El chocolate, cuyo Día Mundial se conmemoró el pasado 13 de septiembre, como guiño al nacimiento del autor de Charlie y la fábrica de chocolate, del escritor Roald Dahl, es uno de los alimentos más famosos alrededor del globo. Este producto "se obtiene mezclando azúcar, pasta de cacao y manteca de cacao", explica en una entrevista con Infosalus el miembro del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el médico especialista en Endocrinología y Nutrición, Juan José López Gómez.
"A partir de esa combinación y la proporción entre los distintos componentes y la mezcla, o no, con otros productos, como leche o frutos secos, se obtienen los distintos tipos de chocolate", agrega el experto, que confirma que "el chocolate es un alimento que podría incluirse de manera ocasional en una dieta equilibrada".
La condición, en este sentido, es que "no se consuma de manera excesiva y teniendo en cuenta la carga de azúcar y grasa que aporta", añade el doctor López. En efecto, los distintos tipos de chocolate varían en su carga de azúcar y manteca, lo que hace que los beneficios del alimento estén presentes o se diluyan.
¿Cuál es el mejor?
La tipología del chocolate es extensa y se puede adaptar a casi todos los gustos: desde el negro hasta el blanco, pasando por el cacao en polvo, es fácil encontrar diversas variedades de chocolate. El chocolate negro "contiene sólidos de cacao, manteca de cacao y azúcar. El porcentaje que suele acompañarle se refiere al porcentaje de sólidos de cacao y manteca respecto al azúcar contenido", detalla el doctor López, que agrega que "a mayor porcentaje, mayor amargor y potencial astringente".
Entre el negro y el blanco se encuentra el chocolate con leche. "Contiene sólidos de leche y elevada cantidad de azúcar", especica el miembro de la SEEN. De hecho, esta suma "es mayor que los sólidos de cacao y manteca", agrega el experto. Su bajo contenido en manteca de cacao produce "que sea más blando y menos crujiente", según el doctor López.
En cuanto al chocolate para cubrir, se trata de "chocolate negro o con leche formulado para fluir bien al fundirse", explica el médico especialista en Endocrinología y Nutrición. De él, el experto destaca que contiene un "elevado contenido en manteca, entre un 31 y un 38 por ciento, para aumentar la fluidez de las partículas de cacao y azúcar". Por último, existe el cacao en polvo. "Se produce a partir de las masas de partículas tostadas que quedan cuando extraen la manteca de cacao. El contenido en manteca es entre un 8 y un 26 por ciento", concluye el doctor López.
"La diferencia entre el chocolate blanco y el negro es la proporción entre manteca de cacao y pasta de cacao", continúa el especialista en Endocrinología y Nutrición. "En el caso del chocolate blanco, el porcentaje de manteca de cacao es máximo, mientras que en el caso del negro el porcentaje es mucho más bajo y varía dependiendo de la graduación del cacao", expone el doctor López, que añade que "en el caso del chocolate con leche, normalmente predominan los denominados sólidos de leche", lo que produce que el chocolate negro "tenga un mayor contenido en cacao".
En este contexto, en cuanto a los beneficios, el más recomendable sería el chocolate negro, precisamente por su contenido en cacao. "Los sólidos del cacao que contiene el chocolate negro tienen polifenoles y alcaloides, teobromina y cafeína, que podrían tener cierto efecto saludable a nivel cardiovascular, a nivel de la saciedad y a nivel neuropsicológico", señala el miembro de la SEEN, que, no obstante, avisa de que "la evidencia cientíca es contradictoria en este aspecto".
"Si asumimos que la mayor parte de las propiedades potencialmente beneciosas se asocian al contenido en cacao, a la hora de elegir, el más recomendable sería el chocolate negro", dice el doctor López, que insiste en que "es importante remarcar el porcentaje de cacao de dicho chocolate negro, dado que a mayor porcentaje, menor contenido en azúcar".
Los perjuicios
El chocolate conlleva, sin embargo, perjuicios para la salud, y éstos están relacionados con su aporte calórico, grasas y azúcares. "La carga calórica aportada por el chocolate puede condicionar la ganancia de peso si no se consume de una manera equilibrada", recuerda el experto. Además, "algunos de los tipos de nutrientes que contiene, las grasas y los azúcares, en mayor o menor contenido en función del tipo de chocolate, además de ocasionar un aumento de la carga calórica, si se consumen en exceso pueden comprometer enfermedades metabólicas, como las dislipemias y la diabetes mellitus", comenta el doctor López.
Por tanto, aunque la carga calórica del chocolate es "variable", pero "normalmente elevada dado el contenido en grasa y azúcares", matiza el miembro de la SEEN, su consumo "en exceso y, sobre todo, en patrones dietéticos no saludables, puede dar lugar a la ganancia de peso", zanja el el médico especialista en Endocrinología y Nutrición.
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