El negacionismo de la COVID-19 es la creencia de que la enfermedad infecciosa COVID-19 (causada por el virus SARS-CoV-2) y la pandemia que esta ha provocado en 2019 y 2020 no son reales o la gravedad de las mismas no es elevada.
34 países aún no han podido vacunar al 10% de su población, y 86 han vacunado a menos del 40%. "Las vacunas por sí solas no acabarán con la pandemia. Muchos países necesitan diagnósticos, terapias que salven vidas, incluido el oxígeno, y apoyo para el despliegue de las vacunas"
Negacionismo, anticiencia y pseudociencias, tres términos técnicos que han resultado particularmente socorridos y sin embargo, sigue habiendo una gran incorrección en su uso
Muchas estrellas del deporte son consideradas, con razón o sin ella, modelos de conducta. En el caso del tenista serbio Novak Djokovic, tenemos un conjunto de factores poderosos en juego
Entre los muchos bulos propagados sobre los efectos adversos de las vacunas contra la covid-19 se encuentran el aumento de abortos entre las mujeres vacunadas, impotencia sexual masculina, hinchazón de los testículos, etc. Todos ellos con poca o nula base científica
La pandemia nos ha mostrado que ni la ciencia ni la ingeniería son capaces, por sí solas, de solucionar un problema en tiempo real cuando la crisis es global, cuando las intervenciones locales son costosas y de efecto limitado, cuando hay que actuar sin tener toda la información.
Varias expertas advierten de que la alta cobertura vacunal en España mitigará la nueva ola pero no la eliminará: aunque las vacunas previenen la enfermedad grave, no son un escudo infranqueable y deben ser complementadas con medidas de comportamiento
La OMS la eleva a la categoría de “variante preocupante” y la designa con la letra griega “ómicron”
Solo un 1,7 % de los habitantes de Papúa Nueva Guinea han sido vacunados con la pauta completa contra la covid-19. Esto es motivo de preocupación para la comunidad internacional
En vísperas de la segunda vuelta de las elecciones municipales en Italia, la extrema derecha polariza el debate suscitado en torno a la vacunación y al Greenpass
Expertos del centro Cochrane Iberoamericano han detectado importantes limitaciones en los estudios científicos sobre el uso terapéutico del ozono en pacientes con covid-19, por lo que no se pueden sacar conclusiones respecto a su seguridad ni a posibles beneficios. En consecuencia, no recomiendan emplear esta sustancia en la práctica clínica habitual
