 1982 y 2016, con registros del gobierno brasileño de derechos de propiedad indígenas.
El estudio encontró tasas de deforestación significativamente reducidas en territorios que son propiedad total y colectiva de tribus locales, en comparación con territorios que son propiedad de las tribus solo parcialmente o que no pertenecen en absoluto. El efecto promedio fue una reducción del 66% en la deforestación.
El Amazonas representa la mitad del bosque tropical restante de la Tierra, es una fuente importante de biodiversidad en nuestro planeta y juega un papel importante en los ciclos climáticos y del agua en todo el mundo. Sin embargo, la cuenca del Amazonas está perdiendo árboles a un ritmo alarmante, con niveles particularmente altos en los últimos años, debido a una combinación de incendios forestales masivos y actividades ilegales.
Mientras tanto, quién es el dueño del Amazonas es un tema muy controvertido, con numerosos actores que compiten por el privilegio. Algunas entidades privadas siguen adelante con la minería o la tala ilegal, por ejemplo, para demostrar el "uso productivo de la tierra" y así obtener el título de propiedad de esa tierra. En la actualidad, alrededor de 2 millones de hectáreas de tierras indígenas aún están a la espera de ser designadas oficialmente como territorios tribales.
También se debate si los derechos de propiedad colectiva son efectivos para frenar la deforestación. Estos derechos se otorgan a los pueblos indígenas en Brasil a través de un proceso constitucional largo y complejo, y son distintos de los derechos de propiedad privada con los que la mayoría de nosotros estamos más familiarizados.
Reconocimiento territorial oficial
Baragwanath, de UC San Diego, y la coautora Ella Bayi, ahora en la Universidad de Columbia, asegura que "sí, los derechos de propiedad colectiva son efectivos", si enfoca su análisis en la etapa final del proceso de titulación en Brasil (que puede llevar hasta 25 años para completar), o el punto en el que las tribus obtienen todos los derechos de propiedad.
Los derechos de propiedad plenos otorgan a los grupos indígenas un reconocimiento territorial oficial, lo que les permite no solo demarcar sus territorios sino también acceder al apoyo de las agencias de monitoreo y aplicación, añaden.
"Nuestra investigación muestra que los derechos de propiedad plenos tienen implicaciones significativas para la capacidad de los pueblos indígenas para frenar la deforestación dentro de sus territorios", apunta Baragwanath.
"Los territorios indígenas no solo cumplen una función de derechos humanos, sino que son una forma rentable para que los gobiernos preserven sus áreas boscosas y alcancen los objetivos climáticos. Esto es importante ya que muchos territorios indígenas aún no han recibido sus derechos de propiedad plenos y señala hacia donde los legisladores y las ONG preocupadas por la situación en Brasil deberían ahora centrar sus esfuerzos".