Más de dos tercios del pescado que consumiremos en 2030 procederán de la cría en cautividad. Según los expertos, las granjas de peces proveerán el 62% del consumo mundial de pescado a medida que la pesca de captura se estabilice y la demanda de una clase media global emergente, sobre todo en China, aumente.
Éstas son las principales conclusiones del informe La pesca hasta 2030: Perspectivas de la pesca y la acuicultura (Fish to 2030: Prospects for Fisheries and Aquaculture), un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Banco Mundial y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés).
La FAO vaticina que el sector aportará dos tercios del consumo global en 2030
"Comparando este estudio con uno similar que hicimos en 2003, podemos ver que el crecimiento en la producción acuícola ha sido mayor de lo que pensábamos”, explica uno de los autores del trabajo, Siwa Msangi, del IFPRI. La cría de peces ha crecido a un ritmo impresionante en las tres últimas décadas: en este plazo, la producción mundial pasó de los 5 millones de toneladas a los 63.
Actualmente, el pescado representa cerca del 16% del aporte de proteínas animales para la población mundial y el 6,5% del total de proteínas consumidas. Y esta cifra aumentará como consecuencia de la expansión de las clases medias de los países emergentes, que buscan poner en sus mesas más pescado y marisco.
Las especies de las que se criarán más ejemplares serán la tilapia, la carpa y el bagre (pez gato). Se prevé que la producción mundial de tilapia casi se duplique entre 2010 y 2030, desde 4,3 millones de toneladas anuales a 7,3 millones.
Asia meridional, el sudeste asiático, China y Japón representarán el 70% de consumo mundial de pescado, mientras que el África subsahariana sufrirá una reducción del consumo per cápita del 1% anual desde 2010 hasta 2030. No obstante, como consecuencia del rápido aumento de la población –del 2,3% en el mismo período– el consumo total de pescado de la región aumentará en conjunto en un 30%.
Predominio de China
China se está convirtiendo en un importante y creciente mercado para los productos del mar y en 2030 concentrará el 38% del consumo mundial. Tanto el gigante asiático –se calcula que en 2030 aportará el 37% de la producción mundial de pescado– como otros países de América Latina, el sur y sudeste asiático están apostando de forma clara por la acuicultura.
El 38% de todo el pescado que se captura actualmente en el mundo se exporta: más de dos tercios se dirigen de los países en desarrollo a los desarrollados. Según datos de la FAO, publicados el pasado diciembre, en 2011, los 10 mayores productores de animales acuáticos criados en cautividad fueron China (38,6 millones de toneladas), India (4,6 millones de toneladas), Vietnam (2,8 millones de toneladas), Indonesia (2,7 millones de toneladas), Bangladesh (1,5 millones de toneladas), Noruega (1,1 millones de toneladas), Tailandia (un millón de toneladas), Egipto (986.800 toneladas), Chile (954.800 toneladas) y Myanmar (816.800 toneladas). Estos países acumularon el 88% del valor total de la producción mundial.
La producción mundial pasa de cinco a 63 millones de toneladas en tres décadas
La acuicultura es para los expertos un instrumento fundamental ante la sobreexplotación de los mares y puede ayudar a conseguir el doble reto que el dividido mundo actual plantea: garantizar la seguridad alimentaria de los más pobres y al mismo tiempo satisfacer el paladar de un creciente grupo de población con ingresos medios.
"Con un aumento previsto de la población mundial hasta los 9.000 millones de personas en 2050 –sobre todo en áreas que sufren niveles elevados de inseguridad alimentaria–, la acuicultura, si se desarrolla y practica de forma responsable, puede aportar una contribución importante a la seguridad alimentaria y al crecimiento económico mundial”, asegura Arni M. Mathiesen, Director General Adjunto de la FAO y responsable del Departamento de Pesca y Acuicultura de la agencia de la ONU.
No obstante, dicha práctica puede acarrear serios problemas para el medio ambiente. “El suministro sostenible de pescado –producirlo sin agotar los recursos naturales productivos y sin dañar el precioso medio ambiente acuático– es un enorme desafío", advierte el Director de Agricultura y Servicios Ambientales del Banco Mundial, Juergen Voegele, quien añade: "Seguimos presenciando un nivel excesivo e irresponsable en la pesca de captura y la acuicultura, y entre otros aspectos, los brotes de enfermedades han afectado en gran medida a la producción".
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