La mejora de la economía europea garantiza un fuerte crecimiento del turismo español en 2018 y 2019, según un informe elaborado por Moody's que destaca que el aumento del empleo, la inflación moderada y la mejora de los salarios en la eurozona beneficiará el consumo privado y por tanto el gasto en turismo.
En su opinión, existe una alta relación, de hasta el 70%, entre el crecimiento del PIB europeo y el crecimiento en el número de noches de hotel en nuestro país.
Y teniendo en cuenta que los turistas europeos supusieron el 80% del total en España entre 2014 y 2016, Moody's considera que puede haber una evolución positiva en el sector turístico español durante los próximos años.
Las estimaciones de Moody's son que el PIB de la zona euro crezca un 2,1% en el año 2018 y un 1,8% en el 2019.
El turismo en la zona euro creció un 2,5% en 2005 más que otras economías avanzadas como Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Por ello Moody's espera que "el crecimiento en las noches de hotel se incremente en línea con los años anteriores a la crisis".
Además, la mejora de los datos del turismo presenta un escenario positivo para la inversión en pymes debido a un menor riesgo de impago en la economía española.
El informe también indica que España se ha beneficiado de los riesgos geopolíticos de otras zonas como Turquía y Egipto, debido a una reasignación de flujos turísticos. Así, la demanda de vacaciones en Turquía y el norte de África han disminuido a raíz de los ataques terroristas, junto con un cambio en la demanda hacia destinos en el Mediterráneo occidental.
Riesgos del Brexit
No obstante, el turismo español se enfrenta a diferentes riesgos globales, como la salida el Reino Unido de la Unión Europea y el fortalecimiento del euro frente a la libra "que podría afectar negativamente al turismo en España".
El turismo español también está expuesto a una mayor competencia de modelos de negocios impulsados por la digitalización, como Airbnb, y por el cambio de las preferencias de los consumidores.
Además, los destinos turísticos tradicionales como España también se enfrentan al desafío de un cambio cada vez mayor hacia el turismo en lugares más exóticos, a menudo ubicaciones no europeas, como los países asiáticos.
La tendencia está siendo impulsada por la disminución de los precios de los viajes de larga distancia y la búsqueda de los consumidores de experiencias únicas y de alta calidad. Se espera que las llegadas en las economías emergentes aumenten al doble que las de las economías avanzadas entre 2010 y 2030 (4,4% frente a 2,2%).
El informe concluye también que la cuota de mercado de las economías emergentes en términos de llegadas de turistas internacionales aumentó del 30% en 1980 al 45% en 2016, y es probable que alcance el 57% en 2030, lo que equivale a más de 1.000 millones de llegadas de turistas internacionales.