Asociaciones vecinales, ciclistas y viandantes, como la FRAVM, Pedalibre y A Pie, reclaman al Ayuntamiento de Madrid la "ciudad de los 15 minutos" con la nueva ordenanza de Movilidad.
Lo han hecho a través de un manifiesto en el que, además de rechazar el modelo de movilidad imperante basado en el vehículo privado a motor, proponen una batería de medidas basadas en el transporte público y en los desplazamientos a pie y en vehículos personales no contaminantes como la bicicleta.
Las organizaciones firmantes plantean el incremento de la frecuencia de paso de los autobuses y de los vagones de Metro y Cercanías, además de la ampliación de los radios de cobertura mediante la prolongación de la línea 11 y la creación de una segunda circular. En Cercanías proponen la dotación de servicio a las ciudades metropolitanas de mediano tamaño.
Todo ello unido a la extensión de la red de carriles bus y la elaboración de un plan director de movilidad peatonal, con supresión de las barreras arquitectónicas, la colocación de pavimentos antideslizante y con buena iluminación nocturna.
Instan asimismo a desarrollar el plan director de Movilidad Ciclista, con una red que debe ser segura, ha de segregar de un modo eficaz el tráfico ciclista del motorizado y de los peatones, debe conectar y coherente.
Otro elemento de la infraestructura ciclista son los aparcamientos en origen y en destino, lo que conllevaría la modificación de la normativa para la creación de aparcabicicletas en comunidades de vecinos y en edificios de nueva construcción.
Mantener Madrid Central
Las organizaciones firmantes del manifiesto defienden el mantenimiento de Madrid Central y la paulatina ampliación del perímetro, al tiempo que se apuesta por las supermanzanas y la conversión de los parking municipales existentes en el distrito de Centro en aparcamientos para residentes según vayan venciendo las concesiones.
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