La ganadería está en el centro del debate sobre el cambio climático y el impacto ambiental del sector primario.

Su papel en estos procesos es altamente complejo debido a los múltiples servicios y diservicios que provee simultáneamente a la sociedad y a la diversidad de sistemas ganaderos en el continuo entre ganadería extensiva e intensiva.

La ganadería extensiva es aquella que aprovecha los recursos naturales del territorio, con una baja utilización de insumos externos y principalmente mediante pastoreo.

Es uno de los principales sistemas de producción en las zonas áridas del mundo. Eran Raizman/ FAO

Su vínculo con el territorio se aprecia en los paisajes de gran valor medioambiental que genera y en el papel clave que juega en el desarrollo rural y la mitigación del cambio climático.

En las últimas décadas, sin embargo, los sistemas ganaderos en España están sufriendo importantes procesos de intensificación, reduciéndose el número de explotaciones, pero aumentando el número de cabezas de ganado.

Esta tendencia se traduce en un paulatino declive de los sistemas ganaderos tradicionalmente ligados al uso de recursos naturales del territorio, como el vacuno y el ovino de carne.

 

¿Por qué está en declive?

 

La ganadería extensiva se enfrenta a múltiples retos económicos, sociales y ambientales. La falta de rentabilidad de las explotaciones, altamente dependientes de las ayudas de la Política Agraria Común de la Unión Europea, es central.

Entre los aspectos sociales, requiere altas cargas de trabajo, que se traducen en una falta de relevo generacional más acusada que en otros sistemas ganaderos.

Por otra parte, el cambio climático reduce la rentabilidad de las explotaciones al hacerlas más dependientes de insumos externos y aumentar la incertidumbre sobre su futuro.

El lobo ibérico, Canis lupus signatus, es uno de los pocos grandes carnívoros que existen en la península ibérica. Se alimenta de las presas que caza, grandes herbívoros y otros mamíferos de porte menor. Juan José González Vega / Wikimedia Commons, CC BY

Además, en la actualidad, existe el reto creciente de la coexistencia con el lobo, cuyas poblaciones están en expansión en toda Europa.

 

Perspectiva de los sistemas socioecológicos

 

Los sistemas ganaderos extensivos se basan en la estrecha conexión entre el medio natural y los componentes sociales. Se comportan como sistemas adaptativos donde sus diferentes componentes económicos, sociales y ambientales interaccionan entre sí adaptándose a contextos cambiantes.

Esta visión puede abordarse desde la perspectiva de los sistemas socioecológicos (SES, por sus siglas en inglés), en la que no solo es importante estudiar los componentes de manera independiente, sino las relaciones que establecen entre sí. Estas se pueden representar y analizar mediante el marco de sistemas de infraestructuras acoplados.

Sistemas ganaderos extensivos representados mediante el marco de sistemas de infraestructuras acopladas. Adaptado de Anderies J. M., Janssen M. A. y Ostrom E. (2004). Francisco Javier Lacosta et al.

En la ganadería extensiva, el recurso son los pastos o el agua, usado por el ganado (infraestructura privada) de los ganaderos (usuarios del recurso). La infraestructura pública del sistema, bien física como las carreteras, bien social como las reglas y normas que se utilizan para gestionar la actividad, la crean agentes sociales como ganaderos, cooperativas o administraciones.

Asimismo, estos componentes internos del sistema pueden estar afectados por variables externas de naturaleza biofísica (por ejemplo, el clima) o socioeconómica (como los mercados globales).

En este sentido, la visión desde los SES permite identificar sus posibles debilidades, detectar las conexiones que generan vulnerabilidad y comparar diferentes tipos de sistemas o cambios en el tiempo.

 

Recursos para superar los obstáculos

 

Existen múltiples ejemplos en España que reflejan cómo maximizar el entendimiento entre los ganaderos y ganaderas y otras instituciones para fomentar un mejor uso de recursos naturales e infraestructuras.

Varias asociaciones trabajan para crear un sello diferenciador de los productos de ganadería extensiva que permita su identificación en los supermercados.

Mientras, las escuelas de pastores son un claro ejemplo de apoyo al sector, que facilita el relevo generacional y la formación de mano de obra cualificada.

En relación con la presencia del lobo, existen numerosas iniciativas para mejorar la coexistencia, basadas en el intercambio de experiencias entre ganaderos y ganaderas de distintas zonas.

Por otro lado, se está trabajando en mejorar los mecanismos de comunicación con las instituciones para encontrar caminos hacia la sostenibilidad económica y social de la ganadería extensiva.

En el grupo de investigación de sistemas socioecológicos agrarios, sostenemos que la naturaleza compleja de la ganadería extensiva requiere buscar soluciones integradas que persigan la armonía entre sus diferentes componentes. Para ello, una de las claves está en generar sistemas de gobernanza adaptativos.

En definitiva, se trata de considerar a la ganadería extensiva como un sistema con múltiples componentes interconectados, subrayando la complejidad de las dinámicas y el papel de los ganaderos y ganaderas en la gestión del cambio.

Francisco Javier Lacosta GarcíaIrene Perez IbarraUniversidad de Zaragoza; Alicia Prat Benhamou, Daniel Martín Collado, Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)