El proyecto LIFE Olivares Vivos de la organización SEO/BirdLife permite adaptar el modelo de agricultura a la nueva realidad climática y así poder recuperar biodiversidad en el olivar e influir positivamente en la rentabilidad, como destacan sus impulsores.
Apuesta por la recuperación de todo aquello que ofrece el ecosistema, de forma que el proyecto incrementa el agua disponible en la tierra, reduce la temperatura y aumenta la resistencia de los olivares
Para ello, la ONG apuesta por la recuperación de todo aquello que ofrece el ecosistema, de forma que el proyecto incrementa el agua disponible en la tierra y reduce la temperatura que puede alcanzar para hacer más resistentes a los olivares.
Reto al que se enfrentan los olivares en verano
Ello se debe al reto al que se enfrentan los olivares durante los meses de verano en la zona del Mediterráneo, que están caracterizados por las altas temperaturas y la escasez de lluvias.
"Al mantener una cubierta vegetal, siempre y cuando se gestione con desbroces adecuados, antes de que la hierba compita con los olivos, se aprovechan todas las ventajas que la cubierta herbácea aporta al olivar"
De este modo, el modelo proporciona más agua a los olivos, un "beneficio clave" según la técnica de Olivares Vivos y encargada de la formación a agricultores, Paula Martín. "Al mantener una cubierta vegetal, siempre y cuando se gestione con desbroces adecuados, antes de que la hierba compita con los olivos, se aprovechan todas las ventajas que la cubierta herbácea aporta al olivar", ha señalado.
Reducir la exposición directa al sol sobre el suelo
Estos beneficios incluyen reducir la exposición directa al sol sobre el suelo, que tal y como ha explicado Martín, "es especialmente relevante durante los meses de verano, ya que la presencia de estos restos de vegetación disminuye la temperatura del terreno y la evaporación".
Así, según SEO/BirdLife, el modelo LIFE Olivares Vivos, ayuda a crear un ecosistema más diverso para que los olivares sean más fuertes ante las alteraciones que suponen los periodos secos y cálidos del Mediterráneo.
Además, esta forma de agricultura de olivos ofrece la protección contra otros fenómenos meteorológicos que también pueden reducir la humedad, como el viento y también favorece la acumulación de rocío.
La cubierta vegetal mejora la cantidad de agua que puede retener el suelo al incrementar la materia orgánica y modificar su estructura, haciendo que actúe como una esponja.
Se reduce la erosión, uno de los mayores problemas ambientales en la mayoría de los olivares de la región mediterránea
"A su vez, la cubierta vegetal mejora la cantidad de agua que puede retener el suelo al incrementar la materia orgánica y modificar su estructura, haciendo que actúe como una esponja. También se incrementa su capacidad de infiltración, lo cual resulta beneficioso no sólo en otoño o primavera, sino también durante episodios de lluvias intensas, como suelen ocurrir durante las tormentas de verano. Como resultado, se reduce la erosión, uno de los mayores problemas ambientales que presentan la mayoría de los olivares de la región mediterránea", ha detallado Martín.
Con respecto a sus inicios, este modelo agrícola fue implementado y estudiado en una veintena de fincas de Almería y Granada entre 2015 y 2021 bajo el nombre Olivares Vivos, mientras que en la actualidad se está extendiendo mediante LIFE Olivares Vivos a otros territorios de España, Grecia, Italia y Portugal.