La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha sugerido introducir una semana laboral de cuatro días para contribuir a la reactivación del sector turístico, mejorar la productividad y reactivar la economía del país ante la crisis generada por el coronavirus. En un vídeo difundido a través de su página de Facebook, la mandataria ha puesto sobre la mesa la idea de reducir la jornada laboral y añadir vacaciones para que la población pueda desplazarse dentro del país y estimular la economía nacional.
En este sentido, ha resaltado que la pandemia ha enseñado a los neozelandeses una lección de "productividad" a medida que han tenido que adaptarse a las circunstancias. "Veo que hay mucha gente sugiriendo que la semana laboral tenga cuatro días", ha aseverado antes de destacar que considera que es una buena idea que podría implementarse siempre que trabajadores y empresarios estén de acuerdo.
"Al final eso depende de los empleados y empleadores. Pero hemos aprendido mucho sobre la flexibilidad a causa del coronavirus", ha detallado, según informaciones del diario local The New Zealand Herald.
Cadena de contagios rota
El ministro de Sanidad, Ashley Bloomeld, destacó la semana pasada que no se habían registrado casos nuevos de coronavirus por cuarto día consecutivo y dijo esperar que Nueva Zelanda no tenga que registrar más muertes a causa de la COVID-19. En la última semana solo se constataron dos casos nuevos, mientras que la cifra de muertos es solamente de 21. En total, los infectados desde el inicio de la pandemia son 1.503. Para el ministro, una tasa de recuperación del 97 por ciento de los pacientes supone un "gran dato". "Son datos prometedores", declaró, antes de subrayar que la cadena de contagios se ha roto en Nueva Zelanda.